«El ascenso de Pericles», de Olga Romay

Excelente crónica novelada de un momento histórico que marcó el punto de inflexión en la Grecia clásica.

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La Nave vuela hoy hasta la Grecia del s. V a.C. gracias al profuso mapa que Olga Romay ha dibujado en El ascenso de Pericles. Una rica novela escrita con una prosa elegante y firme.

Ediciones Pàmies ha publicado la cuarta novela de esta lucense, cuyo trabajo para su Máster en Historia Antigua versó precisamente en torno a la época que nos ocupa. La mejor manera de aprovechar esa labor de recopilación y estudio ha sido esta ficción que se centra en un personaje histórico que acumula la leyenda de los grandes.

Olga Romay

Olga Romay

Nacida en Lugo en 1967, es economista y posee un máster en Historia antigua. Actualmente, trabaja como profesora en la Comunidad de Madrid y colabora con varias revistas de divulgación histórica. Todas sus novelas, hasta ahora, transcurren en el mundo antiguo: los últimos días de la República romana, Los hijos del senador (2015). Los hechos tras la muerte de Alejandro Magno, Cuando fuimos dioses (2020). Y la corte de Ptolomeo I en Alejandría, Bajo el cielo de Alejandría (2021).

El siglo de Pericles

Imaginad que viajáis en el tiempo. Aparecéis en una época y no tenéis datos de la misma. Muy posiblemente, buscaríais un medio con el cual conocer al detalle qué es lo que os rodea. No sabemos si hay internet, no sabemos si hay periódicos o registros escritos. Pues bien, este libro es una máquina del tiempo que nos va a trasladar al siglo V a.C. o el siglo de Oro de Pericles. Estamos a principios de la forja de la Grecia clásica que tan vívidamente nos ha llegado hasta nuestros días en el imaginario occidental.

Hablamos de una época gloriosa, muy similar al Renacimiento, al Siglo de Oro de las letras españolas o al movimiento de la Ilustración. Estamos hablando de Pericles, un hombre que forjó esa Atenas del Partenón que tanto tenemos en nuestra mente y que se supo rodear de filósofos, artistas y todo aquel que le pudiera enriquecer. Vivió la política, la guerra y el amor apurando cada copa, para bien o para mal. Una imagen perfecta de todo esto es lo que vamos a encontrar en la novela que Olga Romay tan ricamente ha escrito.

Portada de «El ascenso de Pericles», diseño e ilustración de cubierta de CalderónSTUDIO (R)

Una vida de película

Lisicles, un oficial timonel, ejercerá de narrador desde el primer episodio que arranca con una batalla naval contra los samios. Pronto se nos presenta el tablero de ajedrez de las naciones amigas y enemigas. La isla de Samos, está claro, que no era amiga y contra ellos ellos lanza sus trirremes Pericles.La isla de Samos estaba enfrentada a Atenas, aunque ambos pertenecían a la alianza de Delos. Atenas junto a Mileto, que no tenía ejército propio pero sí aportaba dinero, se lanzaron a una batalla naval donde salió victorioso Pericles, ganando a una alianza de persas y fenicios. Con los ecos aun de la refriega, regresamos a la fastuosa Atenas y vamos metiéndonos en lo que es el entorno de Pericles de la mejor manera; con un banquete. Tras un discurso que deja a todos los atenienses boquiabiertos en el funeral de Estado, el narrador nos va a ir describiendo de manera perfecta ese ambiente de la fantástica Atenas rodeada de filósofos, políticos, militares y dramaturgos. Habrá tiempo hasta para que alguien evoque cómo era la vida en Egipto gracias a los escritos de Heródoto e iremos viendo en la sombra la figura de Alcibíades. Sin embargo, entre todos estos, si alguien destaca es Aspasia, la mujer de Pericles, la mujer que lo ha transformado y que volverá episodios más adelante; mujer criticada por el pueblo y amada por muchos.

