Geisha o el sonido del shamisen nos traslada al Japón rural. Allí una familia, formada por los padres y dos hijas, se disponen a abandonar su pueblo para buscar un futuro mejor en la ciudad. Los Tsuda no está pasando por su mejor momento y el cabeza de familia no encuentra trabajo fácilmente por lo que decide entregar a su hija mayor a una Okiya (el hogar de las geishas).
De esta manera Setsuko Tsuda termina, desde niña, trabajando como criada y más tarde como maiko (aprendiz de geisha). Cuando llega a su mayoría de edad y ya ha terminado su aprendizaje se convierte en una acompañante especial gracias a su gran manejo de un instrumento de tres cuerdas denominado shamisen.
Nada de lo que vive el personaje principal es fácil ya que no hace más que intentar sobrevivir en un mundo que solo la ve como un objeto. El sufrimiento y la decadencia de la época se ven claramente representado en el dibujo en blanco y negro de las viñetas. Este juego de ausencia de colores no solo sirve para retraernos a una época lejana, sino también como metáfora de lo dura que era la vida de una geisha.
Geisha o el sonido del shamisen se presenta en una edición en cartoné, con un tamaño de 24×30 cm, y con las páginas interiores en blanco y negro.