En este año que hoy termina se ha conmemorado el IV Centenario del inicio de la Guerra de los Treinta Años. Escrita con motivo de esa efeméride, esta obra ofrece una síntesis de ese gran conflicto armado, acopiando una ingente cantidad de información procedente de una amplia bibliografía en todos los idiomas y exponiéndola a los lectores de una manera clara, ordenada y accesible un público amplio.

 

Dentro de la destacable labor que la editorial La Esfera de los Libros está llevando a cabo para acercar a los lectores del presente la historia de nuestro pasado, cabría diferenciar dos vertientes editoriales.

Por un lado estarían la obras de autores que proceden de la literatura de ficción y el periodismo. Divulgadores que emplean su capacidad de comunicación y conexión con el público para animar a los lectores a conocer mejor nuestra historia de una manera didáctica, grata de leer y libre de academicismos, pero con el suficiente rigor.
Obras como, por ejemplo, La conquista romana de Hispania, de Javier Negrete, o Visigodos. La verdadera historia de la primera España, de José Javier Esparza, entrarían dentro de esa categoría.

Por otro lado estaría otra serie de libros cuyos autores proceden del ámbito académico universitario. Docentes e investigadores que plasman su conocimiento en obras que aúnan el rigor de la historia entendida como disciplina universitaria con un plantemiento atractivo y un lenguaje accesible. Una combinación ideal para lectores interesados, pero no necesariamente especializados, en los temas que tratan.
Obras como Pretorianos. La élite del ejército romano, de Arturo Sánchez Sanz, o Felipe IV. El Grande, de Alfredo Alvar Ezquerra, serían algunos ejemplos.

«La Guerra de los Treinta Años 1618-1648», publicada hace algunas semanas por La Esfera de los Libros y de la que es autora la catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Burgos Cristina Borreguero Beltrán, formaría parte de esta segunda categoría de obras.
Se trata de un libro que ofrece una ordenada y completa síntesis de un conflicto que puso a Europa ante el abismo y marcó a fuego una época.

Concebida al hilo del IV Centenario del inicio de la conflagración (1618-2018), esta obra muestra un panorama completo que no exahustivo, pues eso es algo fuera del alcance de una única obra, no importa su extensión— de uno de los conflictos clave de la historia europea.
Probablemente, la primera contienda de alcance mundial, pues no solo asoló buena parte de Europa, sino que algunos de los contendientes Francia, el Imperio Germánico, las Provincias Unidas, España, Suecia, Dinamarca, Inglaterra—, con su carácter de potencias coloniales, llevaron la guerra a tres continentes.
Una guerra que provocó una revolución militar, tanto en lo técnico como en lo táctico, y que alcanzó unas dimensiones y unas cotas de destrucción nunca vistas con anterioridad.

Su conclusión, con el famoso acuerdo conocido como La Paz de Westfalia, trajo consigo la aparición de un nuevo orden político europeo, que consolidó el protagonismo del estado-nación y en el que Francia y ya no la Monarquía Hispánica asumió el papel de potencia continental.

«Para los europeos que vivieron en el Imperio durante la Guerra de los Treinta Años, aquella contienda fue increíblemente larga, parecía no tener fin y, sobre todo. estuvo omnipresente en sus vidas. Todo se vio afectado por el conflicto, sus economías y modos de vida, sus relaciones humanas y sociales, etc. Pero es que, además, desgraciadamente para la población perjudicada, la Guerra de los Treinta Años estuvo concatenada con otras contiendas, por lo que él ya dilatado antagonismo no se limitó solo al periodo de 1618-1648, sino que se extendió a toda la centuria.»

 

La obra se estructura en seis capítulos —Las percepciones de la guerra • El escenario nuclear del conflicto • La onda expansiva • El sonido de las trompetas de guerra • La maquinaria bélica • El impacto de la guerra y sus consecuencias— bien concebidos temáticamente y claramente definidos, que se dividen a su vez en epígrafes que comparten esos rasgos y ayudan a la claridad de la exposición y a facilitar su asimilación por el lector.

Escrita en un lenguaje sencillo y preciso, se avanza en su lectura con facilidad y naturalidad. Como es lógico, el lector puede encontrar algunas partes mas amenas que otras. Personalmente, me ha interesado mucho el capítulo dedicado a los múltiples aspectos y entresijos de la maquinaria bélica del conflicto.

Un apartado de Conclusiones remata el cuadro general de la contienda, pero no el libro.
Hay un muy interesante Epílogo dedicado al debate historiográfico en torno a la Guerra de los Treinta Años.

También un apartado de Anexos, otro de Notas, un útil Glosario y un abrumador despliegue de Fuentes y Bibliografía, de más de setenta páginas, que da idea de lo amplio de la documentación manejada y de la abundantísima producción historiográfica sobre el conflicto, y que deja una puerta abierta a nuevos estudios sobre la participación de España en aquella guerra europea.

«Las consecuencias de la Guerra de los Treinta años fueron de tal magnitud que según algunos historiadores no hubo otra igual hasta la Primera y Segunda Guerra Mundial. En ella se involucraron gran número de gobiernos y, por ello, afectó a numerosos países tanto desde el punto de vista político, económico y financiero, como demográfico y social. La Guerra de los Treinta Años y la Paz de Westfalia transformaron la política europea, especialmente en el Imperio, al emerger lo que algunos historiadores han denominado la Europa de los príncipes.»

 

El libro está encuadernado en cartoné con sobrecubierta, y resulta suficientemente manejable y cómodo de leer, a pesar de su notable extensión. La pintura que ilustra su cubierta es el cuadro Socorro de Brisach, de Jusepe Leonardo, con el Duque de Feria, don Gómez Suárez de Figueroa, en primer plano.

Además de las numerosas ilustraciones en blanco y negro que se intercalan en el texto de sus setecientas páginas, hay dieciseís páginas centrales de papel satinado en las que se reproducen escenas de batallas y unidades militares y retratos de protagonistas bélicos y políticos de la contienda.

Mención especial merecen también las guardas del libro, que reproducen dos de esos cuadros: Compañía de la milicia del distrito VIII bajo el mando del Capitán Roelof, de Van der Helst, y La batalla de la Montaña Blanca, de Pieter Snayers.

 

 

Cristina Borreguero Beltrán es catedrática de Historia Moderna de la Universidad de Burgos.
Directora de la Cátedra de Estudios de la Fundación Villalar-Castilla León, ha sido profesora visitante en distintas instituciones académicas internacionales como la Universidad de Massachussetts (Boston, Estados Unidos) o la Universidad Panamericana de México entre otras.

Es autora de diversos artículos académicos publicados en prestigiosas revistas científicas, así como de diferentes colaboraciones en obras colectivas, como Historia del Mundo Moderno o La Historia sin complejos. La nueva visión del Imperio Español.

Puedes comenzar a leer este libro aquí.

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Fran Sánchez
Lector, conversador, escribidor.«Reading maketh a full man; conference a ready man; and writing an exact man.» (Francis Bacon)

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