Hace ya casi dos décadas que se presentó Gamecube y uno de sus títulos más impactantes a nivel gráfico —y reales— que se mostraron fue uno que nadie esperaba. Protagonizado por el segundón más importante de la historia de los videojuegos, Luigi’s Mansion nos proponía adentrarnos en una mansión llena de fantasmas para rescatar a su hermano Mario con la ayuda de una aspiradora succionaentes. Olvidado por millones de jugadores, Luigi’s Mansion hizo un buen uso de la circuitería cúbica de Nintendo ofreciendo sombras a un gran nivel, acabados gráficos perfectos y una jugabilidad a prueba de bombas gracias a las nuevas posibilidades del chip Gekko fabricado por IBM.

Tuvimos que esperar un porrón de años —demasiados quizás— para disfrutar de una secuela de gran nivel en la portátil Nintendo 3DS y ha ocurrido lo mismo; Luigi’s Mansion 2 es un gran título pero del que casi nadie se acuerda a día de hoy. No obstante, las ventas debieron agradar a Nintendo, pues no solo se ha anunciado la tercera iteración, sino que el título original, del que hablamos en el primer párrafo, vuelve a la estereoscópica de Nintendo en forma de adaptación portátil.

Desarrollado por Grezzo, compañía detrás de las adaptaciones de Ocarina of Time y Majora’s Mask para Nintendo 3DS, Luigi’s Mansion cuenta la historia de Luigi y su «valiente» cruzada contra cientos de fantasmas para rescatar a su hermano preso en una mansión encantada. Allí conocerá al Profesor Fesor, un entendidillo de los fantasmas que ha perfeccionado una técnica para atraparlos con una suerte de aspiradora y que cede al hermano verde para que le ayude en su heroica tarea. No hay mucho más que contar, pues al igual que otras aventuras de Mario y compañía (salvo en los títulos RPG) la historia es lo que menos brilla del conjunto.

Adaptar un título de Gamecube que hacía gala de una realista iluminación dinámica, unos modelados de infarto y unos gráficos de ensueño a la estereoscópica era algo difícil de imaginar y el resultado salta a la vista nada más entramos a la antigua estancia donde transcurre la aventura. Por el camino no solo se pierde la resolución original, las texturas de gran calidad o ese lúgubre ambiente que daba vidilla a la mansión, se pierde una de las cualidades que hacían único a Luigi’s Mansion, su iluminación realista que se proyectaba desde la linterna que porta Luigi durante todo el juego.

Puede parecer una nimiedad, pero Luigi’s Mansion se fabricó para demostrar de qué era capaz Gamecube y lo que maravilló del disco óptico serigrafiado con la cara de Luigi fue precisamente su portento con el manejo de las luces. Insuflaba realismo en un irrealista videojuego a la par que dotaba de un aire lúgubre muy acorde con la temática. En su adaptación a Nintendo 3DS, al perderse esta característica, se pierde la esencia más importante de la obra original. No solo eso, ahora el cartucho tiene un aire algo más «cartoon» heredero de su segundo capítulo que lo hace más juvenil. Al menos es nuestra sensación.

La duración fue uno de sus aspectos más criticados y aquí sigue teniendo la misma. Mismos puzles, mismos adversarios, mismas rutinas y cero novedades. Como mucho, el uso de la estrobombilla que deja ver el corazón de los fantasmas para así atraparlos mejor y que en el disco de Gamecube no hacía acto de presencia, pero sí en su continuación en 3DS. Un modo Time Attack con jefes se ha incluido —con opción para dos jugadores con un único cartucho— así como un modo cooperativo para terminar la historia principal haciendo uso de dos copias del juego. Nada de online por desgracia, se requiere la presencia física a nuestro lado del segundo jugador. Añadidos interesantes pero poco trabajados en el que la consola deja entrever que potencia, lo que se dice potencia, no cuenta con demasiada. Algún que otro tirón, recortes por aquí y por allá en juego cooperativo, más los ya nombrados anteriormente son evidencia pura de lo que comentamos. Por supuesto, el juego es compatible con Amiibos, los cuales ofrecen jugosas recompensas que no hacen más que facilitar aún más la aventura a los jugadores.

