Ghost of Yotei – Análisis

Una historia de venganza, un entorno japonés del siglo XVII, el viento guiando nuestros pasos… así es el nuevo Ghost of Yotei.

El pasado 2 de octubre se lanzó Ghost of Yotei, el nuevo videojuego de acción y aventura desarrollado por Sucker Punch Productions, y publicado por Sony Interactive Entertainment para PlayStation 5 en exclusividad, como en su momento ocurrió para su predecesor, Ghost of Tsushima.

En un año en el que el premio al mejor juego del año va a estar reñido, un nuevo título entra en la competencia, enfrentándose a grandes titanes como Clair Obscur: Expedition 33, Silksong e incluso Kingdom Come Deliverance 2. Sucher Punch Productions ha querido unirse a la competencia por el GOTY 2025 con el lanzamiento de un nuevo título. ¿Qué tiene, entonces, Ghost of Yotei que lo haga diferenciarse del resto?

En este análisis os contaremos todo lo que hemos podido aprender de este nuevo título de ambientación japonesa.

Un viaje por la venganza

La trama del videojuego se centra en Atsu, una mercenaria que se dedica a recorrer la región de Ezo (actual isla de Hokkaidō) en los alrededores del monte Yotei. 

El pasado de Atsu está marcado por el asesinato de su familia 16 años antes de la historia de Ghost of Yotei a mano de un grupo de hombres conocido como Los Seis de Yotei.

A medida que avanzamos y progresamos en la historia vamos descubriendo más sobre el pasado de Atsu y los motivos que condujeron hacia el asesinato de toda su familia, adentrándonos más y más en una historia de venganza que tampoco se nos presenta como el hilo conductor más original para una trama narrativa.

Mientras avanzamos en la aventura, volveremos a pasar por escenarios importantes para la vida de Atsu, como la casa donde vivía con sus padres y su hermano, lugar donde podremos contemplar algunas cinemáticas a través de las cuales conoceremos más a nuestra protagonista y realizar algún que otro tutorial.

Ghost of Yotei es una secuela no directa de Ghost of Tsushima, compartiendo estilo visual y universo pero sin tener los mismos personajes ni ser una continuación de la historia, así que no esperes una continuación del título de 2020.

Unas pinceladas de historia

El juego se sitúa en 1603, en el territorio de Ezo (nombre antiguo para lo que hoy conocemos como isla de Hokkaidō). Esta fecha coincide con el inicio del periodo Edo en el Japón central. 1603 fue el año en que el clan Tokugawa estableció su shogunato y comenzó una era de relativa paz interior y aislamiento exterior. Hokkaidō / Ezo en aquellos tiempos no estaba tan plenamente bajo control del Japón central como otras regiones. Era una zona más remota, con elementos de frontera, contacto con culturas indígenas como los Ainu (tal y como se refleja en el videojuego) y naturaleza más salvaje. 

En el juego, se habla de que la región está dominada por el grupo rebelde Los Seis de Yotei que pretende reclamar esa isla para sí mismos, lo que refuerza el ambiente de periferia, conflicto interno.

Un gameplay entretenido

El juego se centra, como mencionamos anteriormente, en el viaje de Atsu por la venganza de su familia. Con ella, recorreremos el territorio de Ezo, explorando un mundo abierto en tercera persona. Esta exploración es uno de los pilares fundamentales de Ghost of Yotei, pues tendremos grandes extensiones de montaña, praderas, nieve… que tendremos que atravesar para ir de un punto a otro del mapa.

Lo curioso es que cuando tenemos que recorrer largas distancias haremos uso de nuestro caballo, y el empleo de éste activa una de las funciones más curiosas del título y es el “modo cine” mientras montamos a caballo. Esto, junto con los grandes espacios al aire libre, generan un sentimiento de inmersión llamativo.

