Entre las novedades de marzo de Fandogamia llegaba “Harfang”, de la autora francesa Aurore. Un cómic de estilo manga sobre una pareja de jóvenes enamorados, una bruja, una espada y un dragón.
Obra nacida originalmente como webcómic, tras dos años fue publicada en físico por la editorial Éditions Delcourt, y ahora ha sido la Gran F quien se ha fijado en su potencial.
Por su parte, Aurore no es la primera vez que publica en España, pues ya ilustró “Pixie” y “Lady Liberty”. Además también ha realizado los últimos carteles para la Japan Expo de París.
“Harfang” nos cuenta la historia de Bran y Lynette, dos jóvenes prometidos que se pierden en el bosque mientras hacen un picnic. Sus pasos los llevan demasiado cerca de un castillo en ruinas, donde una bruja atraída por el canto de la muchacha, la transforma en pájaro y se la lleva a sus dominios.
Consumido por el dolor, Bran hará lo que sea para recuperar a su amada, sea cual sea el precio.
Quizá te haya sonado la historia, y es que se trata de una adaptación de “Jorinde y Joringel”, un cuento de los hermanos Grimm, pero pasado por un filtro asiático. Las influencias coreana, mongola y china son apreciables no solo en la estética sino en el tono, los giros de trama y algunos personajes (la aparición de un dragón o la bruja mística y bella en vez de vieja y fea).
Como buen cuento clásico que es, la historia es sencillita y contiene los elementos más característicos de su género (los protagonistas buenos y sacrificados, el amor por encima de todo, la bruja malísima, las criaturas engañosas…).
Eso sí, esa estética manga aporta algunos puntos de humor y expresiones algo exageradas que le dan mucha personalidad al cómic.
Los personajes están bastante atados a sus roles, aunque Aurore ha sabido darle un par de vueltas de tuerca interesantes, sobre todo a Lynette. Además, la pareja principal tiene mucha química y comparten momentos muy dulces y también alguno cómico, logrando que te encariñes con ellos.
Colorido y bellísimo imaginario
Pero más que la historia en sí, lo que destaca en “Harfang” es su apartado gráfico. El cómic nos llega con sus 128 páginas a todo color. Y menudo trabajo en el color. El resultado es brillante, desplegando una gran gama cromática que dota a las escenas y ambientaciones de todo un collage de emociones.
Los diseños de inspiración asiática de la autora cautivan desde el primer momento por su belleza. La estética de los personajes, los detalles de la ropa (sobre todo de Lynette y de la bruja) y los paisajes vastos y salvajes (que Aurore gusta mucho de dibujar) crean un conjunto potente y muy atractivo.
La narrativa también está bien resuelta, con escenas pausadas de gran belleza y ternura, y más dinamismo en las de acción. Las viñetas fluyen cambiando tamaño y distribución constantemente, favoreciendo el ritmo de la historia.
Trama clásica, estética asiática
En definitiva, “Harfang” es una obra que, aun con una trama clásica y algo predecible, logra un conjunto potente gracias a la novedad del estilo manga, ese espíritu asiático y unos diseños y color vibrantes.
Entretenido, tierno y visualmente hipnótico, demuestra que los cuentos nunca pasan de moda.
