¿Qué ocurre cuando estás en una partida donde puedes ser lo que quieras, siempre que tus propios miedos y una mala tirada no te jodan? Yo soy Ella Spice de Iguazel Serón es una historia plagada de referencias, mucho humor y unos personajes tan carismáticos como fáciles de querer.
La novela romántica ha sido publicada por Fandom Books con la edición de Marta Álvarez. Cuenta con el arte de Alicia Sánchez, tanto para la ilustración de portada como para el interior.
Gabriel quiere ver su sueño hecho realidad, Daniela desea que su castillo de naipes no se derrumbe por sus mayores miedos. Ambos se necesitan para lograrlo, aunque se odien con cada fibra de su ser.
Daniela es la escritora superventas Ella Spice, famosa especialmente por su saga romantasy de ángeles, demonios y todos los bichos que hay en medio: Cuál de los dos. Pero nadie conoce su rostro ni quién es realmente. Para poder mantener su identidad en secreto recurre a Gabriel, un community manager fan de las partidas de rol que sueña con que le publiquen su trilogía de fantasía épica.
Él desea entrar en el mundo editorial más que nada, aunque, ¿de verdad tiene que interpretar el rol de Ella Spice para conseguirlo?
Serón construye un relato que se sumerge de lleno en los clichés del romance y la fantasía, dando pie a escenas tan divertidas como ingeniosas. Se caracteriza por unos diálogos chispeantes —me encanta usar esa palabra para describirla—, y chistes pintados con gracia durante la narración. Cuanto más intensa sea la escena, mejor.
Pese a su lectura ágil y dinámica, Serón se enfrentó a varios retos para conseguirlo. Cuenta con tres puntos de vista: Daniela, Gabriel y Alba. En el caso de Daniela y Gabriel, sus puntos de vista están narrados en tercera persona, pero aún así se perciben variaciones entre la narración que acompaña a cada uno de ellos.
No obstante, también está Alba, la celebre protagonista de la saga best seller de Ella Spice. Sus capítulos destacan visualmente por ser páginas escritas con otra fuente y en páginas mucho más oscuras, separándolas dramáticamente del resto de capítulos. Pero, también, porque está narrada en primera persona y con la pluma de Daniela.
«La academia había sido construida en un antiguo convento, así que me sentía un poco como si Harry Potter hubiera elegido ser monja de clausura.»
Alma en Cuál de los dos
Ella Spice
Más allá de la gracia del chiste, la forma en que está escrito hace pensar automáticamente en la forma de ser y de expresarse de Daniela, no en Gabriel. Algo que solo se consigue con un trabajo pulido en la definición de los personajes desde la base.
Estos capítulos dedicados a Alba permiten un cambio de ritmo entre los diferentes aspectos de la historia principal, así como conocer por qué Ella Spice es un fenómeno nacional. También nutre la conexión creciente entre Gabriel y Daniela. La vuelve más confiable, real y sensible.
Que Gabriel haya considerado toda su vida que solo la fantasía épica es narrativa «de verdad» crea un conflicto entre Daniela y él. Con Cuál de los dos en medio, ambos van reconociendo los méritos y sueños del otro, descubriendo el mundo desde una perspectiva un poco diferente.
«A lo mejor dentro de él hay una especie de gnomo o trol u otro de esos bichos de los mundos de fantasía que le gustan y que le está diciendo que se va a morir si dedica un solo pensamiento positivo a una historia diferente a las que ha leído toda la vida.»
Daniela en Yo soy Ella Spice
Iguazel Serón
Serón utiliza muchos dramas del panorama editorial —cambiando los nombres en el proceso—, para señalar las incongruencias del sector, los pros y los contras de (con)vivir con un fandom, sobre todo en uno sano, y la importancia de la salud mental en cualquier proceso creativo.
Se enfrenta a muchos prejuicios que existen en torno a las novelas de fantasía escritas por mujeres, especialmente si su público es en su mayoría femenino. Algo que, para muchos, hace que sea «de nicho» de forma automática. Porque que tu audiencia objetivo sea la mitad del país es algo sumamente específico y aislado.
Yo soy Ella Spice es una novela dulce y divertida, con chistes puestos en los momentos clave y referencias por doquier. Además de unos protagonistas tan entrañables como memorables.
