Es difícil explicar lo increíblemente vasto que es el espacio que ha creado el equipo de Hello Games. La exploración podría llevarnos meses y, aun así, nos dejaríamos cosas por el camino. Se habla de una suma que asciende a los 18 trillones de planetas para explorar, una suma que no es solamente grande, es literalmente astronómica. Encontrarnos con algún jugador, de cualquier parte del mundo, que haya conseguido (o vaya a conseguir) explorar el juego completo es muy poco probable.

He estado jugando varias semanas enteras recorriendo el abismo interestelar, pero aun así solo he conseguido ver una parte minúscula de todo lo que nos puede ofrecer No Man’s Sky. Lo cierto es que incluso con unos escasos miles de parsecs en nuestro cuentakilómetros de la nave espacial, cualquier jugador que disfrute perdiéndose en las inmensidades del juego podrá darse por satisfecho con eso. Y es que en eso consiste el juego, en perderse. Perderse en la inmensidad del espacio que nos ofrece Hello Games hasta llegar al centro del Universo para desvelar un misterio al alcance de muy pocos aventureros.

No Man’s Sky

Comenzamos nuestra aventura en el borde del Universo, con una nave totalmente estropeada y con la firme intención de llegar al mismísimo centro de este. ¿Por qué? Bueno, todo es un poco misterioso, pero todas las razas alienígenas que nos encontramos en nuestro camino tienen especial interés en vernos llegar allí de una sola pieza.

El problema es que nos sueltan en mitad de la nada, es un planeta completamente ajeno a lo que conocemos y con niveles de toxicidad alarmantemente altos. No hay explicaciones, no hay tutoriales, no hay ayuda… solo nuestro mando (que deberemos descubrir cómo funciona) y una nave que debemos reparar con lo que nos encontremos por los alrededores.

Una vez consigamos descifrar cómo funciona el juego (algo que nos llevará algún tiempo y, depende cómo nos pille, nos pondrá de los nervios) tendremos que salir de ese planeta en dirección al centro del Universo. Cada mundo que nos cruzamos podrá ser explorado en su totalidad y al ser generado por un algoritmo aleatorio nos encontraremos siempre con planetas diferentes, con su propia fauna y flora. Bueno… lo cierto es que después de unos cuantos planetas, toda la fauna y la flora empiezan a ser sospechosamente similares a las de otros planetas y, al final, para cuando ya hayamos llegado al centro, descubriremos que esas sospechas eran bastante ciertas.

No Man’s Sky

Todo lo que nos encontremos a lo largo de nuestro reconocimiento espacial nos dará elementos de minería necesarios para nuestro viaje: desde elaborar mejoras para nuestro exotraje, armamento y nave, hasta para rellenar los depósitos de combustible de nuestro vehículo. Algunos de estos elementos son bastante comunes (como el zinc, el plutonio o el carbono), otros requerirán de una exploración un tanto más peligrosa y nos obligarán a descender hasta las profundidades de océanos y lagos para encontrarlos.

Para recorrer el vasto juego de Hello Games solo tendremos a nuestra disposición una nave espacial y nuestras piernas… unas piernas extremadamente lentas. Si de por sí el juego ya es agotador y aburrido por su exploración repetitiva y poco emocionante, cuando le sumamos la lentitud de nuestro personaje, la sensación de tedio se incrementa exponencialmente. La buena gente de Hello Games nos pone a disposición un jetpack que nos permitirá avanzar un poco más rápido, pero no mucho más, pues solo funciona en intervalos de tres o cuatro segundos.

A nuestra espalda cargaremos una mochila ridículamente pequeña que, a pesar de que podemos ir mejorándola para aumentar su almacenaje, siempre se llena enseguida. Esto nos lleva a un forzoso equilibrio entre lo que realmente necesitamos para nuestro viaje y aquello que queremos vender para conseguir mejores objetos en el mercado galáctico. Para intentar sobrellevar el problema del almacenaje hay que dar prioridad a todo aquello que favorezca las actualizaciones de inventario (comprar espacios para nuestra mochila, comprar una nave más grande, hacernos con una herramienta mejor), pero el problema es que como el juego no explica nada de esto ni cómo conseguir estas mejoras, nos sentiremos perdidos en nuestro viaje durante mucho rato hasta que consigamos descifrar por medio del ensayo y error como rayos funciona todo. Por un lado el sentimiento de desconcierto y pérdida le sienta fenomenal a un juego de exploración y supervivencia pero, por otro, es demasiado exasperante tener que pasarse varias horas jugando para conseguir adivinar cóomo funciona todo.

No Man’s Sky

Los únicos seres inteligentes que nos encontramos a lo largo del viaje son los Vy’Keen, una raza alienígena muy similar al Almirante Ackbar de Star Wars. En su gran mayoría poca conversación nos darán, pues parece que su único cometido es gruñir y comerciar (elemento importante si queremos progresar con nuestro equipo); aunque de vez en cuando te encuentras uno un poco más simpático y te regala algún objeto o te entrega alguna mejora de equipo.

