Warhammer 40.000: Darktide es el juego más reciente del universo Warhammer. Esta vez vuelve a estar bajo el mando de quienes nos trajeron la experiencia Vermintide, el estudio Fatshark. Con una acción frenética y una ambientación muy oscura y grotesca, podemos dedicar muchas horas a masacrar enemigos. Muy probablemente, gran parte de estas horas las pasaremos en cooperativo, por lo que se nos pasarán volando si se trata de amigos o un escuadrón competente.
Así que cooperativo
Efectivamente, la idea de Warhammer 40.000: Darktide es explotar el modo cooperativo de hasta cuatro jugadores. Nuestras andanzas se basarán en cumplir misiones para el emperador de la ciudad colmena en la que nos encontramos, Tertium. El planeta que habitamos es Atoma Prime, plagado de hordas enemigas que sirven al dios Nurgle.
El planteamiento es bastante simple, pero también tendremos una historia de fondo. Aunque no se puede decir que aporte demasiado, se agradece como incentivo. Debemos abrirnos paso a través de cientos de enemigos, ya sea mediante potencia de fuego o con golpes devastadores.
La manera de jugar y continuar victoriosos en nuestra guerra particular variará según nuestros objetivos. Aunque la más común es avanzar y masacrar a nuestros enemigos, también existen objetivos de exploración e investigación.
La diferencia de las clases
Una vez más, Warhammer 40.000: Darktide nos da a elegir entre cuatro clases diferentes. Cada una de ellas tiene una habilidad activa concreta, además de varias pasivas diferentes entre sí:
- Zelote Predicador: muy importante en el daño cuerpo a cuerpo, así como en las armas de fuego de corto alcance. Si queremos destruir las filas enemigas y entrar por todo lo alto, esta es la tuya.
- Rompecráneos: el tanque por excelencia, gracias a su corpulencia es capaz de aguantar grandes cantidades de daño, y servir de defensa a sus compañeros.
- Psíquico: posiblemente la clase más compleja de utilizar, debido a la gran responsabilidad de sus poderes. Podremos controlar a grandes grupos de enemigos y causar daño importante a enemigos especiales.
- Especialista Francotirador: la manera más estratégica de jugar, con armas de largo alcance que hacen un buen daño a los enemigos. Tristemente, su escasa vida y su debilidad frente a ataques cuerpo a cuerpo lo hacen bastante frágil, así que debemos tratar de elaborar tácticas especiales para usarlo.
Uno de los datos más importantes con respecto a las clases es que podemos elegir varias similares para nuestro equipo. Dependiendo de nuestra manera de jugar y los objetivos concretos, repetir clase puede ser perjudicial para la prosperidad de nuestra misión. Otro dato curioso de la elección de clases es que cada una de ellas tiene equipo exclusivo, por lo que es importante elegir elementos específicos para cada clase.
Repetitivamente adictivo
Si de algo puede pecar Warhammer 40.000: Darktide es de repetitivo. Nuestra misión es completar el objetivo concreto, obtener todo el botín y experiencia, y con ello mejorar nuestro equipo. Una y otra vez, al más puro estilo grindeo. Lo bueno es que se deja jugar bastante bien, es adictivo, y una vez nos hagamos con la mecánica de juego nos resultará algo muy gratificante.
A diferencia de la lucha cuerpo a cuerpo de Vermintide, Warhammer 40.000: Darktide nos ofrece también la oportunidad del combate a distancia. Para el cuerpo a cuerpo, seguiremos la estela de Vermintide, sumando a los ataques rápido, cargado y bloqueo, la capacidad para esquivar. Se une al armamento cuerpo a cuerpo las espadas sierra, que nos deleitarán mientras descuartizamos a nuestros enemigos de una forma visceral.
En cuanto al combate a distancia, tendremos a nuestra disposición las armas que más conocemos, como rifles de plasma o bolters. Se intenta mantener una dualidad entre ambas opciones de combate, aunque evidentemente las clases a distancia preferirán estas últimas.
O exploras, o no mejoras
Durante nuestras andanzas por Warhammer 40.000: Darktide podemos elegir por avanzar rápidamente sin tener en cuenta los caminos a explorar. Como poder, podemos; sin embargo, necesitamos materiales para mejorar nuestro equipo, por lo que realmente se nos obliga de manera pasiva a explorar, recompensándonos con estos materiales.
Entre los eventos que pueden ocurrir durante nuestro viaje, tendremos que cargar un objeto a un punto concreto, hackear un sistema o investigar mientras aguantamos el ataque de las hordas. Durante nuestras misiones podremos encontrarnos con minijefes, así como enemigos especiales que nos darán guerra. Nada de esto supone una amenaza escalofriante, pero podrán ponernos las cosas bastante interesantes, sobre todo si nos cogen por sorpresa.
Un apartado artístico de sobresaliente
El ambiente que se muestra en Warhammer 40.000: Darktide es abrumadoramente fiel a lo que siempre hemos soñado. Los entornos son lúgubres, repletos de detalles y con una fidelidad interesantísima. La importancia de la oscuridad y esa sensación de agobio se transmite de forma espectacular, sin duda alguna estamos ante una de las mejores representaciones de este universo.
La calidad gráfica también es bastante buena, tanto en el entorno como en los personajes y las armas. También tenemos que ser conscientes del gran trabajo que se ha conseguido con la banda sonora, inmersiva y fidedigna. Los efectos como la iluminación, la sangre y visceralidad, las sombras y el humo también están tratados con buen mimo, sin duda mejorando lo presentado en Vermintide.
Algunos detalles finales
Aunque se hace repetitivo volver una y otra vez a las mismas misiones para mejorar nuestro equipo, realmente no es tan repetitivo. Sí que es cierto que los mapas son los que son, pero los enemigos que se generan cambian, así como podemos cambiar de estrategia variando nuestro escuadrón. El cambio de nuestro equipo puede ser tanto con la inteligencia artificial como con jugadores reales, sean nuestros amigos o jugadores aleatorios en línea.
Uno de los aspectos que no me gusta es la implementación de las microtransacciones. Es cierto que no es nada vital y se utiliza para elementos cosméticos que podemos conseguir jugando; la cosa es que tendremos que jugar mucho para conseguirlos de manera gratuita. Esta implementación se viene dando desde los grandes videojuegos de corte gratuito, por lo que no le veo demasiado sentido en un juego de pago, y menos de estas características.
En cuanto a los niveles de dificultad, aunque las más altas otorgan más recompensas, también entrañará mayor dificultad. Por tanto, es preferible recolectar recompensas en dificultades no tan exigentes. Depende de cada jugador y su tolerancia a la repetitividad, pero tendrás que mejorar tu equipo constantemente si quieres salir victorioso, sobre todo en las dificultades altas.
Conclusión
Warhammer 40.000: Darktide es, posiblemente, el mejor sucesor espiritual para Vermintide. Se ve bien, se juega bien, se disfruta con su visceralidad, pero puede sentirse algo repetitivo. Su apartado artístico es espléndido, con unos gráficos y una ambientación muy detallistas. La banda sonora es, una vez más, destacable y justa en su medida. Es cierto que si buscamos una experiencia individual se hace algo aburrido, pero es que el plato fuerte es su vertiente cooperativa. El juego cumple lo que promete, y si os encanta desmembrar y masacrar hordas enemigas, seguro que disfrutáis un buen puñado de horas de este título.
