Un mes más Norma Editorial ha publicado una nueva entrega de unos de sus mangas de estreno de 2019: Crimen perfecto, de Arata Miyatsuki y Yuya Kanzaki. Este tercer volumen de la historia del misterioso asesino en serie de ojos rojos.
Para los que no conozcáis aún esta historia os dejo aquí la reseña del primer volumen de Crimen perfecto.
En esta ocasión la trama que ya se empezó a gestar en el anterior tomo comienza a tomar forma. El detective Tomoki Tada sigue más de cerca a Tadashi Usobuki, el asesino a sueldo y protagonista de esta serie. Incluso este policía se verá envuelto más de lo conveniente con él y tendrá que decidir si colabora con él o se rinde a las circunstancias.
En el resto de casos podremos ver como se tratan distintos temas: desde casos donde artistas poco inspirados necesitan extrañas inspiraciones, amistades de instituto a personas inválidas que necesitan cuidados especiales.
Crimen perfecto 3 sigue siendo un manga sobre crímenes perturbadores. Ningún personaje está totalmente cuerdo, el único soplo de tranquilidad es justamente el protagonista. Este a pesar de su crueldad sigue rigiéndose por su peculiar brújula moral y creyendo que obra bien.
El dibujo de Kanzaki continua siendo muy expresivo, enfatizando los gestos (sobre todo de sorpresa y terror) de los personajes de cada capítulo. Estos siete nuevos crímenes significan un nuevo camino de pistas para la policía y un posible nuevo enemigo.
Crimen perfecto 3 vuelve a sumergirnos en ese universo de casos y asesinatos crueles pero inesperados. Cuando comienza una nueva historia ya sabes que alguien (o todos) van a morir al final de sus páginas, pero es verdad que los autores siguen ingeniándoselas para sorprendernos con giros de guion y tramas originales.
La edición del tomo se nos presenta en una edición rústica de tapa blanda con sobrecubierta a color. La serie sigue abierta en Japón, comenzó en 2013, y por ahora se compone de un total de 9 tomos. En España ya podemos disfrutar de los tres primeros.
Crimen perfecto 3 es un seinen de suspense que juega con la crueldad humana y la delgada línea que separa el bien del mal.
