La vuelta de un género. Ninja Gaiden 4. Análisis

Ninja Gaiden 4 es un juego complicado de analizar. Y es que la vuelta al género Hack&Slash del Team Ninja en colaboración con Platinum Games era un regreso muy esperado, pero ha resultado ser también una nueva forma de ver (y jugar) a la saga. Lo cierto es que el juego cumple con lo que promete, pero no es todo lo brillante que podría ser en cuanto a lo técnico. ¿Merece la pena? Vamos por partes.

Una historia que cumple sin más

En Ninja Gaiden 4 continuamos la historia vista en la saga anteriormente, pero desde un punto de vista diferente. Y es que el juego retoma lo establecido en la trilogía original, sobre todo en la segunda entrega, y nos pone en la piel del joven ninja del Clan del Cuervo Yakumo. Nuestro protagonista se ve envuelto en la misión de acabar con la vida de una sacerdotisa para vencer al Dragón Oscuro. Se trata de un ser ancestral cuya sombra asola Tokio con una lluvia eterna, convirtiéndola en una ciudad sitiada por las fuerzas del mal.

La misión, sin embargo, se torcerá y nos hará cambiar de punto de partida para llegar al mismo fin, por lo que deberemos enfrentarnos a enemigos de lo más variopintos hasta alcanzar nuestro objetivo. Todo ello con giros de guion bastante curiosos y encuentros con personajes míticos de la saga. Sí, Ryu Hayabusha estará por ahí e incluso podremos controlarlo en un momento dado. En cualquier caso, se nota que la historia es una mera excusa para seguir avanzando en el juego y, aunque las cinemáticas están bastante bien logradas, no gozan de la épica de otras sagas más “peliculeras”. Aun así, una vez terminado el juego se nos brindará la posibilidad de iniciar la aventura con nuestro maestro ninja preferido, que tendrá una forma de jugar y moverse completamente diferente a nuestro joven protagonista.

Aquí tenemos que tirar de las orejas a Platinum, ya que a este nuevo protagonista le falta algo de carisma y personalidad, por lo que no nos ha gustado demasiado su inclusión. Tiene su porqué en la historia, pero aun así no nos ha convencido como “sucesor” del bueno de Ryu.

La Jugabilidad, su principal fortaleza

En cualquier caso, como decíamos, la historia es una mera excusa para que Platinum Games nos regale una auténtica maravilla jugable. Y es que este ninja Gaiden 4 es, por un lado, muy Ninja Gaiden, pero por otro, muy Platinum Games, con un sistema de combate de velocidad endiablada, cientos de posibilidades, distintas armas y una complicación maravillosa a la hora de dominarlo por completo.

Nuestro joven ninja podrá usar distintas armas, cada una con sus propias habilidades que puedes ir adquiriendo. Pero, además, podrás comprar también nuevas técnicas de combate que aumentarán exponencialmente las posibilidades contra los diferentes enemigos. Aquí hay tres tipos de ataque: flojo, fuerte y a distancia, cada uno asignado aun botón.

Y os aseguramos que controlar las infinitas posibilidades que ofrecen estos tres botones, junto al de esquiva y el que activa las habilidades de sangre, es una gesta heroica. No en vano el juego te permite ensayar cada uno de los nuevos golpes adquiridos, hasta que te hagas con todos. En muchos sentidos os recordará a la saga Bayonetta, o a Nier Autómata, pero es que se trata de Platinum Games y la jugabilidad es marca de la casa. Sin embargo, no pierde la esencia de Ninja Gaiden en ningún momento, y eso incluye su ajustada dificultad que se hace cuesta arriba en determinados momentos, sobre todo con los jefes finales.

