He de confesarlo: cuando escuché que MercurySteam estaba desarrollando una nueva IP con un motor gráfico propio, mi reacción fue la de “tienen toda mi atención”. No en vano su Castlevania Lords Of Shadows me pareció todo un soplo de aire fresco para la franquicia, aunque su segunda parte no sufriera el mismo destino. Y es que siempre me ha parecido que el estudio español ha sabido darle a sus proyectos un aire fresco y nuevo, un sello propio, de autor, que solo unos pocos desarrolladores se pueden adjudicar. Este Blades of Fire supone una especie de homenaje al mítico Blade: The Edge of Darkness. Todo un golpe en la mesa para un estudio que se atreve con un género en el que es muy difícil innovar. ¿Lo habrán conseguido?
Una historia de fantasía épica
El juego nos propone seguir las aventuras de Aran de Lira, un hombre bendecido con uno de los martillos de los Forjadores, los dioses de este mundo que fue creado a partir de ellos. Una malvada reina llamada Nerea ha conseguido el poder de petrificar el acero, excepto el que usan sus ejércitos, por lo que se ha hecho con el control de todo al dominar el poco metal que queda en el mundo. Aran recibirá de un amigo uno de los martillos mágicos que le permitirá forjar armas para derrocar su dictadura. En compañía del joven Adso de Zelk (directamente inspirado en el Adso de Melk de “El nombre de la rosa”) deberán recorrer el mundo mientras acaban con todo tipo de criaturas y con el ejército de la reina para salvar su mundo.
El punto de partida es original y el lore del juego es amplio y diverso. Adso (y otros personajes como Glinda) se encargará de ir contando curiosidades sobre el mundo mientras lo apunta todo en su diario. Hay realmente mucha información sobre el mundo y su mitología, por lo que si te gustan las historias bien calzadas, esta es una de ellas. Y no faltarán las sorpresas, sobre todo las que giran en torno al origen de nuestro personaje principal. Y es que, como era de esperar, Aran de Lira esconde más de un secreto. En la parte negativa, quizás hubiera estado mejor que los pasajes de “conversación” entre Aran y Adso fueran más orgánicos como hemos visto en juegos como God of War o Ghost of Tsushima, ya que quedan demasiado “forzados” dentro el juego. Aunque claro, para eso necesitaríamos un doblaje al español como es debido (el juego tiene subtítulos en nuestro idioma, pero diálogos en inglés).
A medio camino entre la aventura y los soulslike
Aquí es donde está, según mi opinión, lo que hace destacar a este Blades of Fire. ¿Es un juego tipo God of War? Tiene demasiadas diferencias para decir que sí. ¿Es un soulslike? También tiene demasiadas diferencias para afirmarlo. Es una aventura con un lenguaje propio, lo que me parece todo un acierto. Si lo juegas en dificultad normal se asemeja más a una aventura de acción, pero si lo pones en dificultad alta (la que el juego te recomienda) se parece mucho más a los juegos de FromSoftware y, aun así, el juego tiene personalidad propia que lo hace diferenciarse.
El sistema de juego se basa en escenarios laberínticos llenos de rincones escondidos, nuevas conexiones que se abren y cofres ocultos (os suena ¿verdad?). Es una maravilla el diseño de escenarios en este caso, donde siempre hay algo que te dejaste la última vez que pasaste por allí.
La exploración, por tanto, va a resultar clave en la aventura. El juego te invita a recorrer los escenarios para buscar los cofres que te permitan ampliar tu estamina, tu barra de salud o la efectividad de los frascos de curación. También existen estatuas diseminadas por todo el mapa que te permitirán aprender nuevas técnicas de forja para tus armas. Algo verdaderamente adictivo, salvo en los casos en los que el juego te “obliga” a volver a un escenario para continuar la aventura, algo de lo que el título abusa.
Cada combate, un desafío
El sistema de combate es lo que hace al juego diferenciarse a Blades of Fire de la competencia. Cada uno de los botones del DualSense funciona como un tipo de golpe. El esquive se ha colocado en L1 y la guardia en L2. R1 funciona como botón para accionar mecanismos, abrir cofres, etc… y R2 para abrir el menú dinámico de selección de armas. La cruceta se queda para acciones especiales. Cada acción gastará estamina, como viene siendo habitual en este tipo de juegos.
Al principio puede resultar un poco engorroso, sobre todo si vienes de los juegos de FromSoftware, pero cuando te acostumbras resulta muy cómodo. De hecho, controlar el sistema de lucha va a ser esencial en el juego, porque cada enemigo precisa de una estrategia diferente para vencerlo, por lo que cada combate te hará pensar qué arma es la adecuada para qué enemigo y en qué parte del cuerpo le golpearás. Nada que objetar en este sistema de batalla, salvo que puede parecer algo inaccesible al principio de la partida. La representación gráfica, por cierto, es bastante gore con desmembramientos y sangre a raudales.
