Flash Renacimiento 4,5 y 6Tras la tormenta de fuerza de la velocidad en Central City, Flash ya no es el hombre más rápido de la Tierra. Son varios aquellos que han sido afectados y ahora comparten el mismo poder que Barry Allen.  Gente corriente como el compañero de trabajo de Allen, August Heart o su novia Meena Dhawan conforman ahora un grupo de velocistas que no comprenden sus poderes ni tiene intención de ser nuevos superhéroes.

Sin embargo, uno de ellos se ha hecho llamar Godspeed, y ha robado la velocidad a varios velocistas, incluida Meena, para hacerse aún más rápido y poderoso, aunque la consecuencia fuera matarles. Todo apuntaba que el Dr. Carver, líder de la facción Agujero Negro, estaría detrás, pero Allen se equivocaba.

Es en este punto donde Williamson y Di Giandomenico continúan el arco en los números 6,7 y 8 USA.  Flash debe enfrentarse a al fracaso de no haber podido defender a Meena y a los otros velocistas asesinados. Los que quedan vivos no tienen ninguna intención de seguir perteneciendo al mundo superheroico, prefieren deshacerse de sus poderes cuanto antes, pero nadie sabe hacerlo sin que mueran.

Por si fuera poco, la inquietud de Wally West por sus propios poderes aparece, conformando otro problema más que incluir en la lista de Allen. Tantos son que hasta el final nuestro Flash no se da cuenta de que Godspeed ha estado siempre frente a sus narices.

Flash Renacimiento 4,5 y 6

Aunque interesante por el tema de dotar de poderes a gente corriente, al final la historia de Williamson vira hacia la eterna lucha de Flash: siempre hay alguien que es más rápido que él, y siempre es malvado. Ya sea Flash Reverso, profesor Zoom o Godspeed, la idea y el resultado es el mismo, como una especie de maldición para el velocista escarlata.  El hecho de que siempre esté todo relacionado con la vida de Barry Allen le dota de un punto de culebrón que, si bien suele ser base de casi todas las cabeceras de superhéroes, a veces limita el radio de implicación de la historia. Flash, más que un salvador de la ciudad, se dedica a resolver sus propios asuntos y dramas familiares, muchas veces instigados por la repercusión de sus poderes.  En definitiva, la idea de Ditko en las primeras etapas de Spiderman de que los villanos son auténticos desconocidos fracasa ante el culebrón protagonizado por un número limitado de personajes.

El dibujo de Di Giandomenico no es muy allá (y eso sorprende conociendo sus anteriores títulos), con unas tintas borrosas, en ocasiones repleto de mucho detalle y en otras de forma esquemática, con una narrativa correcta, pero sin sorpresas y un color de Iván Plascencia poco acertado que no distingue ni fondo de figura, ni planos, que se recrea en texturas digitales cuyo color siempre asemeja a cuando mezclas demasiados colores de plastilina. El digital puede ser traicionero al tener todos los recursos y paletas de forma ilimitada. Quizás el color tenga mucho que ver en la percepción del dibujo. 

Flash Renacimiento 4,5 y 6El 9 USA funciona como un interesante entreacto, donde el anterior Kid Flash aparece para reencontrarse con Barry Allen y para darle consejos a Wally West, que se precipita a la hora de enfundarse su propio traje de velocista para combatir el crimen en solitario. Las alusiones al multiverso y a la desincronización del tiempo de Renacimiento están presentes, un elemento ineludible que se había perdido al final del anterior arco. Quizás el resultado será un poco empalagoso por el hecho de que Allen es demasiado buenazo (y todos se empeñan en recalcarlo) y que el primer Kid Flash actúa como si fuera el programa de Hermano Mayor.

El dibujo de Jorge Corona, bastante más caricaturesco, funciona muy bien en este número lleno de carreras, rayos y expresiones histriónicas, pero también de patetismo y de conflictos adolescentes. Sorprendentemente, el mismo Iván Plascencia acierta plenamente con el color, con una paleta más limitada y bien elegida y unos colores que destacan y se contrastan perfectamente, moraleja de que no hay que desechar a ningún autor en el primer contacto.

El siguiente arco, La velocidad de la oscuridad comienza en los números 10 y 11 USA de forma muy interesante. El comportamiento de Kid Flash aún tiene que pulirse, pese a las charlitas del anterior número, hasta que en una de sus incursiones en solitario la pifia justo delante de Iris West y Barry Allen. Pero el interés fundamental del arco reside en una misteriosa sombra que ha aparecido por las calles de Central City. Una sombra que el recién fallido y deseoso de enmendarse Wally West es incapaz de dejar pasar.

El chiste se pierde en parte en español, porque una sombra en inglés es Shadow, como cierto personaje antiheroico y siniestro del universo DC.  Tal sombra busca la esperanza (que, de nuevo, perdiéndose en la traducción, sería Hope) y se ha manifestado en Central City en busca del velocista escarlata para llevarlo al otro mundo, al mundo de las sombras (que recuerda poderosamente al mundo de los sueños de Lovecraft), para que le ayude con su propio dilema.

Flash Renacimiento 4,5 y 6

El arco nos deja en un buen cliffhanger, pero habiendo disfrutado de una historia oscura, que se expande en el universo DC con la aparición de The Shadow y toda su estética, ejecutada de forma correcta en el número 10 por Felipe Watanabe, profuso en los entramados para las sombras y acertado en las páginas finales.

Pero quien explora esa estética siniestra en el siguiente número es Davide Gianfelice, con resultados muy satisfactorios, usando unas tintas muy expresivas, con mucha mancha en negro aprovechando la coyuntura. La representación de Shadow con es ojos envueltos en oscuridad es muy inquietante. Quizás se le pueda achacar como fallo el dibujo de la torre, muy deudor del 3d digital (léase Sketchup) y por tanto demasiado profuso en detalles en comparación con el resto del dibujo, mucho más ambiguo en su expresionismo y un color que le sienta como un guante que nos hace perdonar la primera impresión de Plasencia.

Flash Renacimiento 4,5 y 6

En definitiva, estas tres grapas han ido de menos a más tanto en historia como en grafismo, con un Williamson poniéndose las pilas y un Plasencia redimiéndose del primer coloreado, que rebaja mucho el trabajo de Di Giandomenico.

¿Cómo escaparan Flash y Kid Flash del mundo de las sombras? ¿Cómo resolverá The Shadow su dilema entre el bien y el mal? Lo veremos en los próximos números.

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M. G. Villarrubia
Arquitecto enamorado del cómic, la literatura, la música rock y el arte en general. Además de ser organizador del Festival Manga de Cádiz, investiga y realiza conferencias sobre japonología.

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