Grandma, No! — Análisis

Grandma, No! es un juego basado en físicas donde el humor y el caos siempre están presentes. Con la simple premisa de ejercer como canguro de nuestro nieto, las situaciones absurdas a las que tendremos que hacer frente nos resultarán asombrosas.

Una abuela y su nieto, lo pillo

Como podemos imaginar, el cuidar a nuestro nieto no va a ser tarea fácil. Las complicaciones irán surgiendo a medida del caos que vayamos construyendo. Con un estilo muy pendiente de las físicas, la fuerza de nuestra abuela puede verse mermada en ocasiones. Estos temblores o la falta de energía darán lugar a situaciones rocambolescas que desencadenarán en otras tareas absurdas.

Aunque la premisa principal es la de cuidar a nuestro nieto, en Grandma, No! estaremos más atentos a lo que pasa que al propio crío. Como abuela responsable, vagaremos a través de varias habitaciones donde completar tareas será nuestro cometido. No necesitamos completarlas todas, y algunas se desbloquean gracias a la consecución de otras. Podemos cambiar de sala en cualquier momento, aunque las tareas que no fueron completadas tendrán que volver a ser comenzadas.

Una casa con tres estancias

En el magnífico recibidor de la casa de nuestra abuelita podremos cambiar de ropa, averiguar el progreso en cada una de las habitaciones y dirigirnos a cualquiera de las estancias. Las estancias en concreto serán el salón, la cocina y la zona del patio, lugar exterior de la casa.

Algunas tareas implican encontrar un objeto y darle uso o encontrar su lugar natural. En otras ocasiones (las más entretenidas), tendremos que pasar por un minijuego para completar la ardua tarea. Cosas tan banales como lavar los platos, servirse una taza de té o regar las plantas tienen un toque de dificultad debido a la alta edad de la abuela. Hay una buena variedad de tareas, diferenciadas entre ellas mismas, y siempre con un toque cómico muy entretenido.

Un juego corto pero divertido como pocos

Existen otros juegos que basan sus mecánicas en las físicas, tales como Octodad, Human: Fall Flat o Gang Beasts. Sin embargo, tenemos que hacer hincapié en que no estamos ante un juego difícil. La experiencia está hecha para disfrutar, para experimentar y reírnos en el camino. Desde los atuendos que desbloquearemos para nuestra abuelita hasta la poca atención que realmente le damos a nuestro nieto son desternillantes.

Podríamos terminar el juego de una sentada si nos los proponemos, incluso llegando a completar las tareas específicas para desbloquear ciertos logros. Tampoco es que se busque una duración excesiva, ni necesita alargar su jugabilidad artificialmente. Las combinaciones que elijamos, así como nuestra toma de decisiones, no podrá acabar con nuestra partida, y eso es algo que se agradece. Da igual las burradas que se nos ocurran, nuestra abuelita siempre saldrá indemne.

Algunos ejemplos divertidos

Ya hemos dicho que la diversión en cuanto a físicas está asegurada, y que nuestra abuelita no sufrirá daños graves. Lo que es bueno destacar es su humor escatológico, y es que en Grandma, No! tenemos un amplio abanico. Además de los fallos típicos de la edad (fuerza, resistencia, temblores) también tenemos otros aspectos a tener en cuenta, como caídas o la posibilidad de dar alguna cabezada. Cuando todo se desmadre demasiado podemos hacer uso de un botón para reaparecer en el nivel si nos hemos quedado atrapados.

En cuanto a la escatología, si eres reacio a este tipo de situaciones quizás no te entusiasme tanto. Aunque por lo general, un amplio porcentaje de la población tiene una visión divertida sobre estos actos: pedos, estornudos agresivos y hasta bromas con vómitos o esputos son algunos ejemplos. A pesar de ser actos un poco fuera de tono, su manera de presentarlos de forma divertida le quitan parte de su desagradable encanto.

Uno de esos juegos para pasarlo en grande un rato

Está claro que Grandma, No! no se va a convertir en el juego preferido de nadie, ni siquiera va a encabezar algunas listas de descubrimientos sorprendentes. Lo que sí es que se puede convertir en una experiencia divertida para echar el rato con los colegas, o el típico juego de coña que regalas por un cumpleaños.

Las situaciones irreverentes que se dan, la manera de explotar sus físicas y su precio reducido lo hacen un título bastante interesante. Además de esto, el caos controlado que podemos lograr está traducido al castellano, por lo que tenemos una barrera menos que cruzar. Sin duda alguna merece la pena darle un tiento, y es un buen candidato a regalo inesperado.

Conclusión

Aunque no se trate de un juego largo, profundo y para encumbrar en listas de imprescindibles, Grandma, No! cumple con lo que ofrece: acción desenfrenada, irreverente, centrada en físicas y con un humor interesante. De nosotros dependerá el ser la abuela que queramos ser, más o menos cuidadosa o arriesgada. Con una buena traducción al castellano y un precio bastante asequible, es una opción muy interesante como regalo inesperado.