Morkull Ragast’s Rage – Análisis

Hoy toca que hablemos de Morkull Ragast’s Rage uno de los últimos metroidvanias lanzados para Nintendo Switch. No es fácil analizar un juego como este, tan divertido en algunos momentos y, a su vez, tan decepcionante en otros.

Lo primero de lo que hablaremos será de su desarrolladora: Disaster Games. Se trata de un estudio maño que fue fundado en 2020, el cual solo ha creado este juego, algo que dice mucho de ellos, pues decidieron crear como primer juego un metroidvania muy fresco. En contraparte, el error que cometieron está bastante claro, pues querían ser el primo pequeño de Hollow Knight. 

Su premisa no es nada mala

Morkull Ragast’s Rage combina una jugabilidad desafiante con un humor irreverente, creando una experiencia diferente en el género. El protagonista, Morkull, es un dios de la muerte que no solo es consciente de su papel en el videojuego, sino que también rompe constantemente la cuarta pared, interactuando con el jugador. Nuestro Dios de la Muerte y la Oscuridad ha cobrado consciencia propia después de que un desarrollador tocara un código del juego que no debía y ahora nuestro mundo corre peligro. ¿Peligro de este enanillo? Pues sí, eso dice él. Los desarrolladores le encerraron en una cárcel y, durante su encarcelamiento, el dios Galat ocupa el lugar de Morkull. ¡Ocupa hasta su casa! Ahora los esbirros de nuestro prota van a por él, mencionando a los desarrolladores y haciendo referencias a la cultura pop. Este enfoque narrativo, al estilo de Deadpool, añade una capa de frescura y comedia que distingue al juego del género metroidvania.

Un punto simpático de la narrativa es que Morkull nos habla directamente a nosotros como jugadores. Nos amenaza con matar gatitos y todo si no le ayudamos… Cobra consciencia como personaje de un juego, sabe que hay un mundo real afuera y que le han creado unos desarrolladores. Es un recurso que, en mi opinión, parece fácil de usar, pero es complicado utilizarlo de forma que quede coherente en la trama y, además, sea gracioso como consiguen en Morkull Ragast’s Rage. 

Una jugabilidad algo tediosa y poco pensada

Si sabemos pasárnoslo bien ignorando que estamos ante un clon mucho más barato y simplón de Hollow Knight, nos tocara ahora lidiar con el problema de sus mecánicas. El ataque no es que sea muy rápido, y nos encontraremos en todo momento con el problema de solo poder atacar a los enemigos de uno en uno. Cuando estamos uno contra uno con un solo enemigo, no hay demasiados problemas. La complicación llega cuando van a por ti dos o más. También nos vamos a sorprender con sus habilidades, ya que ninguna se diferencia del resto en cuanto a daño… Solo una de las dieciséis habilidades de las que dispondremos a lo largo del juego atacara a más de un enemigo a la vez. 

Esto va a hacer que nos replanteemos en todo momento las formas de luchar. Hay que resaltar que todo lo malo tiene su lado bueno, y en este caso, si sabemos aceptar esto como una nueva forma de lucha y no como un error, vamos a aprender formas de combate de metroidvania mucho más móviles y habilidosas de lo que estamos acostumbrados. Eso sí, no nos ha gustado nada qué, a los treinta minutos de juego, ya tengamos más que asumido que las habilidades de combate que vayamos desbloqueando van a quedar todas en el olvido sin apenas usarlas. 

Por su puesto, en el checkpoint tendremos a nuestro servicial Alfred esperando cada vez que caigamos en combate para ofrecernos viajar entre portales o comprar habilidades con las almas que hemos recolectado (si es que no pierdes demasiadas al morir).

¿Os recomendamos Morkull Ragast’s Rage?

Tenemos aquí un pequeño diamante en bruto, corto pero entretenido y aburrido a la vez, la premisa y la historia es muy divertida, pero en todo momento te estás dando cuenta de la copia que tenemos delante. Según los desarrolladores, llevaban siete años desarrollando este juego, algo que hace pensar más aun en lo mucho que les influyó en todo esto Hollow Knight a la hora de crear su juego. Las ideas originales de jugabilidad y diseño se la dejaron a otros diseñadores de juegos y esto se nota... Con una duración aproximada de unas 20 horas, el juego es muy disfrutable y te sacará muchas risas, pero no deja de ser ese juego al que solo acudiremos cuándo queramos refrescar las aventuras de Hollow Knight de una forma diferente. Por desgracia, este juego carece de personalidad y originalidad propia. Aun así, os recomendamos que le deis una oportunidad y que saquéis vuestra propia conclusión de todo esto.