El combate es el auténtico protagonista

Todo esto da como resultado un combate absolutamente espectacular y, a pesar de lo complejo, nada caótico ni complicado a la hora de avanzar. Os lo pasareis en grande desmembrando criaturas, esquivando ataques de todo tipo y aprovechando las ventajas que nos ofrece el sistema de combate. Podríamos estar días hablando del sistema de combate y no llegaríamos a explicarlo bien. Lo mejor es ponerse manos a la obra. El juego viene con tres niveles de dificultad, marca de la casa, y otro desbloqueable una vez acabado. Si te gustan los retos, el juego te dará muchas horas de sufrimiento.

Además del combate, el juego alterna fases de plataformeo muy sencillo y la posibilidad de encontrar objetos y extras coleccionables por los escenarios, aunque dista mucho de ser un mundo abierto. Se trata de un juego pasillero, como es canon en el género, aunque con ciertas libertades de exploración (incluido el uso de un gancho para llegar a zonas altas). De este modo, podremos encontrar nuevo objetos, coleccionables muy curiosos e incluso fases extra (llamadas purgatorios) que pondrá a prueba nuestra habilidad. La campaña del juego se alarga unas 14 o 15 horas si no eres muy completista. Si vas a por el 100% puedes hacer perfectamente 40 horas, a las que hay que sumar el nuevo juego plus con la posibilidad de usar como personaje jugable al bueno de Ryu Hayabusha.

Un apartado gráfico solvente

Aquí una de las pegas del juego. Ya hemos dicho que ritmo del combate es endiablado y que es sorprendente cómo reacciona todo a tus controles. Pero la gran velocidad del mismo hace que el apartado gráfico sea bastante escaso en general. No es que sea malo, que no se malinterprete, pero no da la sensación de estar jugando a un juego de nueva generación cuando te pones a los mandos. Los escenarios lucen muy oscuros y, a pesar del intento de buscar variedad, son todos demasiados parecidos entre sí.

Los personajes dan la sensación de estar poco detallados, excepto en las cinemáticas, y su aspecto no es nada novedoso. Los menús del juego son confusos al principio, hasta que consigues comprenderlos y los movimientos de los personaje pocos naturales, aunque esto está hecho adrede para poder dar cabida al ritmo frenético. En general, cumple sin más y, aunque no es lo importante aquí, nos hubiera gustado algún elemento que nos hiciera abrir la boca ante el despliegue gráfico. Puedes probar a jugar en modo rendimiento o calidad, aunque nosotros preferimos el primero por su tasa de frames.

Un apartado sonora que acompaña bien

La música, por su parte, está hecha para lo que está hecha: para acompañar a la acción. Olvídate de grandes temas orquestados. Estamos en un mundo ciberpunk y lo electrónico es lo que manda. Mención especial para algunos momentos en los que los temas están cantados y que ayudan a reforzar la épica del conjunto. Las voces, por su parte, están solo en japonés o inglés, aunque el juego viene subtitulado al español. Nosotros hemos elegido el idioma nipón para una mayor inmersión y, en general, es un doblaje bueno. Eso sí, no incluir voces en español resulta un poco frustrante, porque muchas informaciones de la historia o respecto a las misiones de descifran a través de las telecomunicaciones con tus compañeros de misión, por lo que es complicado leer y avanzar al mismo tiempo, sobre todo en un juego tan frenético.

En conclusión

Cuando comenzamos este Ninja Gaiden 4, nuestra cara fue un poco de asombro al ver el apartado técnico, el comienzo un poco abrupto y los primeros pasos de la historia. Pero conforme hemos ido avanzando y conociendo su excelente sistema de combate, no hemos podido más que rendirnos ante la diversión con mayúsculas que supone este nuevo juego de Platinum Games. Es un juego realmente divertido y complicado de dominar, pero cuando lo consigues, te premia con esa experiencia en la que realmente te crees un maestro ninja capaz de hacer morder el polvo a cualquier demonio que se precie. No será el juego del año, sin duda, pero este juego sirve, por un lado, para cerrar las bases de la anterior trilogía y, por otro, para dar inicio a una nueva saga adaptada a los nuevos jugadores. Un digno exponente del género Hack&Slash que demuestra que, bien hecho, puede seguir ofreciendo mucho al mundo gamer.