El beat ‘em up fue un género muy famoso en los años ochenta con clásicos que marcaron pautas tanto para los títulos del propio género, como en los videojuegos en general.
¿Qué es un beat ‘em up?
Pero antes de nada, tenemos que tener claro qué es un juego catalogado como beat ‘em up, ¿qué los define?
Avance por escenarios mientras luchas contra grupos de enemigos
La esencia está en moverte por una zona, avanzar y repartir cariño contra todo lo que te encuentres por el camino. Lo que muchos conocíamos como «yo contra el barrio».
No se lucha en una arena fija ni en un 1 vs 1, sino en un nivel por el que avanzamos y donde somos interceptados por oleadas de enemigos.
Combate cuerpo a cuerpo como mecánica principal
- Golpes simples y directos
- Patadas, puñetazos, llaves, agarres
- Armas secundarias ocasionales y opcionales, no protagonistas
No son juegos centrados en combos profundos o técnicas complejas (eso es más propio del hack & slash). Aquí prima la fluidez e inmediatez.
Múltiples enemigos simultáneos
Un beat ’em up clásico te lanza enemigos como si estuvieran de oferta.
La idea es controlar grupos, no un duelo técnico frente a un único rival, aunque esos momentos también se pueden vivir en estos títulos cuando llegan las batallas contra los jefes finales.
Movimiento en plano lateral o belt-scroll (casi 3D)
El movimiento típico, al menos en sus origines, se caracterizaba por:
- Avanzar horizontalmente
- Moverte arriba/abajo en el plano. Esto hace que el escenario sea ancho, permitiendo rodeos y posicionamientos frente a los rivales. (Y la posibilidad de emboscadas por parte de los enemigos).
Aunque existen beat ’em up en 3D modernos, el germen del género viene de este movimiento lateral multidireccional.
Progresión por fases con jefes finales
Cada zona suele culminar con un jefe final más duro y carismático. Es parte fundamental del ritmo del género.
Enfoque en el crowd control y la supervivencia momentánea
El jugador debe gestionar: distancias, grupos, prioridades de enemigos, objetos puntuales (armas, comida, etc.) En definitiva: más que combos, prima la gestión del caos.
Cooperativo como elemento central (aunque no obligatorio)
Un beat ’em up sin cooperativo sigue siendo beat ’em up, pero históricamente el género está diseñado para jugar a dobles y pasar una tarde machacando botones junto a familiares y amigos.
Acción directa y accesible
No requiere memorizar comandos complejos. El atractivo está en la sencillez y la fluidez del combate.
¿Qué fases ha pasado el género beat ‘em up?
Orígenes e influencias de los beat ‘em up (años 80)
Los primeros títulos del género bebían directamente de las películas de artes marciales de Hong Kong. Muchas de las mecánicas de beat ’em up nacen del deseo de replicar esa sensación de puños y patadas contra decenas de enemigos de estas películas.
Kung-Fu Master (1984)
Nekketsu Kōha Kunio-kun (1986)

El hardware para el que se desarrollaban entonces estos títulos eran las máquinas arcade: recreativas donde las partidas rápidas y el “insert coin” eran gran parte de la experiencia.
La Edad Dorada: el boom de los beat ‘em up (finales 80 – principios 90)
Durante estos años, el género explotó: jugabilidad cooperativa, combates más pulidos, escenarios urbanos, horda de enemigos más significativos, jefes finales más duros, etc.
Los títulos que marcaron esta época fueron:
Double Dragon (1987)
Golden Axe (1989)

Teenage Mutant Ninja Turtles (1989)

Streets of Rage (1991)

Fue una época de auge: arcades repletas con conversiones a consolas domésticas y muchos jugadores descubriendo este tipo de juegos por la facilidad de jugarlo en sus casas sin dejarse la paga del mes.
Caída del género tradicional y transición a 3D (finales 90)
Con la llegada de gráficos 3D y nuevas tendencias, el público migró hacia juegos de lucha 1v1, shooters en 3D, plataformas 3D, RPGs o hack & slash (que heredaban la base del beat ’em up). El beat ’em up clásico perdió fuerza. Muchos títulos reconocidos intentaron adaptarse al 3D y gráficos poligonales, pero la magia de las recreativas se diluyó.
Fighting Force (1997)