No hay mucho más que comentar en este aspecto, pues el juego es exactamente el mismo que el de 2001 —incluida la sorpresa final al terminar la odisea de Luigi— salvo por las escasas novedades que contiene. Un juego de apenas cinco horas de duración que pueden alargarse a 10 por dos motivos; que no lo hayas jugado nunca o por su control.

Y es que al contrario de lo que Nintendo nos ofreció con Luigi’s Mansion 2, en este remake el control del segundo fontanero más famoso de la historia de los videojuegos es espantoso. Existen diversas configuraciones para intentar hacernos con el control del personaje con gorro verde, a cada cual peor. Luigi se maneja con el stick izquierdo y la linterna con el C-Stick, cruceta o giroscopio. La primera opción es la más sensata, pero solo si contamos con un Circle Pad puesto que la engorrosa protuberancia analógica de la que hacen gala los modelos New, que no es todo lo cómodo que nos hubiera gustado. Con la cruceta os podéis hacer una idea de lo poco usual que puede resultar dominarla. Y con el giroscopio se nos obliga a estar todo el rato moviendo la consola para hacernos con el control de la linterna y/o aspiradora. La lástima es que es una opción decente, sino fuera porque si jugamos con la función estereoscópica activada vamos a tener serios problemas de visión.

Como novedades tenemos la pantalla inferior de Nintendo 3DS mostrando en todo momento el mapa de la mansión, súper útil para orientarnos sin tener que pulsar botones innecesarios para acceder al plano. Se ha añadido también un modo cooperativo para la aventura principal donde el segundo jugador controla a un clon de Luigi. Está bastante limitado en cuanto a acciones que puede realizar, pero el extra es lo suficientemente interesante como para tenerlo en cuenta, salvando, eso sí, que las carencias técnicas de la portátil nipona hacen que el juego petardee cosa mala. También se ha incluido un modo Jefe donde batallar con ellos en cualquier momento —incluso en cooperativo sin necesidad de poseer dos copias del juego—. No está mal pero tampoco es que sean muy difíciles los combates.

El apartado del audio es prácticamente idéntico al original, alguna que otra pequeña variación pero nada que destacar. No es que Luigi’s Mansion sea un portento en este menester, pero nadie duda de que sus melodías son súper simpáticas y muy agradables para nuestros oídos. ¿Quién no recuerda a Luigi tarareando la melodía principal? En lo visual lo que ya hemos comentado al inicio del texto, se pierde la iluminación realista para dejar paso a entornos algo más vivos en los que la ausencia del haz de la linterna no nos haga escudriñar los ojos. No está nada mal la adaptación, pero si se pierde parte de la esencia del original de Gamecube, el cual no aterraba pero sí nos hacía sentir algo tensos.

Luigi’s Mansion para Nintendo 3DS es una joya que no debéis dejar pasar a menos que ya lo disfrutarais en Gamecube. Sigue siendo un juego brillante e incluso trae alguna que otra novedad para hacerlo más entretenido, pero el desastroso trabajo realizado en la adaptación de los controles lastra muchísimo a la diversión. Es el único punto negativo —e importante— que podemos recalcar una y otra vez. Gráficamente estaba claro que la portátil de Nintendo no podría mover el disco original, pero lo conseguido está a un muy buen nivel, máxime si le añadimos que la función estereoscópica está perfectamente implementada. En mi opinión el videojuego de Gamecube es mucho mejor que su continuación en Nintendo 3DS, pero esta revisión se queda un peldaño por debajo de la misma.

FantasyTienda: Figuras, merchandising, juegos
Ricardo Fernández
Comencé con Asteroids en recreativa y todavía sigo jugando. Juntaletras del sector de los videojuegos desde hace más de una década.

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