Roadcraft análisis review

Ponte el casco, arranca el camión y prepárate para levantar un puente.

RoadCraft, lo nuevo de Saber Interactive (el mismo equipo que nos ha permitido disfrutar de Mudrunner y SnowRunner), acaba de llegar a las tiendas con una propuesta clara: combinar la conducción todoterreno que ya vimos en los otros juegos del estudio con tareas de reconstrucción, sin llegar al nivel de complejidad y dificultad de Snowrunner. Vamos a verlo.

Roadcraft: Conduce, construye… y cambia el terreno

Aunque las comparaciones con el magnífico SnowRunner son inevitables, queremos limitarlas al mínimo porque desde el primer momento que inicias RoadCraft queda claro que aquí hay un cambio de enfoque. En RoadCraft no estás solo para pelearte con el barro y los terrenos complicados mientras llevas materiales de un lugar otro: también tienes que reconstruir infraestructuras desde cero para volver a hacer habitable cada uno de los mapas que tiene disponible el juego. Y para eso, el nuevo motor de físicas hace maravillas. Puedes mover arena, apilar troncos o echar grava para cubrir un socavón, por ejemplo. Nada de hacerlo todo con menús: aquí tocas el barro, colocas el material y ves cómo el terreno responde.

roadcraft snowrunner

La sensación de estar manipulando el escenario en tiempo real es uno de los grandes aciertos del juego. Levantar una rampa de tierra o colocar vigas para construir un puente en casi cualquier lugar deja de ser un sueño para ser completamente necesario para avanzar. Y cuando lo consigues, la recompensa es muy satisfactoria.

Más accesible que otros simuladores

Eso sí, no esperes la dureza de SnowRunner. Aquí no hay consumo de combustible ni daños mecánicos que puedan dar al traste con un viaje después de 40 minutos conduciendo. El objetivo está más cerca del “disfruta del proceso” que del “sobrevive a cualquier precio”. Y, sí, algunos lo verán como una pérdida de exigencia; otros, como una forma de no desesperarse a los 20 minutos de empezar a jugar. Con esto no queremos decir que RoadCraft sea un juego para todo el mundo, al contrario, sigue siendo un juego de nicho en el que conocer el terreno, el tipo de vehículo que estás conduciendo, los pesos de los materiales y otros muchos factores sigue siendo fundamental para llegar sin problemas a cada uno de los puntos que nos marquen las misiones. La diferencia es que, mientras que Snowrunner realmente se centra en llegar con éxito al destino, RoadCraft busca que podamos interactuar con el entorno una vez que llegamos al destino. Son propuestas diferentes pero con una base jugable similar.

Y lo cierto es que, aunque pierda algo de realismo a nivel de conducción, RoadCraft nos ha parecido increíblemente divertido. La conducción sigue siendo física y bien resuelta, las cargas pesan y el terreno ofrece resistencia. Pero no hay que estar vigilando mil parámetros, así que es fácil lanzarse a jugar, avanzar y disfrutar sin preocuparse demasiado por los detalles técnicos.

roadcraft simulador conducción

Un garaje repleto de bestias

Uno de los puntos más potentes del juego es su variedad de vehículos. Hay más de 40 disponibles desde el día del lanzamiento: desde pequeños 4×4 hasta camiones de carga, grúas móviles, excavadoras y maquinaria muy especializada que usaremos en momentos concretos de la aventura. Cada máquina tiene su peso, su respuesta y su función en el juego. No es lo mismo conducir una apisonadora que una hormigonera, y lo vas a notar en cuanto te pongas al volante.

Como ocurre en otros juegos del estudio, algunos vehículos son un poco toscos de controlar, sobre todo durante las primeras horas. Las grúas o las apisonadoras, por ejemplo, necesitan que practiquemos con ellas durante un tiempo para empezar a entender todas sus posibilidades. Pero con un poco de paciencia, todo fluye.

En este sentido, recomendamos encarecidamente jugar con mando. Tras casi 40 horas de juego, nos ha parecido infinitamente más intuitivo conducir usando un mando que con el teclado y ratón y, por supuesto, la vista en primera persona desde el interior de la cabina sigue siendo casi obligatoria para mejorar la inmersión.

roadcraft review pc

Construcción con estrategia

Más allá de conducir, RoadCraft propone una mecánica muy bien pensada: gestionar y reconstruir todo tipo de elementos. En cada mapa —hay ocho biomas diferentes en el lanzamiento— tendrás que inspeccionar, planificar y ejecutar un plan para devolver la zona a la vida. Tocas todos los palos: despejar caminos, llevar suministros, colocar infraestructuras, reparar tuberías o montar puentes.

La gracia está en que puedes hacerlo todo tú, o coordinar varios vehículos para que cada uno haga su parte. Puedes, por ejemplo, mandar a la IA a compactar un suelo mientras tú vas a buscar más tablones para el siguiente tramo. Si te va la estrategia, vas a disfrutar pensando cómo organizar mejor cada proyecto.

El cooperativo: la gran joya de RoadCraft

Y aquí llega lo mejor: RoadCraft gana muchísimo en multijugador. Puedes jugar con hasta tres amigos más, repartiendo tareas y trabajando en paralelo. Mientras uno despeja el barro con la excavadora, otro puede ir echando asfalto y otro transportando material. Todo va ocurriendo a la vez, sin esperas, y la sensación de estar levantando algo en equipo es algo que es difícil de replicar en cualquier otro juego.

Montar partida es fácil, el progreso se comparte y no hay complicaciones técnicas ni problemas de sincronización como sí ocurría en Snowrunner o Expeditions. Si alguna vez has querido reconstruir una ciudad con tus amigos, este es tu juego.

roadcraft reparar carreteras

Conclusiones del análisis de RoadCraft

RoadCraft no busca ser el simulador más realista ni el más difícil, para eso hay otras propuestas del estudio que continúan actualizándose a día de hoy – el lanzamiento de RoadCraft ha coincidido con el estreno de la temporada 15 de Snowrunner -, quiere ser más accesible y diferente. Su motor de físicas está muy bien implementado, el catálogo de vehículos es muy amplio y la mezcla entre conducción y construcción funciona muy bien. Puede que se quede corto para quienes busquen un desafío mayor, pero gana en jugabilidad, ritmo y trabajo en equipo.

La experiencia es muy divertida, especialmente si tienes a alguien con quien jugar. Es un título que entra muy bien, con un enfoque diferente al habitual y que, sin duda, tiene hueco en la estantería de cualquier amante de los simuladores.

Luis Collado
Director de la sección de videojuegos. Economista especializado en marketing. Hablo de videojuegos, cine y libros siempre que puedo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.