Gekido (1999)
El 3D llegó demasiado pronto para el beat ’em up. Las cámaras eran caóticas, los controles imprecisos y los golpes no tenían la contundencia del 2D.
El mercado cambió: los arcades morían, las consolas exigían juegos más “profundos” o con narrativas más complejas.
Resurgimiento y modernización: nueva era del beat ‘em up (2000 en adelante)
Con el auge de estudios independientes y la nostalgia por lo clásico, desde los 2000 resurgen beat ’em ups en 2D con nuevas mecánicas, estilos artísticos variados y hasta cooperativo online.
Hay también híbridos que mezclan beat ’em up con otros géneros (hack-and-slash, RPG, acción-aventura) lo que demuestra la influencia de la estructura básica del género a lo largo de los años.
Algunos de los más destacados y originales de este periodo fueron:
Viewtiful Joe (2003)

Urban Reign (2005)

No podemos olvidar que nos encontrábamos en pleno auge de los juegos indie. Algo que hizo que en todos los géneros volviéramos a vivir experiencias nuevas y frescas más allá de reutilizar los tropos que veíamos hasta el momento. Un ejemplo de esto, fue el genial:
Castle Crashers (2008)

Además, compañías consolidadas como Ubisoft volvería a sus orígenes Pixel-art con un título cómo:
Scott Pilgrim vs. The World: The Game (2010)
Este hacía uso de la licencia del cómic y película homónima para crear un gran juego del género con un apartado gráfico pixel art del increíble artista: Paul Robertson
¿Una nueva época dorada del beat ’em up?
Aquí es donde los beat ‘em up pegan un puñetazo en la mesa y recuerda al mundo que siguen muy vivos. Los grandes responsables de esto han sido títulos como:
Streets of Rage 4 (2020)

Fue la resurrección definitiva, con un apartado artístico brutal y una jugabilidad fluida hizo que el combate clásico de la saga evolucionara a otro nivel, usando todo lo que se había aprendido de los sistemas de combate durante estos años.
Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge (2022)

Un juego que tiró de nostalgia para llamar nuestra atención, para después mostrarnos un beat ‘em up divertido, lleno de humor y de gran fluidez que usaba la estética de los 16 bits como inspiración para crear una oda a la serie de animación de los 90. Se convirtió en uno de los beat ’em ups más importantes del siglo XXI.
Sifu (2022)
No es un beat ’em up “clásico”, pero sí un uno en 3D elevado a arte marcial técnico.
Respetado como evolución madura del género.
En esta etapa, el género ya no solo vuelve: brilla. Y no solo eso, preparan la llegada de nuevos títulos que demuestran que los beat ‘em up están en forma y que pueden medirse de «tú a tú» con títulos más profundos, a simple vista, y decirles: ¡Aquí sigo!
Este año hemos tenido el estreno de dos grandes exponentes:
Absolum (2025)

En este título, los desarrolladores bautizaron un nuevo subgénero nacido de la unión de los beat’em up y los roguelite: el rogue’em up. Absolum los combina a la perfección dándole al título una profundidad y diversión no vista antes. La muerte de nuestros personajes serán sólo el inicio del viaje. Uno que tendremos que volver a andar hasta poder llegar al final del camino, mientras descubrimos nuevas sendas para llegar y derrotar al gran jefe final.
Marvel Cosmic Invasion (2025)
Los desarrolladores y editores de Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge, Tribute Games y Dotemu han repetido la fórmula que tanto les funcionó hace un par de años para crear su versión de beat ‘em up con superhéroes de Marvel luchando contra una invasión a nivel cósmico. Un juego aún más fluido, con una velocidad de combos endiablada y con la posibilidad de que cada jugador (hasta un máximo de 4) puedan seleccionar dos personajes y alternarlos en cualquier momento con el movimiento «Cosmic-Swap»
Este resurgir plantea la pregunta: ¿estamos ante otra nueva época dorada?
Muchos fans y desarrolladores creemos que sí. Este género tiene mucho que mostrarnos, ya sea en su vertiente más «pura» como con fusiones con otros géneros.