Por otra parte, en este juego el combate es crucial, pues constituye la principal forma de avanzar en los conflictos. Tendremos combate cuerpo a cuerpo, a distancia y empleando armas de fuego, con la finalidad de mostrar algunos objetos bélicos con correlación histórica. Se abandonan las conocidas posturas de lucha que pudimos conocer en Ghost of Tsushima, para darle más importancia al parry o contrarresto de armas. Además, de vez en cuando una loba que nos acompaña en nuestro viaje nos ayudará en determinadas circunstancias. Como ocurría en Sekiro, también tendremos un sistema de sigilo a través del cual nos podremos mover entre tejados y puntos altos de algunas localizaciones, para lo que emplearemos un gancho.

Modo foto de calidad

Un aspecto importante que no podemos dejar sin mencionar es el modo foto del que dispone Ghost of Yotei. Probablemente se trate del modo foto más completo en un videojuego. Al hacer uso del mismo, podremos cambiar la hora del día, la estación del año, el clima, las partículas que aparezcan en la pantalla… además de algunos aspectos más básicos como la altura de la cámara y el zoom.

Me ha resultado muy llamativo porque con este modo foto se pretende extraer del título lo que perfectamente podrían ser fotogramas de una película de Akira Kurosawa (siendo esto, también, el motivo por el que en la configuración previa del juego existe la posibilidad de jugar a Ghost of Yotei como si de una película del director japonés se tratara). 

Gráficos esperables con una ambientación inmejorable

Si bien es cierto que el apartado visual no es el punto fuerte del videojuego, no podemos decir lo mismo de la ambientación que estos consiguen. No podremos verle los poros de la cara a Atsu, ni contemplar cómo el pelo de la crin de su caballo ondea sedoso, pero todo ello, junto con el entorno y la interacción con él (como el empleo del viento a modo de brújula) hacen que pasear los escenarios japoneses del siglo XVII sea una experiencia insuperable.

Los gráficos de Ghost of Yotei no destacan por ser los más brillantes ni modernos de los últimos videojuegos, pero la estética japonesa está muy lograda y el simple hecho de pasear en caballo por el mapa se convierte en una experiencia muy inmersiva, además de relajante.

No obstante, hay que ser justos. Decir a día de hoy que los gráficos de un videojuego no destacan especialmente por algo ya implica una calidad técnica notable. Lo que ocurre es que, en un mercado donde abundan los títulos triple A con gráficos hiperrealistas, Ghost of Yotei se presenta como uno más, de ahí que la inmersión que logra el título sea su punto fuerte.

Otros aspectos

Uno de los puntos fuertes que trajo consigo el lanzamiento de Ghost of Tsushima en 2020 era el hecho de que apenas había juegos con ambientación nipona. En octubre de 2025 la situación no es la misma, pues cinco años han pasado desde entonces, y hemos podido disfrutar de lanzamientos como Rise of the Rōnin, Assassin´s Creed Shadows, Trek To Yomi… Es decir, aunque la ambientación del juego está muy lograda, actualmente no aporta nada novedoso, haciendo que Ghost of Yotei caiga un poco en el saco de “juegos genéricos japoneses”. 

Otro aspecto a tener en cuenta es que a la hora de desplazarnos de un punto a otro del mapa hay amplias zonas vacías donde lo único que tenemos es, literalmente, campo, cosa que está muy bien para generar ambiente pero que empobrece el mundo abierto del juego.

Lo mismo pasa con la trama. La venganza familiar la hemos jugado en multitud de títulos. Desde el mismo Ghost of Tsushima, pasando por el Sekiro, Nioh… así como otros menos japoneses como The Last of Us: Parte II y Residen Evil: Village. Es por esto que, si eres un jugador habitual de grandes videojuegos como estos, puede que jugar al nuevo juego de Sucher Punch Productions te resulte pesado y repetitivo.

A modo de conclusión

En una industria cargada de títulos de ambientación japonesa, Ghost of Yotei se presenta como uno más, aportando la inmersión como su punto fuerte. Sin destacar en ningún aspecto clave, resulta un título entretenido para poder perdernos largas horas en el pasado de Atsu y los aspectos más turbios de una sociedad japonesa en construcción.