El avance de la Inteligencia Artificial ha traído muchos cambios en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida y, por desgracia, los hackers y «tipos malos» que buscan robar nuestros datos también la están aprovechando. En lo que llevamos de 2025, el número de denuncias por robos de datos, filtrado de contraseñas online, webs infectadas por virus y hackeos de todo tipo se han multiplicado, ya que las herramientas que estas personas están utilizando para atacarnos se han disparado gracias a la IA.
En una situación como esta, cada vez es más importante tener nuestros datos – ya sean personales o de trabajo – a salvo en un dispositivo externo al solo podamos tener acceso nosotros. Echando un vistazo rápido a las opciones disponibles, en la mayoría de discos externos la seguridad suele ser un añadido opcional. Es cierto que algunos incluyen cifrado por software, otros permiten configurar contraseñas a través de programas que pocos usuarios instalan, y la mayoría simplemente se conecta al PC y listo. El Kingston IronKey Vault Privacy 80 rompe esa norma: si no introduces la contraseña en su pantalla táctil integrada, el disco es literalmente inaccesible.

Diseño y primeras impresiones
El aspecto del IronKey lo diferencia inmediatamente de cualquier otro SSD externo. Su carcasa de aluminio con laterales de goma transmite solidez desde el primer momento y recuerda, salvando las distancias, a una caja fuerte en miniatura. No es el disco duro más ligero del mundo (pesa unos 262 gramos) ni el más compacto (cerca de 8 cm de ancho y 12 cm de largo), pero tampoco pretende serlo: la prioridad está en la resistencia física y la seguridad de los datos en cualquier situación.
La parte frontal está dominada por una pantalla táctil de 2,8 pulgadas, a color, con buena respuesta y brillo suficiente incluso en exteriores. Es ahí donde introduces el PIN o contraseña ANTES de conectar la unidad a cualquier equipo. El hecho de que toda la autenticación esté integrada en el propio hardware evita que dependamos de programas externos que tengamos que instalar si queremos usarlo en un nuevo ordenador, por ejemplo.
Seguridad real, sin marketing
La gracia del IronKey está en su cifrado por hardware AES-XTS de 256 bits, certificado FIPS 197 y validado con TAA. Esto significa que los datos viajan siempre encriptados dentro del dispositivo y nunca salen “en claro”. Además, como usuarios podemos configurar diferentes políticas de uso: desde el tipo de contraseñas que admite el dispositivo – alfanuméricas complejas, por ejemplo – hasta el número máximo de intentos fallidos antes de que la unidad se bloquee o incluso se borre de forma automática.
Otro detalle importante: admite varios perfiles de usuario y administrador. Esto puede venirnos muy bien si tenemos pensado que puedan usar el dispositivo varios trabajadores de una empresa, donde el administrador mantiene el control del dispositivo pero varios empleados pueden acceder con credenciales diferentes.

Rendimiento
En cuanto a velocidad, el IronKey se comporta como lo que es: un SSD SATA con interfaz USB 3.2 Gen 1. En nuestras pruebas, las transferencias se movieron en torno a los 250-270 MB/s en escritura y 300-320 MB/s en lectura, cifras muy estables pero por detrás de lo que ofrecen unidades NVMe más modernas. Dicho esto, el producto no pretende competir en velocidad pura, sino en seguridad.
Mover carpetas de fotos, documentos o incluso vídeo en 4K no supone un problema, aunque si trabajas a diario con archivos enormes y buscas la máxima velocidad, existen alternativas más rápidas (y menos seguras) como el Kingston XS2000.
Opciones y capacidad
Actualmente Kingston ofrece diferentes versiones que van desde las 480 GB hasta las 1920 GB. Todas mantienen las mismas características de seguridad y rendimiento, cambiando únicamente el precio.
En cuanto a accesorios, el paquete incluye una funda de transporte junto a cables USB tipo C a C y C a A, un detalle de agradecer para poder usarlo en cualquier ordenador actual sin problemas de compatibilidad.
Conclusiones del análisis del Kingston IronKey Vault Privacy 80
El Kingston IronKey Vault Privacy 80 es un producto muy específico: no está pensado para quien solo busca guardar fotos del móvil o un par de documentos, sino para profesionales que manejan información sensible y necesitan saber que sus datos seguirán siendo privados aunque el disco caiga en las manos equivocadas.
Su diseño con teclado táctil integrado y un cifrado por hardware certificado lo convierten en una de las opciones más seguras del mercado. Sí, es más caro y algo más pesado que un SSD convencional, pero esa es precisamente la diferencia: pagar por la tranquilidad de que lo tuyo seguirá siendo tuyo.

























