La Sociedad por la Preservación de los Kaiju, de John Scalzi

¡Parque Kaiju os da la bienvenida!

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Tras la trilogía El fin del Imperio, el escritor John Scalzi nos traslada a una dimensión alternativa en La Sociedad por la Preservación de los Kaiju. Allí, unas criaturas inmensas, parecidas a los dinosaurios, llamadas kaiju, vagan por un mundo sin humanos. Son los pandas más grandes y peligrosos del universo y tienen problemas.

Esta novela de Ediciones Minotauro es un homenaje en tono de humor a los superlativos Godzilla y los dinosaurios de Parque Jurásico. Toda una explosión de aventuras perfecta para aderezar el verano que abre sus puertas ante nosotros en el momento de publicación de esta reseña.

La traducción ha corrido a cargo de Gemma Benavent.

John Scalzi

Este californiano afincado en Ohio es un exitoso columnista y escritor de ensayos cuyo nombre es sobradamente conocido en el género fantástico. La saga de aventuras espaciales que abrió La vieja guardia se convirtió pronto en un éxito de público y crítica, con varias nominaciones a los premios Hugo. También ha publicado las novelas El agente de las estrellas y El sueño del androide, así como los ensayos The Rough Guide to the Universe y The Book of the Dumb.

Esta novela se solapó con otra que quedó literalmente perdida en la nube. Durante la pandemia COVID-19, el manuscrito que tendría que haber entregado a su editorial se volatilizó, sumiendo al autor en una difícil situación nueva para él. Sin embargo, la inspiración brotó y en un tiempo récord la novela de la que hoy hablamos vio la luz. A caballo entre el homenaje y la solfa, como ocurre en Redshirts, Scalzi nos propone un viaje a una selva/bosque plagada de kaijus que pueden explotar en cualquier momento sus corazones nucleares sin que perdamos la sonrisa.

Coged las maletas, nos vamos

Nada hacía presagiar a Jamie Gray, antes de su entrevista de rendimiento en su empresa, que acabaría de repartidor-entregador de comida a domicilio. Su doctorado en películas friki, entusiasmo e ideas novedosas de nada le iban a servir. Vería cómo los directivos de su empresa se forraban con un pelotazo millonario en plena pandemia y con Nueva York cerrada a cal y canto.

Cuando has caído tan bajo y tu vida te parece una mierda, cómo no vas a aceptar una propuesta que le hace Tom, uno de sus clientes: unirse a una organización que protege animales. Tampoco es que le den más información, a pesar de someterse a pruebas e inyectarse diversas vacunas. El caso es que tendría una nómina sustancialmente superior a que la que podía ganar encima de una bici todo el día.

Comienza el viaje al frío norte. A la llegada a una de las escalas, nuestro protagonista conoce a otros que están como él. Aparna Chowdhury, bióloga, Kahurangi, química orgánica y geología y Niamh, astronomía y física.

Ya tenemos a la cuadrilla en la Base Tanaka, en Groenlandia. Aunque, hay otra que se llama Honda. Todo muy japonés y no será lo único. Allí les explican el tema de los turnos de los distintos equipos y que existe una brecha dimensional por los ensayos de bombas atómicas del siglo XX. Esta Asociación se ha creado para evitar que crucen de un lado a otro unos pandas que pueblan esta otra dimensión.

A partir de este momento, la aventura está servida, lista para comer.

Dinosaurios/Godzillas que no son de juguete

Montados a bordo de un Shobijin, un dirigible estilo steampunk, o en un Chopper, un helicóptero muy guay, nos moveremos por esta otra dimensión paralela. Para que os hagáis un idea, es como estar en Canadá, pero al otro lado de la pared.

Descubriremos que cuando una kaiju muere se produce una tremenda explosión nuclear con todo lo que eso conlleva . Sin embargo, esa explosión no produce los mismos efectos perjudiciales en el mundo de los kaiju que en nuestra Tierra. Estas explosiones provocan brechas y hay que vigilarlas, ya que descubriréis que nuestros personajes no son los únicos que las cruzan.

Constantes diálogos, unos kaijus como Edward y Bella de los que pronto te encariñas, acción frente a dilatadas descripciones, interesantes aspectos científicos intercalados en la narración y un paisaje exultante, hacen de la novela un caramelo que te comes pronto.

No faltarán políticos y millonarios que ven aquí tajada para sus intereses. Pero, ir por la selva tiene sus peligros también para los malos malísimos.

En plena pandemia, nos encontramos con un auténtico manual y atlas del mundo kaiju, pandas que son ecosistemas en sí mismos y que no caen víctimas de la ley cuadrático-cúbica. Pura y simple evasión que te lees en dos patadas. Descubriremos por qué hay que proteger a estos edificios con patas que cuidan sus huevos como la más tierna mamá. Y, ojo con las mamás enfadadas. Todo un homenaje a unas sagas que han dado mucho al fantástico y que aquí te descargará de tus problemas del día a día.

Podéis empezar a leer un fragmento de La Sociedad por la Preservación de los Kaiju aquí.

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Jaime Santamaría
Economista con alma de escritor. Amante de los viajes, tanto de los que requieren maletas como imaginación. Siempre con ganas de aprender.

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