ATENCIÓN: El artículo contiene algunos spoilers sobre el primer God Eater. Avisados quedáis.

Puede que por estos lares God Eater no sea tan famoso como Monster Hunter, saga de Capcom que ya tiene un buen nicho en nuestro país (tanto que hasta lo anuncian por la TV como un Pokémon). Esto es muy distinto a lo que ocurre en su país de origen, donde ha gustado tanto que tiene una novelas ligeras, una buena cantidad de mangas y hasta un anime que cuenta los hechos del primer videojuego. Además, en cosa de un mes se lanzará un juego para móvil, sin olvidar el reciente anuncio del desarrollo de God Eater 3. Pero esta vez no os quiero hablar del juego en sí, sino del mundo en el que se basa, en el cual podemos ver referencias de todo tipo.

El universo de God Eater

Una escena del manga.

Para empezar, nos sitúa en un futuro no muy lejano, en el que el mundo se ha ido al garete por la aparición de los Aragamis. Si habéis leído alguno de los dos análisis de cada entrega, sabréis que son una serie de monstruos de origen desconocido con una capacidad de evolución extraordinaria. Los humanos intentaron deshacerse de ellos usando armas convencionales, desde armas de fuego a explosivos, pero de nada servía debido a su estructura molecular, la cual permitía una resistencia extrema que les hacía prácticamente invulnerables a estas armas.

Con el paso de los años, no hubo otra elección para la humanidad que atrincherarse en ciudades defensivas que pudieran bloquear a estos indeseables monstruos, aunque sin armas realmente contundentes de poco servía, y tarde o temprano las ciudades caían siendo devoradas por los Aragami. Cada día el total de la población mundial mermaba a pasos agigantados, se necesitaba tomar alguna medida rápida o la humanidad acabaría extinguiéndose.

El universo de God Eater


Captura de pantalla de God Eater Online. ¿Lo recibiremos en occidente?

 

 

Es aquí cuando entra Fenrir y su equipo de investigación, con Johannes von Schicksall al mando. Gracias a la experimentación se descubrió un hecho vital, y es que entre su misma especie los Aragami sí son débiles, por lo que se investigó una forma de utilizar sus células para crear armas. Fruto de ello surgieron las primeras Armas Celestiales, que literalmente es como armarse con un Aragami portátil (de ahí la capacidad de devorar de las armas). Pero no todo depende del arma. La persona que lo porte debe estar en sincronía con el arma, haciendo una unión prácticamente biológica con esta. Así surgieron los God Eaters, guerreros (más bien niños, ya sabemos que a los japoneses les gustan los héroes menores de edad) compatibles con estas enormes armas, a quienes se les injerta la pulsera con la que pueden «conectarse» con el arma.

Es tal la ambición de Schicksall que llega a experimentar con humanos para crear seres mitad humanos, mitad Aragami. El primer fruto de este experimento denominado «Proyecto Managarm» fue Soma, uno de los compañeros que tenemos en ambos juegos y su propio hijo. Por otra parte tenemos a Shio, un Aragami que debido a la adaptación de su especie llega a asemejarse extremadamente a un humano, solo que en vez de devorar de forma irracional, acaba obteniendo una mente similar a los humanos, así como la curiosidad de un niño. Algo así como un Tarzán de los Aragamis, solo que en el bando humano.

El universo de God Eater


Escena del anime

 

 

Los juegos no nos narran el final de esta guerra, sino que nos meten de lleno en ella. Nosotros como God Eaters somos los que tenemos que luchar para defender la humanidad, con monstruos cada vez más feroces y un futuro incierto por delante.

God Eater: Referencias

Si conocéis la serie de Hideaki Anno estoy seguro de que habréis notado muchos paralelismos o «inspiraciones» con Neon Genesis Evangelion. Además de  estar ambientada en el futuro no muy lejano, también enfrenta a seres prácticamente invencibles que han salido de la nada, los Ángeles, contra humanos —más bien niños— que son los únicos compatibles con las armas que pueden vencerlos, los Evas. Estos a su vez estaban formados con partes de los enemigos que combaten, es decir, los Ángeles.

También se dejan ver referencias en el final de la historia de God Eater, cuando se descubre que el Proyecto Arca es nada más y nada menos que un plan extremista en el que para salvar a unos cuantos humanos hay que abandonar al resto de la humanidad bajo las fauces de Nova, el Aragami más poderoso del mundo. Para ello los humanos seleccionados abandonarían el planeta hasta que fuera otra vez habitable. Algo similar ocurre con Gendo Ikari, el implacable padre de Shinji, y su plan de acabar con toda la humanidad y unirla en un solo ser bajo el nombre de Proyecto de instrumentalización humana.

El universo de God Eater

Las secuencias de introducción de los juegos son siempre de gran calidad.

 


También nos puede recordar en algunos puntos a El Ataque de los Titanes, uno de los animes más populares que se han visto últimamente. En él también se nos sitúa en un mundo post-apocalíptico donde la humanidad ha sido prácticamente devorada por completo por los gigantes, criaturas que tampoco se sabe exactamente de dónde han salido, obligando a los humanos a atrincherarse en ciudades defensa.

Concluyo afirmando que el universo de God Eater puede dar mucho juego, y por ello espero que con la tercera entrega se sepa aprovechar bien el juego que puede dar. Nuevos Aragamis y alguna novedad jugable interesante podría poner de tú a tú a God Eater con Monster Hunter.

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Chami Collado
Redactor jefe de la sección de videojuegos de Fantasy, artista 3D y amante de los jueguicos™ desde que de pequeño me encontré una Nintendo con el Super Mario por mi casa.

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