The Normals es la nueva propuesta de Adam Glass (Mary-Shelley: Monster Hunter, Suicide Squad) en el mundo del noveno arte. Le acompaña Dennis Calero a los lápices. Planeta Cómics es la encargada de traer esta historia que recoge la miniserie compuesta por 6 números y que se supone que es la serie completa. Más adelante hablaremos de esto.
Esta obra ha sido publicada en formato cartoné. El volumen está formado por 160 páginas, incluyendo algunos extras como portadas, guiones y storyboards.
Sinopsis de The normals
Hablar de esta historia sin entrar en el terreno del spoiler es complicado. Me vais a permitir la licencia de contar un poco de que va la trama. Quizá podría considerarse que es un spoiler, pero dado que lo que voy a contar se menciona al final del capítulo 1, podemos aceptarlo sin que rueden cabezas (la mía en concreto). Si no quieres saber absolutamente nada, te recomiendo que dejes de leer, pero cualquier reseña sobre The Normals va a incluir este detalle. Si estas de acuerdo, sigue leyendo.
En este cómics vamos a conocer a los Normals, una familia típica americana. Pero un accidente sin importancia cambiará sus vidas para siempre. Aidan es un joven adolescente que tiene problemas para adaptarse. Un día, se cae de la casa del árbol y cuando su padre va a socorrerlo, se da cuenta de que un cable le sobresale de la parte posterior de la cabeza.
Asustado ante ese rareza, deciden volver a Liberty, el pueblo donde viven los padres de Jack, el padre y protagonista de esta historia. Pero al llegar al pueblo, nadie les conoce. Los padres de Jack no están en la casa de su infancia, el protagonista recuerda personas que llevan décadas muertas, y no hay ni rastro de su vida pasada en el apacible pueblo. Por suerte, el doctor Gordon, el médico de Liberty, si recuerda a la familia Normals. Tras llevarlos a su despacho y hacerles unas pruebas, acaba confesándoles la verdad: son robots. Autómatas de un proyecto secreto de una poderosa empresa llamada Westing.
A raíz de este descubrimiento, la vida de la familia cambia para siempre. Perseguidos por sus creadores, los Normals emprenderán una huida para salvar sus vidas. Pero para ello, tendrán que salvar las de otros autómatas que viven por todo el país sin ser conscientes de su naturaleza.
Adam Glass, productor ejecutivo de Supernatural
Y se nota. Adam Glass tiene una carrera profesional muy relacionada con el mundo de la televisión. Supernatural, Mentes criminales, The Equailizer… son solo algunas de las series en las que ha participado tanto como guionista como productor. Y esta información nos lleva a The Normals.
Parece que está mini serie recopilada en un único volumen hace las veces de episodio piloto para algo más. Son varios los motivos que llevan a pensar eso.
El primero de ellos es que la serie, aparentemente concluida, termina todo lo abierta que puede quedar una historia. El lector siente que esto es una introducción, cliffhanguer incluido, y que cuando la cosa se pone interesante, termina. Lo lógico es pensar que es un primer volumen. Sobre todo viendo la portada que usa Planeta en su web, donde se puede apreciar en la esquina superior derecha un número 1. Pero no. Es una serie completa, como dice la misma editorial en la misma web. Este malentendido se debe a que se ha usado la imagen de Aftershock, la cual es la misma que la portada del primer capítulo de la serie americana. Sin embargo, en la portada del cómic no aparece ningún uno.
Toda esta confusión conduce a pensar que a la serie le queda todavía mucho por contar, aunque sea «completa». Pero como digo, la historia termina en mitad de nada. Para mayor peso de este argumento, en la última página se puede leer: «¿Es el fin… o solo el comienzo?«.
El segundo motivo para pensar que esto es un episodio piloto es la relación que tiene el propio Glass con el mundo de la televisión. No parece concluyente si no va ligado con el tercer motivo.
Y es que en 2022 se anunció que The Normals tendría una adaptación como serie de televisión. Jon Kramer, director ejecutivo de AfterShock Media hablaba en su declaración sobre lo contentos que estaban con trabajar con SBS Australia, Werner Films y Adam Glass.
