Un mar de arena, unas apariciones acuáticas misteriosas, una espada que levita… Muchos misterios nos aguardan bajo el título de este juego.
Hace apenas un mes se lanzó al mercado de videojuegos tanto en la PlayStation 5 y PC (Windows) el videojuego de Sword of the Sea, el nuevo juego de los desarrolladores de The Pathless y ABZÛ, Giant Squid.
Desde el pasado 19 de agosto hemos podido jugar a este nuevo título, el cual nos hace pensar inevitablemente en uno de jugabilidad similar; Journey. Y lo cierto es que el parecido es francamente notable, aunque en Sword of the Sea existen una serie de elementos distintivos que lo diferenciarán de este otro título.
Su historia es sencilla y certera
En Sword of the Sea nos haremos con el control de Wraith, una especie de espectro que despierta en lo que se asemeja a un enterramiento o necrópolis, dentro de una cueva.
Tras su despertar, tendrá como misión principal, mediante la recolección de Semillas del Océano, de restaurar mares, que al parecer han desaparecido emergiendo un vasto desierto en su lugar. Tras recuperar esas semillas, los océanos resurgirán entre los granos de arena desértica y la vida marina se abrirá nuevamente.
En las primeras horas del título, conoceremos a nuestro principal antagonista, un curioso humano, parecido a un soldado, que vigila nuestro progreso expectante a medida que avanzamos, lo que genera en torno al mismo un aura de misterio.

No obstante, esta información no la obtendrás de primera mano mediante el diálogo entre personajes o a través de cinemáticas. La narrativa del juego es bastante críptica, pues la historia la vas descubriendo a través de pistas ambientales y coleccionables.
Gameplay fluido pero algo repetitivo
La jugabilidad del juego es algo limitada.
Durante las horas que dura este videojuego, tendremos que ir recuperando las semillas anteriormente mencionadas, y éstas se encuentran repartidas en un mapa para nada reducido, por lo que el juego ofrece más horas de juego de las que probablemente estés pensando.
Para lograr esta hazaña, habrá que ir resolviendo puzles, los cuales consisten, en su mayoría, en escalar a zonas elevadas para desbloquear caminos y en levitar con nuestra espada, que a su vez, funciona como vehículo. Esta arma, que funciona como tabla de surf o de snow, nos permitirá hacer algunos trucos en el aire y acrobacias.

Precisamente, el emplear este método tan peculiar de transporte es lo que aporta una sello de identidad a Sword of the Sea, pues el desplazamiento se percibe muy fluido y dinámico, llegando a resultar incluso satisfactorio. Además, si eliges jugar a este juego en PlayStation 5, la experiencia mejora todavía más gracias al altavoz del Sony DualSense, por donde escucharás el fluir del agua y el discurrir de la arena.
El punto negativo viene de la cantidad tan elevada que existen de desafíos similares y repetitivos en este título, pues casi podríamos resumir su gameplay en «ir de un punto hacia otro para activar un interruptor, que a su vez nos desbloquea una puerta para poder avanzar».
Esto quizás se debe a que la duración del título no es muy elevada, de unas 5 a 7 horas aproximadamente, aunque tampoco es justificación.
Como habrás supuesto, la dificultad no es elevada, siendo bastante accesible para todos los tipos de jugadores. Si eres un jugador acostumbrado a grandes retos siendo los juegos complicados los mayoritarios en tu biblioteca de Steam, este videojuego no es para ti.
Unos gráficos inmejorables
En una cosa estarás de acuerdo con nosotros si juegas a Sword of the Sea; sus gráficos son insuperables.
Si bien al principio todo parece monocromático, con colores que recuerdan al otoño por el predominio del entorno desértico, a medida que avanzas y descubres Semillas del Océano, el contraste que se genera entre un ecosistema y el otro es sencillamente mágico.

Los entornos, que hacen gala de un manejo de los colores y efectos de luz inmejorables por parte del equipo de Giant Squid, son preciosos. Puedo decir que el confrontamiento de desierto o arena en contraposición al mar nunca antes se había diseñado tan bien artísticamente hablando para un videojuego.
A modo de conclusión
Sword of the Sea ofrece una experiencia breve pero entretenida que brilla por su movimiento fluido, su atmósfera evocadora y su dirección artística impecable. Aunque su duración limitada y la simplicidad de sus mecánicas puedan dejar con ganas de más, lo compensa ofreciendo un viaje contemplativo en el que la exploración y la estética se fusionan en una propuesta única.

✔️ PROS:
- Controles fluidos y dinámicos.
- Gráficos preciosos.
- Juego perfecto para relajarte.
❌ CONTRAS:
- Narración limitada.
- Gameplay repetitivo.
- Escasa variedad de mecánicas.
🎮 PLATAFORMAS: PlayStation 5 y PC.
