Viaje fabuloso en el tiempo

La novela va a estar plagada de flashbacks hacia momentos de la vida de Pericles. Muy importante es el apartado relativo a su padre, Jantipo, el cual ascendió y descendió más rápido que la espuma. Es importante esta parte del libro para entender a Pericles. Conocer cómo Jantipo ingresó en la familia de los alcmeónidas, amados y odiados por igual en Atenas, pero poderosos y definitiva, empezará a mostrarnos cómo la joven democracia tenía mucho camino por delante. Jantipo tendría que enfrentarse a una de las familias también poderosas desde tiempos inmemoriales, los filaidas.

Busto de Atenea de la época imperial de Roma. Copia de un bronce original del s. V d.C atribuido a Kresilas. Colección Giovanni Grimani, 1587

La novela, estructurada en cómodos capítulos de fácil lectura, nos irá trasladando a decenas de momentos vitales. Cómo no hablar del juicio a su enemigo, Milcíades, que le aupó en la asamblea. Pero, un día estás arriba y otro abajo. El voto del ostracismo era terrible y no era tan dificil de manipular. Perdías y te echaban 10 años de Atenas. Los hijos de Milcíades, Cimón y Elpinice, de alguna manera vivirán para vengar a su padre. Las entradas y salidas de estos dos personajes son prueba de la tensión permanente que os espera en esta novela.

Enemigos y amigos

Esos rápidos capítulos de los que os hablaba os trasladarán a momentos tales como la invasión de Jerjes, hijo de Dario, que tuvo que liderar Temístocles y que permitió a Jantipo volver a Atenas. Veremos la batalla de las Termópilas y al mítico Leónidas. Pero, para aderezar más si cabe este mézclum, los dioses del Olimpo se pasearán por entre algún pasaje cuerpo a cuerpo con los protagonistas.

Sócrates, Sófocles, Anaxágoras, son solo alguno de esos nombres ilustres que os decía se pasearán como si tal cosa por esta crónica de un siglo luminoso. Décadas de guerra, pero también de una paz que alentó una explosión de creatividad monumental. Podernos codear en el bullir del día a día de esta ciudad es gracias al acierto de la escritora, que sabe construirnos escenas accesibles a todo tipo de lector, no solo al aficionado a la novela histórica.

Novela entretenida y educativa donde además de enterarnos de la crónica social de esta Atenas aprenderemos el origen de un montón de palabras de uso corriente hoy en día. Habrá momento álgidos como la batalla de Platea, punto de inflexión en la novela que acaba festejado por un banquete con dioses y diosas. El Ática estaba liberada. Nos sentaremos a ver los prolegómenos de un genio de la talla de Esquilo y su obra sobre Salamina. Pararemos para conocer su relación con Pericles y el mundo teatro.Pero, quien hoy es tu amigo, mañana es tu enemigo. Me quedo con Elpenice, que los va a volver locos. Personajes como Pausanias, héroe de Platea y rey de Bizancio, generalísimo de Esparta con aires de sátrapa que también va a echar leña al fuego.

Habrá escenas para aprender de Efialtes, mentor de Pericles, la forma de hablar y comportarse. Nos rendiremos ante Anaxágoras y su meteorito o el descubrimiento de la presión del aire. Me quedo con cómo le importaban las cosas, y sin embargo a Sócrates las personas. He aprendido que Anaxágoras inventó la perspectiva y diseñó el ágora de Tebas.

En conclusión

Lejos de tirar una tablilla al pozo de las maldiciones, solo puedo por menos que recomendaros esta lectura. Un viaje a la orgullosa Ática, donde descubriréis que ya entonces el día a día no distaba mucho en algunos aspecto de nuestra sociedad actual. Os recomiendo disfrutar de esta amena crónica del hombre que elevó Atenas a lo más alto desde sus cenizas.

Lee el primer capítulo aquí.

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Jaime Santamaría
Economista con alma de escritor. Amante de los viajes, tanto de los que requieren maletas como imaginación. Siempre con ganas de aprender.

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