Entre las novedades del mes de junio de Norma Editorial salía a la venta la edición coleccionista de “Fruits basket 9”, el afamado shojo de Natsuki Takaya. En este nuevo tomo continuamos averiguando los secretos que se ocultan tras el clan Sohma y su maldición, y profundizando en los sentimientos de los personajes que protagonizan esta maravillosa obra.
Para los que no estéis al día o no conozcáis el manga, os recomiendo leer la reseña del primer tomo, ya que este artículo contendrá spoilers hasta el volumen 8.
Los secretos de los Sohma
Mientras persigue su objetivo de romper la maldición de los Sohma, Tôru recibe la visita de Kureno, quien, en respuesta al mensaje que ella le envió para que viese a Uotani, le cuenta su historia. Una historia que desvela muchos de los oscuros misterios que guarda la familia maldita, y que la joven no sabe cómo asimilar. Pero, al mismo tiempo, dicho encuentro también abre un rayo de esperanza para ella.
Los secretos revelados del clan hacen que muchas piezas encajen, logrando que comprendamos mejor las intenciones de Shigure y al propio Akito, aunque al mismo tiempo abren otras tantas cuestiones que tendremos que esperar para descubrir.
Ren desaparece de nuevo, preocupando a Tôru, Yuki y Haru. Por su parte, al nacer su hermana pequeña, Hiro se replantea su comportamiento y se enfrenta a Haru y Kisa con la verdad que ha tenido guardada por delante.
En el consejo estudiantil Yuki sigue lidiando con unos compañeros que ponen a prueba su paciencia, y empieza a darse cuenta de que cada vez está más cerca de Machi. Finalmente, al aproximase la fecha fatal en la que deberán separarse, también Tôru reflexiona sobre sus sentimientos hacia Kyo, quien ya se ha rendido por completo a su destino. ¿Conseguirá la joven romper la maldición a tiempo para salvarlo?
Verdades y emociones
“Fruits basket 9” edición coleccionista (que recoge los tomos 17 y 18 de la edición original), es un tomo muy intenso. A nivel trama con un montón de verdades que nos hacen entender mejor a algunos personajes y lo que está ocurriendo con la maldición de los Sohma. Las piezas encajan, van conformando un puzle sólido que a su vez se muestra más vasto de lo que creíamos en un principio. ¿Qué otros misterios se ocultarán en esos nuevos huecos que nos quedan por rellenar? A falta de tres volúmenes para cerrar la historia, falta cada vez menos para saberlo. Solo hay una cosa segura, la intensidad promete ir a más.
A nivel emocional el tomo tampoco se queda atrás, pues los sentimientos que evocan los protagonistas golpean con una fuerza arrolladora. La desesperación de Tôru, la resignación de Kyo, el alivio de Ren, la furia de Haru, la entrega de Kureno, la amistad de Uo y Hana… Todos ellos traspasan la piel del lector y encogen el corazón de tal forma que no podréis parar de leer hasta que se acaben las páginas.
Manga más que humano
El desarrollo de personajes de Natsuki Takaya es increíble. Protagonistas o secundarios, no deja ni a uno solo atrás, ni un solo nudo sin resolver. Incluso cuando ya creemos conocerlos, la autora nos descubre una faceta más de su personalidad, pone ante ellos obstáculos que los llevan al límite y les hacen reaccionar de formas inesperadas, pero a la vez muy coherentes.
La forma que tiene de mostrarnos sus secretos y hacer así que todo lo sucedido encaje, o de descubrirnos junto a ellos sus propios sentimientos, consigue que nos quedemos prendados del elenco al completo.
Estilo Fruits basket
Poco puedo decir que no haya mencionado ya del estilo tan peculiar de Takaya. Un poco difícil de mascar al principio, si has llegado hasta este punto de la historia ya estaréis más que acostumbrados a su diseño de personajes de rostros redondos y cuerpos algo rígidos, con esos ojos enormes que tan expresivos los hacen. No obstante, si lo comparamos con antiguos volúmenes vemos una clara evolución en el dibujo de la mangaka, pues ahora muestra unos rasgos más armoniosos, estilizados y con más profundidad.
También se nota un cambio en los escenarios, cada vez más detallados y que van adquiriendo algo mayor importancia en las viñetas, aunque la autora sigue apostando por los fondos blancos, dejando recaer todo el peso de las escenas sobre sus personajes.
En definitiva, a nivel personal se ha vuelto un estilo muy agradable y característico, imposible de confundir, puesto que no hay otra obra igual a “Fruits basket”.
En definitiva, “Fruits basket 9” continúa la trama con una intensidad asombrosa, pero muy equilibrada, dando a los personajes (y por tanto a los lectores) el respiro necesario para asimilar la nueva información. En cuanto a las escenas más emotivas, logran robarnos el corazón y llevarnos de la pura alegría al borde de las lágrimas en solo unos momentos.
A estas alturas de la obra ya sabréis que para mí es uno de los mejores mangas de todos los tiempos, y si habéis llegado a este punto no hace falta ni que os lo recomiende. Eso sí, por si no estabais al tanto, ahora se encuentra en emisión la segunda temporada del nuevo anime, que adapta el manga al completo de manera bastante fiel.
Si os gusta “Furuba”, no podéis perderos su versión animada, que es otra gran maravilla.
