Death Stranding 2: On the Beach es una realidad por fin y, los que disfrutamos con su primera parte, estamos de enhorabuena. Como todas las secuelas, intenta hacer más grande todo lo que hizo bien el primer título y también mejorar lo que no funcionaba tan bien en la primera iteración. ¿Lo ha conseguido? Vamos a analizarlo paso a paso.
Una secuela de manual
Hideo Kojima es uno de esos autores que me despierta una gran simpatía. Es un creador nato, pero un creador valiente. Sabe perfectamente lo que su público quiere y, aun así, en cada título intenta romper ese grado de confianza para arriesgar un poco más con sus propuestas. Y, solo por eso, ya merece toda nuestra admiración. Pero esa misma valentía hace que sus títulos se alejen de lo más mainstream. Le gusta que sus jugadores sean de nicho pero, por otro lado, los juegos están hechos para vender y en este Death Stranding 2: On the Beach está más presente que nunca ese “querer agradar” al mayor número de público posible. Una dicotomía que se palpa a través de todo el juego y que es seña de identidad de la franquicia, sobre todo en sus versiones para PS5.

El argumento es “lo de más”
Death Stranding no sería el juego que es sin su maravillosa y bizarra historia. Siempre se ha dicho que Hideo Kojima es un magnifico director de actores “virtuales” y un estupendo realizador y quizás algún día tengamos una película suya. De momento, podemos disfrutar de su buen hacer en sus juegos y este Death Stranding 2: On the Beach no es una excepción. La historia se retoma meses después del final del primer juego, con Sam y su bebé Lou escondidos de todos y disfrutando de un merecido retiro tras salvar el mundo. A partir de aquí, la visita de viejos conocidos nos volverá a poner en la carretera para llevar a cabo nuevas misiones que nos llevarán primero a México y después a Australia.
No queremos desvelar demasiado, pero estarán muy presentes desde el principio los tremendos giros de guion, los personajes secundarios extraños y maravillosamente llevados, despedidas inesperadas y todo lo que hizo grande al primer juego. Quizás el villano haya quedado algo desdibujado en este fastuoso mundo creado por Kojima, pero como escritor no puedo más que quitarme el sombrero ante el maravillosos worldbuilding creado, los personajes y las tramas y subtramas que se irán desenmarañando mientras jugamos. Todo esto con un mejor ritmo que en la primera parte, pero con algún que otro valle jugable en el que la historia pierde intensidad. Aun así, un 10 en este sentido, porque las cinemáticas son una locura cuando se trata de escenas de acción que ya quisieran emular muchos estudios de Hollywood.

Un envoltorio de lujo
Death Stranding 2: On the Beach es el juego más fotorealista que he visto en mis 25 años de jugón. Así de sencillo. Las primeras imágenes del juego parecen un documental de viajes. Pero es que cuando lo ves en movimiento, los efectos, las sombras, la distancia de dibujado, los efectos de partículas… todo brilla a un altísimo nivel, aun en las configuraciones menos exigentes. El Décima engine está exprimido al máximo en este juego, tanto que se ve mejor que la saga Horizon, cuyos creadores son los que “prestaron” el motor gráfico a esta saga. Y es que el equipo ha tenido claro que querían un mundo que fuera real, con tonos muy poco saturados, paisajes casi reconocibles por todos, flora (y fauna en momentos concretos), un ciclo día y noche que afecta directamente a la jugabilidad, climatología diversa… Todo parece muy vivo en este mundo.
Mención especial en este sentido para el nivel ambientado en la fiesta de los muertos mexicana, todo un alarde técnico que me ha dejado con la boca abierta. Afortunadamente, el modo foto no desmerece y podremos captar toda la magnificencia del juego con las instantáneas que queramos, que además tendrán su propia función en el juego mediante el uso de la red quiral.
En cuanto a los personajes, poco que añadir. Si la primera parte ya rallaba a un alto nivel en modelados de personajes, en esta ocasión se mejora todo lo mejorable que permite el hardware. Los actores reales están perfectamente llevados a su versión virtual y sus expresiones son espectaculares. Mención especial para Lou, el bebé más precioso y realista que he visto en un videojuego.

El sonido del mundo
Si la imagen es un 10, el sonido no desmerece. Todos los efectos sonoros suenan como deben sonar, corrientes de agua, llantos (y risas) de nuestra unidad BB y una banda sonora que acompaña perfectamente al juego en los momentos más épicos y también en los que el paisaje nos invita a disfrutar de él. Las voces de los personajes son, simplemente, maravillosas, con los actores de doblaje profesionales, en el caso del español, para Norman Reedus, Léa Seydoux y el resto del elenco, en el que no faltarán viejos conocidos, pero también nuevos integrantes para el equipo de Sam, cada cual más sorprendente y que no te desvelaremos aquí para no estropearte nada.
Por supuesto, merece la pena disfrutar del juego en su idioma original, en el que los propios actores prestan su voz a los personajes, pero el doblaje a nuestro idioma es estupendo.

