La línea roja (HBO Max)

La serie comienza extraordinariamente bien. Los primeros capítulos son terriblemente prometedores. La historia es potente: en Chicago, un policía blanco de familia bien asesina por error a una persona negra en acto de servicio. Este simple hecho funciona de motor narrativo eficaz y devastador para que una hija adoptada, un matrimonio homosexual y una aspirante a concejal, junto con este policía, desarrollen tramas -paralelas y transversales- dónde se habla, claro, de racismo (está muy presente el Black lives matter), pero también de corrupción política y policial, de ética y de moral, de lucha por lo que es justo… y de familia.

Pero…

‘La línea roja’ es un melodrama almibarado y muchas veces ridículo que no sabe aprovechar sus virtudes

A partir del tercer capítulo la serie comienza a desmoronarse por culpa de una narrativa que, agotados los primeros cartuchos de sorpresa, tiende en exceso a la hipérbole, al dramatismo innecesario, a trucos de guion poco originales y que huelen a naftalina… Lo hace en perjuicio de sus personajes, principales y secundarios, que ven desvirtuados sus retratos iniciales por culpa de un desarrollo precipitado, rapidísimo, del guion y que incumple gravemente el pacto de verosimilitud que este tipo de ficciones tienen con su público.

A esto debemos sumar una realización excesivamente ambiciosa. Su afán por introducir y manejar en paralelo tantas subtramas y tantos personajes acaba por formar una madeja narrativamente liosa, desconcertante y confusa por momentos, que se nos aparece más y más perdida en sí misma cuanto más avanza la serie.

¿Eran necesarias tantas vueltas?

También se le ven las costuras en cuanto a las referencias a las que se debe y en las que ha buscado una directa (e indisimulada) inspiración. Fundamentalmente, tres son las deudas que se perciben con claridad: ‘When They See Us’ (la mano de Ava Duvernay, productora ejecutiva aquí, es evidente), ‘The Wire’ (la trama política busca ser una copia y se queda en sombra lejana) y ‘This is Us’ (la trama del drama familiar tiene escenas muy similares). Si metemos estas tres series en una batidora, y le damos unos poquitos golpes, tenemos ‘La línea roja’.

El resultado es un melodrama almibarado y muchas veces ridículo que no sabe aprovechar sus virtudes, desaprovecha sus recursos (como la presencia de Noah Wyle (‘Urgencias’) y malogra su prometedor inicio hasta el punto de que, al acabar el último de sus ocho capítulos, todas sus subtramas se reducen a otra insubstancial y sosa reivindicación de la familia americana. ¿En serio eran necesarias tantas vueltas para llegar a esto?

Nota: 4/10

FantasyTienda: Figuras, merchandising, juegos
Fco. Martínez Hidalgo
Filólogo, politólogo y proyecto de psicólogo. Crítico literario. Lector empedernido. Mourinhista de la vida.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.