Cuando el Perrinowmicon llegó a mis manos, pensé que se trataba de una delirante versión del legendario libro escrito por el árabe loco Abdul Alhazred. Pero entonces cometí el error de abrirlo. Descubrí entonces que el único parecido entre este grotesco libro y el Necronomicón es su capacidad de enloquecer a todo aquel que decida meter las narices entre sus páginas, puesto que todo en él cumple el único y sencillo propósito de destruir la mente de sus víctimas con las más irreverentes, crueles, despiadadas y absurdas tiras cómicas que han pisado jamás la editorial Fandogamia.
Lanzo entonces un aviso. Si para ti, lector, aún queda alguna cosa sagrada en el mundo, si no tienes la capacidad de troncharte ante las escenas más explícitas y dañinas, si existen para ti temas tabúes en el humor, o no tienes el estómago o las agallas suficientes para lo que puedas encontrar, no te molestes en comprar este cómic. No te molestes ni en pedírselo a un amigo tuyo cuando te lo ofrezca. No ojees, siquiera por curiosidad lo que te estás perdiendo. Podrías reírte y no poder dar marcha atrás.
Para que os hagáis una idea de lo que podemos encontrar, os diré que las violaciones están a la orden del día, muy presentes, y son utilizadas con total libertad y ligereza. Todo puede ser violado. En el sentido literal y en el figurado.
Hay muchos bebés y niños. Por desgracia para ellos. La edad aquí no es un impedimento para dar rienda suelta a la violencia extrema y gratuita.
Nadaremos entre mierda. Si, de la que sale por el culo. De varios animales. Entrará por nuestros ojos de la misma manera que entrará por la boca de muchos de nuestros protagonistas. Desde la web Fantasymundo pensamos que Perrinow debe tener puesto en bucle “2 girls 1 cup” como fondo de escritorio para ser capaz de escribir y dibujar como lo hace.
¿Qué quién es Perrinow, decís? Michael Perrinow. El autor de esta blasfemia a todo color. Si no os suena su nombre, no desesperéis. Él mismo se retrata entre sus páginas, demostrando ser el tipo de persona que uno imaginaría capaz de escribir estas locuras.
Si queréis conocerlo un poco más, es tan sencillo como entrar en Twitter y buscar su perfil, @michaelperrinow, donde encontraréis algunas de las historias que aparecen en este libro. No obstante, para disfrutar al máximo de la experiencia Perrinow, recomendamos encarecidamente la versión en papel que nos trae Fandogamia, pues cuenta con los colores de Sara Cepeda, añadiendo nuevas capas al material ya existente y haciéndolo mucho más atractivo. Incluye además material inédito, e incluso puedes encontrar marca páginas y postales (aunque has de tener cuidado en qué libro las utilizas, o la persona que se siente junto a ti en el metro puede salir gravemente perturbada).
Una cosa agradable que se puede decir del Perrinowmicon (aunque con todo lo que se dice en él, debería negarme a decir cualquier cosa medianamente agradable de él por justicia kármica) es que al igual que se ríe de todo, se ríe de sí mismo. El autor trata a su alter ego en la ficción como un monstruo horrible y desagradable, socialmente inepto y siniestro. En sus primeras páginas, se regodea de las críticas negativas que le han puesto en Twitter como quien pone los premios a los que ha sido galardonada su obra. ¡Incluso en la presentación de los autores en los pliegues de la portada se dibujan como insectos!
Desde luego, el Perrinowmicon no es para todo el mundo. Más bien diría que no es para el gusto de casi nadie. No de forma natural. Nadie nace gustándole el Perrinowmicon. Has de pasar traumas muy duros o sufrir algún problema grave para encontrarlo gracioso. Pero, si ese es tu caso, y si has llegado hasta aquí leyendo, posiblemente lo sea, felicidades. Finalmente, alguien se ha atrevido a escribir esa obra perfecta para ti. Y lo que es aún más increíble: una editorial ha llegado a pensar que sería una buena idea publicarlo. Les preguntaremos cuando nos crucemos en el infierno. Ellos por publicarlo, y nosotros por reírnos con sus barbaridades.
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