Plan de huida nos acerca de nuevo al cruento enfrentamiento que tuvo lugar durante la Guerra Civil española en 1936.
Hemos leído uno de los que, a gusto propio, es de los mejores cómics del año: Plan de huida. Un ejemplar espectacular desde su pluma y dibujo hasta su edición, pasando por la trama, que es apasionante desde que te metes en ella hasta que termina.
Los chicos de Grafito Editorial han hecho un trabajo de edición meticuloso, ofreciéndole a los lectores un tomo (de tapa dura) con un acabado inmaculado, dejándonos entrever en la portada los dos temas en los que se centra la obra: el arte y la guerra. En especial me ha gustado muchísimo la guarda interior de la cubierta, pues recrea un enfrentamiento bélico en blanco y negro tanto al principio como al final del cómic. ¡Una maravilla!
«La guerra no hace grande a nadie»
Entrando en materia y contenido, lo primero que vemos al pasar de páginas es el estilo propio del autor. Agustín Ferrer ha sabido plasmar con una identidad propia tanto a sus personajes como a todo el dibujo… una tarea bastante difícil dada la gran cantidad de personajes, estilos e identidades que hay dentro del mundo del cómic.
No queremos contaros mucho sobre la historia de Plan de huida porque es verdaderamente maravillosa y queremos que la disfrutéis de primera mano, solo os contaremos que nos cuentan dos historias simultáneas aunque separadas en el tiempo: una en la actualidad y otra en plena Guerra Civil española. ¿Qué tiene de fabulosa entonces esta historia? Pues que de una manera magistral, su autor ha sabido dar saltos entre una época y otra sin que el lector pierda el hilo. El cómic empieza con la búsqueda (en la actualidad) de un cuadro perdido durante la Guerra Civil después del traslado forzado de la capital de España durante el conflicto (de Madrid a Valencia, y ya cuando los sublevados habían casi ganado, a Barcelona), lo que hizo que el gobierno de la II República también trasladase las obras de arte del Museo Nacional del Prado para la conservación del patrimonio nacional.
Personajes con la picaresca española
En este contexto conocemos a José María Ledesma y a Borja, dos de los protagonistas que se embarcarán en la misión de recuperar la obra magna de Leonardo DaVinci: la Gioconda, pues una serie de pistas ponen la alarma en que el cuadro que se encuentra en la actualidad en El Prado no es el original, sino una copia. Como os hemos contado, de manera magistral, se nos irán intercalando la historia actual de la búsqueda de la Mona Lisa con el episodio bélico del traslado y su robo para suplantarlo por la copia que persiguen decenas de años después José María y Borja.
Ya os hemos dicho que no queremos fastidiaros la experiencia, así que en cuanto podáis, no dudéis en haceros con esta joyita llena de acción y suspense.
Una obra de arte visual
Que sí, la historia es buenísima, pero es que la personalidad y el carácter que le ha dado el autor a sus dibujos son apabullante. Todas las páginas están a color, con viñetas cargadas de vida. Nos ha gustado también el detalle de que, cuando estamos leyendo la trama de la actualidad, vemos que el color del bordeado de las páginas es distinto a cuando leemos la parte de la Guerra Civil.
El dibujo de los personajes, caricaturescos con facciones muy marcadas (narices grandes, arrugas muy marcadas, ceños muy fruncidos…) dotan a cada personaje de un estilo independiente entre ellos, pues ni los personajes de fondo que no interactúan en la historia se parecen entre sí.
¿Os recomendamos Plan de huida?
Sin dudas sí, por nuestra parte no tenemos nada malo que decir sobre Plan de huida. Es uno de los mejores cómic que hemos leído, no solo por su historia, también por su rigor histórico y su elaboración, meticulosamente trabajada. Se nota que a Agustín Ferrer Casas le encanta lo que hace y se documenta a la perfección para crear sus obras.