Sí. He hecho un poco de trampa. Pero también la ha hecho Glass. Porque la historia me estaba gustando. Aunque usa bastantes clichés, la lectura es amena y la trama es interesante, con un juego de pistas para buscar autómatas que podría dar bastante juego. Por desgracia la historia terminada en mitad de todo, con un descubrimiento que puede dar mucho juego pero que solo sirve para poner los dientes largos.
Reconozco mi confusión al acabar la lectura de The Normals y no encontrar nada de información sobre la siguiente publicación.
Creo que esta serie podía dar para mucho más. Si se hubiera planteado como algo más extenso se podría haber hecho un mejor desarrollo de personajes; una trama un poco más compleja y algunas que otro guiño al lector con el tema de las pistas para encontrar autómatas.
Todo lo mencionado son carencias que tiene The Normals por estar pensada como lo que es: un episodio piloto en formato cómic.
Un dibujo que paga facturas
Dennis Calero es el artista encargado de ilustrar este capítulo piloto. Y no es su mejor trabajo…
Utiliza un trazo rápido con un estilo realista que exagera demasiado y con un detalle bastante pobre que dificulta reconocer a los personajes. A nivel narrativo, en múltiples ocasiones cuesta entender lo que está ocurriendo. La mayoría de viñetas apenas tienen fondos, o son elementos planos y sin detalle. Por no hablar de la cantidad de personajes que tienen el rostro completamente negro, hasta el punto de que da mal rollo.
No hay cariño en los trazos de Calero. Da la sensación de haber aceptado este trabajo para pagar facturas, sin ningún compromiso con la obra. También es posible que no le entusiasmará la idea de hacer un episodio piloto ilustrado, pero ya que te pones, hazlo bien.
Colores que dan que pensar
En lo personal, el color de Adriano Augusto me gusta bastante. Me encaja con la serie y ayuda a entender un poco lo que trata de narrar Calero.
Como contrapunto, si es cierto que abusa de brillos en múltiples ocasiones. Bien puede ser para relacionar The Normals con las series de ciencia ficción que tanto gustaron en los noventa y a las que se asemeja esta obra. Pero también es muy posible que sea para intentar camuflar la dejadez de Calero en el dibujo.
Conclusion
Tengo sentimientos muy encontrados con The Normals. Durante su lectura me estaba gustando. Es rápida de leer. Tiene una trama que aunque esté un poco gastada la plantea de forma interesante. Y tiene cierto toque a Yo Robot que hace que sea disfrutona.
También tiene ideas muy interesantes. Empezando por varios guiños frikis y homenajes hasta las preocupaciones de una familia, la relación entre ellos y la brecha generacional entre padres e hijos. Como el propio Glass cuenta en la introducción, esta obra surge de una preocupación real sobre su familia, sobre los cambios que conlleva que tus hijos crezcan. A utilizado ese miedo al cambio y lo ha exagerado para contar una historia que a rasgos generales es interesante y he disfrutado.
Pero ese final a mitad de la historia desmorona todo lo anterior. Que ya incluía sus propios altibajos como ya hemos mencionado: desarrollo nulo de los personajes; dificultad a la hora de seguir un dibujo poco trabajado; una historia que avanza sin motivo aparente más allá de «por que así se lo hemos contado»… Todo esto me genera una mezcla de sensaciones: quiero saber más; ¿como eres capaz de dar por terminada una historia como lo has hecho?; aún con todo he disfrutado el camino; ¿Recomendaría The Normals?; Si al final sale la serie de televisión, ¿la vería?
No me atrevo a dar una opinión clara sobre este cómic. Si os sirve de algo, no me he arrepentido de leerlo. Lo cual ya es algo bueno con respecto a otras obras.
Eso sí, no lo recomendaría a gente que no haya leído cómics, o los puntos negativos le pesarán más que los positivos y puede ser que el mundo pierda un futuro lector del noveno arte.
























