"La batalla final" es la tercera parte de la trilogía El juego infinito, de James Dashner. Ambientada en un futuro en el que el Sueño y la Red Virtual son parte importante de las vidas de la mayoría de la gente y que se está enfrentado a Kaine, la mayor amenaza conocida hasta ahora para la red y por extensión al mundo. A lo largo de los dos libros anteriores, "El juego infinito" y "Revolución", hemos conocido a Michael y sus dos amigos, Bryson y Sarah, hábiles jugadores al igual que él. En esos libros también hemos sido testigos de su lucha contra Kaine y de la aparición de nuevas fuerzas.
Empezamos un breve resumen de lo ocurrido hasta el principio de "La batalla final". Kaine es un tangente, que viene a ser como una entidad hecha de código que solo existe en la red, no es una persona real. Es habitual encontrarse con tangentes por la red, están programados como personajes neutros en los juegos, limpiadores y camareros en las múltiples cafeterías virtuales y un montón de cosas por el estilo. Pero Kaine es distinto a todos estos, ha desarrollado un inteligente y complicado plan para darles cuerpos a los tangentes gracias "La Doctrina de la Mortalidad", en el que Michael y sus amigos cayeron de pleno en la trampa y le ayudaron a conseguirle implantar la doctrina en el primer tangente, que resulta ser Michael, en conseguir un cuerpo.
A partir de entonces se sucede una intensa persecución por parte del gobierno a Michael, que debe recurrir a sus amigos en el mundo real, y en sus intentos por detener a Kaine vuelven a meterse en otra trampa y acaban destruyendo toda la seguridad del Sueño, descubriendo un nuevo enemigo en la agente Weber.
Justo al final de "Revolución", el trío de amigos consiguió escapar de las garras de la agente Weber con los padres de Sarah, y empezamos "La batalla final" con el pequeño grupo dirigiéndose hacia sus nuevos aliados, la tangente y antigua niñera de Michael, Helga y su grupo de tangentes que están en contra de Kaine. Pero no son los únicos, hay más tangentes, sin contar a Kaine y Michael, que tienen cosas que decir y que no van a seguir callados como hasta ahora. Además antiguos personajes volverán a aparecer para la batalla final por el control del mundo.
La abundante acción está dividida entre el mundo real, cada vez más sumido en el caos por la acción de los tangentes, y la red, donde tendrán lugar las acciones que realmente pueden marcar la diferencia. No contaré mucho más, la trama se vuelve mucho más compleja y centrada en Michael en este último libro. Junto a él veremos que ni los malos son tan malos ni los buenos son tan malos, y que quizá el aliado más poderoso sea aquel en el que nunca has pensado.
Todas las preguntas quedan resueltas y cerradas. Y el final… bueno… no es mi favorito pero creo es el único que podría tener, el único coherente con lo que les sucede a los protagonistas y hacia el que el autor ha dirigido la historia, y por eso me ha gustado y me ha parecido más satisfactorio que si, por ejemplo, el epílogo hubiera sido diferente. Lo que sí me hubiera gustado es saber un poco más que es del resto de los personajes al final, porque como ya he comentado todo el libro está centrado en Michael y el epílogo no es una excepción.
James Dashner es un prolífico autor de narrativa juvenil que inició su carrera en el mundo de las finanzas. Entre sus libros destaca la saga El corredor del laberinto, que está siendo adaptada al cine por la 20th Century Fox.
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