Una jugabilidad evolucionada
Si lo que menos te gustó del Death Stranding original fue el gameplay, esta segunda parte te parecerá más de lo mismo. Todo el juego se basa, principalmente, en llevar una determinada mercancía desde un punto a otro, con el objetivo de conectar este nuevo punto a nuestra red quiral, exactamente igual que en el primer título. Sin embargo, Kojima ha querido, como decíamos al principio del análisis, ofrecer una mayor variedad a la hora de desplazarse por el mapeado, con vehículos a los que puedes implantar mejoras, teletransportadores, tirolinas, las consabidas carreteras, e incluso ataúdes que puedes usar como tabla de surf flotante.
Esto ofrece dos formas de pasar el juego: a la manera tradicional, con Sam portando a sus espaldas el cargamento y llevándolo a través de un mapa con una topografía excepcional; o usando todos estos gadgets que hacen el juego muy divertido, aunque considerablemente más fácil. La decisión es tuya como jugador, aunque la verdad merece la pena probar todos los inventos que el equipo del juego ha ideado.

Un mundo dinámico
Por su fuera poco, el mapa sufrirá la climatología adversa con crecidas de ríos cuando abundan las lluvias, temblores que hacen desplomarse riscos y montañas, tormentas de arena que impiden toda visión y te desplazan en el mapa, e incluso el crecimiento de árboles por lugares donde los jugadores pasan a menudo con vehículos. Un mundo dinámico en el que, al igual que ocurría con el anterior juego, los jugadores estamos “interconectados” y podemos ayudarnos creando carreteras, vías de monorraíl, puentes y otros elementos que ayuden al resto de jugadores conectados con nosotros.
Esta interacción es parte importante de la aventura y, aunque ya estaba presente en el anterior juego, aquí también se ha potenciado. Y la verdad es que la sensación de no estar solo en este mundo es totalmente real, en un juego que invita a la reflexión sobre este mundo conectado en el que vivimos y en el que unos “likes” son muy valiosos.

Esta segunda parte, además, mejora mucho el combate, tanto el cuerpo a cuerpo, como a distancia, lo que hace más disfrutables los enfrentamientos con las MULAS y otros enemigos creados para la ocasión. Los jefes finales siguen sin ser nada del otro mundo, aunque se agradece tener que hacer uso de la estrategia para vencerlos. Eso sí, hemos notado un menor peso en enemigos clave de la primera como los EV (Entes Varados). Siguen ahí, pero podrían no estar perfectamente y el juego apenas cambiaría.
Como nota curiosa, los muchos guiños que el juego ofrece a la otra obra magna de su creador: Metal Gear, con muchos Easter eggs diseminados que te van a encantar.

¿Una obra maestra o un juego de nicho?
No puedo contestar a esta pregunta sin tener en cuenta un factor muy importante: tus gustos personales. Para mí es, sin duda, una obra maestra, un juego que siempre quieres seguir jugando, con el que disfrutas cada paseo, cada cinemática, cada combate, cada pequeña historia que te cuenta. Un juego único en su especie (aunque tenga la primera parte en el mercado), que amplía y mejora todo lo que hacía grande al primer juego, pero con el que comparte también sus defectos, aunque matizados. Si el primer juego te pareció tedioso, lento y aburrido, este lo es menos, pero seguramente tampoco sea para ti.
Kojima ha declarado que ha creado el juego con la intención de que tenga opiniones enfrentadas y suponga un juego imborrable para los que sí lo aman. Afortunadamente, me encuentro entre estos. Solo espero, a pesar de que me encanta la saga, que Kojima nos ofrezca la próxima vez una historia nueva, algo completamente distinto que de nuevo nos haga soñar con rebasar los límites del entretenimiento. Este Death Stranding 2: On the Beach es una obra llena de madurez de unos de los mejores creadores de videojuegos de nuestra era y solo por eso, ya merece la pena adentrarse en este mundo.

✔️ PROS:
- Una historia llena de giros y personajes carismáticos.
- Visualmente es impactante.
- Jugabilidad mejorada y variada.
❌ CONTRAS:
- No deja de tener, a pesar de los esfuerzos, un gameplay repetitivo.
- Sigue sin tener demasiada acción.
- Demasiadas opciones pueden apabullar.
🎮 PLATAFORMAS: PlayStation 5.
