Alrededor de los Vy’keen se esconde una misteriosa historia que también podemos ir descubriendo en nuestro camino hacia el centro del Universo. Mientras encontramos sus monolitos y centros de trabajo, podremos ir aprendiendo su idioma y su historia hasta tal punto de llegar a comprender lo que dicen de forma literal (pues al inicio del juego no entenderemos nada de lo que dicen). Nuestro vocabulario irá aumentando con cada monolito descubierto y con cada alienígena con el que conversemos pero, al igual que explorar todos los planetas, completar nuestro diccionario será una tarea larga y difícil, pues en cada planeta hay monolitos y alienígenas con una palabra que enseñarnos.

Cuando nos aburramos de un planeta solo tendremos que coger nuestra nave y salir de su atmósfera y, justo aquí, empieza la verdadera grandeza del juego. Tras romper las nubes y llegar a las estrellas empieza un espectáculo visual muy trabajado. Todo el diseño del juego y sus escenarios son realmente bonitos. No Man’s Sky nos traslada a un paisaje de ensueño, de colores brillantes e iluminación tenue que hace de la exploración espacial un verdadero deleite para la vista. Es cierto que el juego ha sido bastante criticado en su versión para PC, pues tenía muchos fallos (bajadas de frames, parones repentinos, etc.), pero la versión para PS4 (no lo olvidemos: la plataforma para la que realmente de se desarrolló el juego) no tiene estos problemas. Y, efectuando algún detalle poco trabajado y alguna bajada de frames poco común, No Man’s Sky nos ofrece un verdadero espectáculo visual. En algunos momentos incluso parece que el equipo de Hello Games se haya inspirado en el trabajo de J.J. Abrams cada vez que nuestra nave se acopla a una estación espacial, se introduce en una colonia sideral o arranca su motor para saltar al hiper-espacio.

No Man’s Sky

Aunque parezca tedioso no es mala idea explorar —- aunque solo sea un par de minutos— – cada planeta que nos encontremos, pues podemos hallar verdaderas fotografías de postal propiciadas por planetas de dos soles que atardecen con una tonalidad púrpura. Solo por quedarse mirando ya es un juego que merece la pena ser jugado. La combinación de paisajes realmente bonitos y la suave música electrónica convierten a No Man’s Sky en un juego perfecto para relajarse; jugar y relajarse se convierte en un fin en sí mismo, algo que es difícil encontrar en el mundo de los videojuegos.

Mientras avanzamos en nuestra exploración del cosmos tendremos un par de herramientas útiles: la multi-herramienta de minería que nos permitirá conseguir recursos necesarios para continuar nuestro camino y un escáner bastante parecido al del clásico Metroid Prime que nos ayudará a localizar y clasificar toda la flora y fauna del planeta.

Además, una vez descubierto algún elemento de la flora y la fauna de ese planeta podremos darle nombre, pero cuidado, solo si somos los primeros en descubrirlo tendremos el honor de bautizarlo. Aunque existe la posibilidad de renombrar cada objeto que nos encontramos, así que no sé si sirve de mucho correr para llegar el primero a un planeta inexplorado.

No Man’s Sky

Otra de las utilidades de la multi-herramienta (además de utilizarla en tareas de minería) es su capacidad para ser utilizada como rifle de combate. Esta opción de la multi-herramienta será importante, pues todos los planetas que nos encontremos están infestados de unos pequeños robots centinelas que parecen querer controlar todos tus movimientos. Sus intenciones no son claras en un inicio, aunque a medida que exploremos podremos ir revelando su verdadera naturaleza y sus perversas intenciones.

Pero la lucha contra los centinelas no será la única. A través de la oscuridad del espacio nos encontraremos con piratas que intentarán robarnos todos nuestros materiales. Los láseres incorporados a la nave nos ayudarán a contrarrestar su ataque mientras iniciamos una divertida batalla en 360º. A pesar de su simpleza las batallas espaciales son bastante entretenidas aunque, como casi todo en este juego, se hace repetitivo.

Pero vayamos concluyendo. No Man’s Sky ha recibido muchísimas críticas y lo cierto es que todas tienen su parte de razón, pero bajo mi propia experiencia creo que se ha llevado más palos de los necesarios. La mayoría de jugadores se han ensañado con el juego de Hello Games de forma innecesaria y, en general, han dado una impresión del juego tan mala que no creo que se ajuste con la realidad. Es aburrido, es repetitivo y no cumple con todo lo que prometió en un inicio (por ejemplo, el despropósito de prometer un multijugador que no tiene), pero no está tan mal para dedicarle unas horas de vez en cuando.

No Man’s Sky

Como tantos otros juegos, nos encontramos ante una situación de overpromise, una campaña publicitaria que ensalza al juego por encima de sus posibilidades e incluso consigue que sus propios creadores se crean por encima de lo que el juego puede realmente ofrecer; pero no es el primero que deja a la comunidad de jugadores con cara de bobos y con sentimiento de estafa y, desgraciadamente, no será el último que lo haga. No merece la pena pagar el pastizal que piden por él, aunque si realmente lo vendieran a un precio adecuado (como el juego indie que realmente es y no como un juego triple A) seguro que más de uno lo tendría en su estantería con el orgullo de haber realizado una buena compra. Pero ¡ojo! Hay que saber lo que compramos: un juego de exploración con una pincelada muy fina de elementos de rol; nada de acción, nada de grandes argumentos, nada de multijugadores masivos, ni nada de lo que originalmente nos vendieron… solo exploración y la promesa de muchísimas horas de juego mientras nos movemos por un bello cosmos que realmente parece infinito.

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