La importancia de la Forja
Pero esto no es un ARPG, por lo menos no uno al uso donde vas a encontrar stats de tu personaje ni subir niveles. Aquí toda la evolución te la dan tus armas, las que vas a ir forjando en la fragua, una de las mecánicas del juego que más me han gustado. Y es que irás encontrando nuevos materiales, nuevos esquemas para armas y nuevas partes que agregar a las mismas. Tendrás que configurar todo eso para mejorar tu estamina, tu barra de vida, el poder de ataque o la durabilidad de las armas. De nuevo al principio puede parecer algo engorroso, pero una vez dominas el sistema te das cuenta de las infinitas posibilidades que te ofrece la fragua. Las deberás forjar, además, en un pequeño minijuego muy entretenido que te premiará si lo haces bien con una mejor durabilidad del arma en cuestión. Además podrás saltarlo cuando quieras una vez completado por primera vez. Pero te aseguro que querrás mejorar cada arma al máximo posible, porque así te asegurarás de que las aprovecharás al máximo. Cada arma tendrá su nombre propio que puedes personalizar e incluso llegarán a ser conocidas por sus proezas.
Y aquí viene lo que menos nos ha gustado en cuanto a jugabilidad. Al no tener un sistema de subida de nivel, el juego no te hacer perder experiencia cuando mueres, sino que tu arma se vuelve de piedra y se queda en el lugar donde moriste (como las almas en los Dark Souls), por lo que tendrás que volver a ese punto si quieres recuperarla. Esto puede provocar, si te has metido donde no debes, que tengas que dejar ahí el arma y forjarte otra si no quieres arriesgarte a perder otra si te matan antes de alcanzar la primera.
Una maravilla visual
Blades of Fire funciona bajo el motor gráfico Mercury Engine 6, un motor propio del equipo de desarrollo que se ha convertido en toda una sorpresa. Los escenarios son bellísimos y variados, la paleta de colores muy rica y brillante, nada que ver con la fantasía oscura de los souls, y el mundo da la sensación de que está vivo, con fauna propia que vive ajena a nuestras aventuras. Los efectos de partículas están también a la altura de lo esperado y el diseño general del juego destaca con entidad propia y con detalles muy destacables. Quizás algunos enemigos son poco originales en cuanto a diseño y el aspecto de nuestro héroe es demasiado genérico (a mí personalmente me recuerda al protagonista de Lords of Shadow, pero con barba), no así el de los secundarios, que me parecen muy bien traídos en general.
El juego, en lo visual, se ve de maravilla y te apetece seguir avanzando por sus paisajes para ver esa nueva localización y los secretos que entraña. La única pega que le vemos son los tiempos de carga, en especial cuando descansas en los yunques que hacen las veces de las hogueras de otros juegos (al menos en la versión para PS5). Y es que teniendo juegos en PlayStation 5 sin tiempos de carga como Ratchet and Clank o Ghost of Tsushima Director’s Cut, por ejemplo, no entendemos como un juego puede incluir tiempos de carga en este caso, en el que el personaje solo se sienta ante el yunque para reiniciar a los enemigos del nivel. Pero es lo único que nos ha molestado de este espectacular motor gráfico. Quizás pueda mejorarse con algún parche.
Un deleite para los oídos
Mención especial para la banda sonora de Blades of Fire, compuesta por Óscar Araujo y que nos sumerge de lleno en este mundo medieval lleno de cantos étnicos, con reminiscencias celtas y de otras culturas ancestrales. Una música que se vuelve intensa en los combates y que terminarás tarareando cuando apagues la consola. Pero, de nuevo, hemos encontrado algo molesto en el apartado musical y es que la música de combate sigue activa una vez terminado el mismo, por lo menos algunos segundos más, lo que te hace preguntarte si queda algún enemigo alrededor que no has visto.
El resto del apartado sonoro también está a la altura, con un doblaje inglés que no sobresale, pero está bien ejecutado. Echamos de menos un doblaje al castellano en un juego netamente español como este, pero no es imprescindible para disfrutar de la aventura.
¿Os recomendamos Blades of Fire?
Blades of Fire es un soplo de aire fresco para el género de la Aventura/RPG de acción con suficientes novedades como para hacer de su experiencia de juego algo único y disfrutable. Algunos errores menores que hemos mencionado aquí harán huir de él a los jugadores con menos paciencia pero el título es uno de esos juegos que el tiempo coloca en su sitio como lo que es: una enorme experiencia jugable. Si vas a saco, tendrás unas 30 o 40 horas de juego, mientras que si vas a descubrir cada secreto, este tiempo puede duplicarse.
Si decides embarcarte en él, no lo hagas con prisa. Disfruta de cada escenario, de cada forja de armas, de cada combate táctico, de las discusiones entre Aran y Adso, de su lore y de sus secretos. Te prometemos que la aventura te recompensará cada minuto que le dediques. Es un producto hecho con mimo y se nota. Y eso es lo mejor que podemos decir del trabajo de los españoles MercurySteam.

✔️ PROS:
- Sistema de combate diferente, táctico y desafiante.
- El mapeado de los escenarios es maravilloso.
- El sistema de forja de armas nos ha parecido original y refrescante.
❌ CONTRAS:
- Protagonista y enemigos algo genéricos en cuanto a diseño.
- Tiempos de carga que rompen el ritmo del juego.
- Falta doblaje al español y presenta problemas con la música de las batallas.
🎮 PLATAFORMAS: