Hace un par de meses nos llegaba “Kageno también quiere disfrutar de la juventud 4” de Yuka Kitagawa. Así continuaba uno de los shojos más divertidos que Norma Editorial publica en la actualidad, cuya atípica protagonista sigue conquistando corazones… de los lectores y también en su propio manga.
Quien no conozca la serie puede leerse la reseña que publicamos del primer tomo, donde podrá descubrir sin spoilers de qué va la historia. Si continúas leyendo, ten en cuenta que este artículo puede contener spoilers hasta el tomo 3.
Dando la vuelta a los tropos
En el cuarto volumen volvemos a encontrarnos con la feliz pareja formada por Kageno y Mitsunaga, a quienes les va bastante bien juntos. Sin embargo, la tímida protagonista aún no ha hecho muchos avances en cuanto a contacto físico se refiere, y cuando el tema del primer beso surge con sus amigas, Kageno se propone ser más atractiva para su novio durante su viaje de verano a la playa.
Además, la primera rival femenina de la protagonista hace aparición, poniéndola en serios aprietos. Más tarde, la chica pasará por una fase de popularidad, y ahora le tocará a Mitsunaga luchar por ella en una encarnizada guerra deportiva.
Finalmente, tendremos un capítulo extra en el que Sasaki, amigo común de los protagonistas, también disfrutará de su juventud en una cita con la popular Reina.
De esta forma, “Kageno también quiere disfrutar de su juventud 4” empieza a introducir algunos de los tropos más conocidos del shojo: la cita en la playa, los rivales femeninos y masculinos o los primeros intentos de beso. Escenas que los aficionados al género conocemos más que bien, pero a las que la mangaka logra dar una vuelta gracias a su torpe, insegura e hilarante protagonista. Así, una cita sexy en la playa termina convirtiéndose en una recolección de algas y erizos (con otra fauna marina implicada), o el rival de Mitsunaga resulta ser un poco invisible. Todo pasado por el filtro de un humor inocente que te mantendrá con la sonrisa en la cara de principio a fin de tomo.
Tratándose de un romance, no pueden faltar tampoco los momentos tiernos entre la parejita. Emoción y dulzura añadidos en su justa medida para que no se nos atraganten en ningún momento, y siempre nos quedemos con ganas de más.
Kageno la conquistadora
Kageno sigue siendo la protagonista indiscutible de este cuarto tomo, siendo su evolución la más interesante. Y es que la chica, en su ingenua timidez, no deja de aprender lecciones sobre el amor y la amistad. La vemos crecer a cada tomo un poquito más, encontrando, gracias a Mitsunaga y sus nuevos amigos, las fuerzas para ganar cada vez más autoestima. Y demostrando al mismo tiempo que tras esa inseguridad se ocultan un montón de pequeñas virtudes. Por todo ello resulta muy fácil identificarse con ella, y desear, en nuestro fuero interno, que supere todos sus obstáculos y llegue a ser feliz con su novio.
El protagonista masculino, por su parte, se mantiene en un papel algo más secundario y en un rol de galán clásico. Aunque Yuka Kitagawa logra darle los toques de personalidad necesarios para que logre mantener nuestro interés (como que siga descojonándose de la protagonista de vez en cuando).
Finalmente, los secundarios, de los que poco hemos visto hasta ahora, parece que se van haciendo su hueco. Si bien en “Kageno también quiere disfrutar de su juventud 4” las amigas de la prota apenas salen, sí que tenemos un capítulo extra en el que conoceremos un poco más a Sasaki y Reina. Además, otros dos personajes hacen su aparición estelar, dispuestos a amenizarnos sus respectivos capítulos con muchas carcajadas. Si volverán o no, solo los siguientes tomos lo dirán.
Por fortuna, aún queda mucho manga por delante para ahondar tanto en la relación de la pareja principal como en el trasfondo de quienes la rodean, y seguir disfrutando de todo el humor y la ternura de esta serie.
Estilo de contrastes
Un humor y una ternura que se hacen visibles en el dibujo de la mangaka. Kitagawa utiliza mucho el estilo chibi para su protagonista, que contrasta de esta forma sobre los demás personajes, más adaptados al diseño clásico del shojo. Esta rotunda diferenciación acentúa no solo el humor inherente a este manga, sino también las escenas más tiernas, donde Kageno se transforma en una chica adorable a escala normal. Este estilo tan particular otorga muchísima personalidad a la historia y sobre todo a su protagonista.
En definitiva, “Kageno también quiere disfrutar de la juventud 4” continúa con su dinámica de apostar por el humor y darles la vuelta a las situaciones más típicas del shojo con escenas que se convierten en algo casi surrealista, buscando la carcajada.
