Fragmento de la portada de "Unsteady" de Peyton Corinne.
Fragmento de la portada de "Unsteady" de Peyton Corinne. | Fuente: RBA.
Portada de "Unsteady" de Peyton Corinne.
Portada de «Unsteady» de Peyton Corinne. | Fuente: RBA.

Unsteady es un sport romance que va mucho más allá del cliché del chico deportista y la chica buena. Es una historia que se mueve entre la rudeza del hockey y la elegancia exigente del patinaje artístico, pero lo más duro no está en la pista, sino en las vidas personales de sus protagonistas. La novela escrita por Peyton Corinne cuenta con la traducción de Mariona Gasto bajo la publicación de RBA.

Rhys no es el típico héroe seguro de sí mismo. Tras un accidente en la temporada anterior, arrastra un trastorno de estrés postraumático (TEPT) que le paraliza cada vez que intenta volver a patinar. Los ataques de pánico, la frustración y la presión del resto, le han dejado roto por dentro. Es un personaje muy humano, vulnerable y real, que lucha cada día con sus propios límites.

Sadie, por su parte, es una patinadora perfeccionista, comprometida con su familia y con una vida que exige más de lo que puede dar. Intenta sacar adelante los estudios, ser la mejor en la pista y, además, cuidar de sus hermanos pequeños. La situación en casa no es la ideal, y muchas veces tiene que apoyarse en su mejor amiga, Ro, para poder seguir el ritmo. Sadie representa esa presión invisible que muchas chicas jóvenes sienten: la necesidad de hacerlo todo bien, de no fracasar, de no saber parar a tiempo.

Rhys y Sadie se conocen en una pista de entrenamiento, cuando él da clases a un grupo de niños en el que, casualmente, están los hermanos pequeños de ella. A partir de ese momento, sus caminos no paran de cruzarse: en el trabajo de Sadie como camarera, en la pista de madrugada, en conversaciones donde se entienden sin necesidad de hablar demasiado. Lo que empieza como una relación de apoyo mutuo, dos personas intentando no derrumbarse, se convierte en algo más profundo, más intenso.

La atracción entre ellos es fuerte, pero lo más interesante no es la química, sino cómo se construyen el uno al otro. No se salvan, pero se acompañan. Se enfrentan a sus propios demonios y, en el proceso, aprenden a mirar con compasión sus heridas. La relación no es fácil, ni rápida, ni idealizada. Hay dudas, silencios, resistencias…, hasta que no pueden más, y saltan las chispas.

Peyton Corinne construye una historia con mucho cuidado, tratando con respeto temas como la salud mental, familias desestructuradas, el trauma y la autoexigencia. No es un libro ligero ni un romance rosa. Hay advertencias de contenido importantes que deben leerse antes de empezar, ya que algunos pasajes pueden ser duros.

En definitiva, Unsteady es una novela emocionalmente intensa, que mezcla el frío del hielo con el calor de una conexión auténtica. Es para quienes buscan romances que duelen, que sanan, que no idealizan, pero sí enamoran. Rhys y Sadie no son perfectos, pero quizás por eso son inolvidables. Si buscas algo parecido, aunque no igual, a Los chicos de Tommen, te recomiendo mucho que leas esta historia.

Irati Egaña
Desde pequeña fui una ávida lectora, y tras mucho leer y escribir reseñas en mi blog, he conseguido acabar aquí de redactora.

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