Luminaria: Dark Echoes – Vampire Survivors con linternas – Análisis

Enthariel Games le da una vuelta a la fórmula ganadora de estos últimos años.

Estos últimos años hemos tenido la suerte de ver cómo algunos proyectos indie bastante originales y arriesgados han conseguido mover montañas y convertirse en auténticos éxitos inesperados: Balatro, Slay the Princess, Hero Survival o Vampire Survivors son solo algunos de estos ejemplos y, para el análisis de Luminaria: Dark Echoes que nos ocupa, veremos que Enthariel Games se ha inspirado enormemente en el trabajo detrás de Vampire Survivors.

Desde el lanzamiento del título de Luca Galante hace ya unos cuantos años, han sido muchos los juegos que han intentado replicar su éxito con propuestas similares como Brotato, Death Must Die o Soulstone Survivors y, aunque todos han gustado a los jugadores, ninguno ha llegado a superar al título original. Luminaria: Dark Echoes es el nuevo intento de un estudio de convertirse en el éxito del año y, aunque tiene buenas ideas, se equivoca más de lo que acierta. Vamos a verlo.

Un mundo apagado – Luminaria: Dark Echoes

Lo primero que sorprende al empezar a jugar a Luminaria: Dark Echoes es que el juego cuenta con una historia bien estructurada que se va desarrollando poco a poco conforme vamos desbloqueando los distintos escenarios y niveles del juego.

En lugar de limitarse a ponernos en un mapa a destrozar enemigos, el título se toma su tiempo para contarnos que lo que parecía ser una nueva revolución industrial gracias al descubrimiento de una nueva forma de gestionar la energía eléctrica derivó en un apagón total y en un apocalipsis que acabó con la vida tal y como la conocemos.

El centro de todo el problema está ubicado en el corazón de una central energética que continúa en funcionamiento pese al paso de los años, por lo que la única forma de intentar poner solución al problema es llegar hasta allí y destruirla por completo.

Como os podéis imaginar, para hacerlo tendremos que ir superando una serie de niveles mientras acabamos con todos los enemigos que se crucen en nuestro camino, pero además de eso, podremos conocer más detalles de la historia gracias a las notas y diarios repartidos por los escenarios y a las conversaciones que tendremos con los NPCs entre misión y misión.

Esto es, sin duda, el gran atractivo y punto fuerte del juego, ya que le dota de una profundidad argumental a una propuesta que, en principio, podría ser tan directa como Brotato o Vampire Survivors.

Moverse y esquivar

Una vez que accedemos a uno de los cinco niveles del juego, la mecánica es la misma que hemos visto varias veces estos últimos años: controlaremos a un personaje en vista cenital mientras esquivamos a las hordas de enemigos que vienen a atacarnos y nuestro héroe activa sus armas automáticamente. Al derrotarlos, recogeremos experiencia para subir de nivel y desbloquear nuevas armas y mejoras con los que hacernos más fuertes antes de que aparezca el jefe del nivel cuando se termine el tiempo.

La mayor parte de las armas y habilidades pasivas que iremos desbloqueando tienen que ver con la luz y, por ejemplo, podremos equiparnos con linternas a las que podremos mejorarles el rango del haz de luz, bastones lumínicos que lanzan rayos cada cierto tiempo, drones que se mueven junto a nosotros disparando a los enemigos, sierras que se mueven en círculos a nuestro alrededor o escudos que nos hacen invulnerables durante unos pocos segundos.

La verdad es que los efectos y funcionamiento de las armas nos han gustado bastante, ya que muchas tienen efectos de área que nos obligan a movernos para que los efectos caigan justo donde podemos maximizar el daño, algo que no ocurre en otros juegos del estilo.

Una vez terminado el escenario de turno, volveremos a la base central desde la que podremos usar el dinero conseguido en incursiones previas para mejorar armas, habilidades e incluso las estadísticas de nuestro personaje, haciendo que cada intento sea algo más sencillo que el anterior y tengamos una verdadera sensación de progresión.

¿Dónde están los problemas?

Como veréis, todo lo que hemos comentado hasta ahora es positivo, pero, por desgracia, Luminaria: Dark Echoes tiene una serie de problemas que lastran la experiencia y que necesitan solucionarse cuanto antes si quieren captar la atención de un público cada vez más exigente.

El primero tiene que ver con el rendimiento del juego. Al menos en la versión de Switch, el juego tiene problemas para mantener la tasa de frames por segundo estable en los combates contra los jefes finales de cada nivel, lo que hace especialmente complicado esquivar sus golpes y, por tanto, destroza por completo la experiencia de juego. El problema es aún más grave si jugamos en cooperativo local (dos jugadores en Switch y cuatro en PC). En nuestro caso, ha sido imposible completar el segundo escenario jugando en cooperativo ya que, con suerte, el juego se movía a 10 fps pese a que técnicamente debería ser muy poco exigente. La falta de optimización no es digna de una versión final de un juego y, a día de hoy, parece que sigue en una versión temprana de un acceso anticipado.

Otro de los problemas que hemos encontrado tiene que ver con los ataques y movimientos de los enemigos. Una vez superado el primer escenario del juego, tuvimos la sensación de que los patrones de ataque y movimiento de los enemigos que van apareciendo no están del todo pulidos y ajustados y, en muchas ocasiones, el bucle de esquivar, moverse y atacar deja de ser divertido porque pasamos todo el nivel haciendo lo mismo para ir eliminando enemigos sin que nos lleguen a tocar.

El tercer y último problema tiene que ver con el bucle jugable y su rejugabilidad. La gran mayoría de los juegos del género cuenta con una cantidad ingente de contenido y un sistema de progresión pensado para jugar durante horas y horas gracias a un diseño de escenarios y enemigos muy bien planteado. En el caso de Luminaria: Dark Echoes, ese nivel de precisión y cuidado en los detalles simplemente… no está. El mejor nivel es, con diferencia, el primero y más allá de eso, da la sensación de que al resto del juego le queda mucho trabajo por delante.

Conclusiones del análisis de Luminaria: Dark Echoes

Teníamos muchas ganas de probar el proyecto de Enthariel Games, pero después de unas cuantas horas de juego, nos ha quedado claro que hay una serie de carencias importantes que deben solucionar cuanto antes si quieren que Luminaria: Dark Echoes destaque en un catálogo repleto de juegos muy superiores a este.

Si el estudio es capaz de mejorar el diseño de niveles, los patrones de ataque y movimiento de los enemigos y de mejorar y hacer más atractivo el bucle jugable, estaremos ante una propuesta interesante que puede hacerse un hueco en las bibliotecas de los jugadores. Mientras tanto, toca esperar.