King of Meat

Hemos jugado a King of Meat, un juego cooperativo que se aleja de los cánones tradicionales para sumergirnos en un universo rocambolesco, repleto de trampas, acertijos y criaturas absurdas. Este título se presenta como una oda al caos compartido, donde la creatividad y el ingenio juegan un papel muy importante.

Historia caótica y absurda

La trama de King of Meat se desarrolla en Loregok, un mundo donde la lógica ha sido sustituida por la carne, literalmente. Los jugadores encarnan a contendientes que deben superar mazmorras diseñadas para poner a prueba su ingenio y coordinación. No hay una narrativa tradicional con giros dramáticos o desarrollo de personajes: aquí la historia es un pretexto para el juego, una excusa para justificar el sinsentido que reina en cada nivel. Lo interesante es cómo el juego abraza su propia incoherencia.

Las criaturas que habitan Loregok parecen salidas de una pesadilla culinaria, y los diálogos —cuando los hay— están cargados de un humor absurdo.

Gráficos que no destacan pero tampoco incomodan

Visualmente, King of Meat apuesta por una estética exagerada pero cuidada. Los escenarios están repletos de texturas «orgánicas», con paredes que parecen hechas de músculo y trampas que recuerdan a utensilios de cocina mutados. El diseño de personajes es caricaturesco, con proporciones exageradas y animaciones que refuerzan el tono cómico del juego.

King of Meat

Unas físicas que ayudan al caos

La física es a nuestro parecer el verdadero motor de la experiencia. Los objetos reaccionan de forma exagerada, los personajes se deslizan, rebotan y se estrellan con una comicidad que recuerda a títulos como Human: Fall Flat o Gang Beasts. Esta imprevisibilidad es parte del encanto, aunque puede frustrar en niveles que requieren precisión.

King of Meat

El ritmo, bastante frenético 

En este apartado, el juego cuenta con una banda sonora dinámica, que mezcla ritmos tribales, sintetizadores grotescos y efectos de sonido que parecen sacados de una carnicería. Los gruñidos, chillidos y explosiones de carne contribuyen a la atmósfera surrealista, mientras que los efectos de voz —aunque escasos— están bien integrados y refuerzan el tono humorístico.

¿Os recomendamos King of Meat?

Lo primero que tenemos que deciros es que King of Meat no es para todos. Su estética grotesca, su narrativa absurda y su dependencia de la cooperación lo convierten en una experiencia muy específica. Pero para quienes disfrutan del caos controlado, de los desafíos compartidos y de la creatividad sin límites, este título ofrece un festín jugable que no se olvida fácilmente.

Glowmade ha logrado crear un universo donde cada mazmorra es una invitación al desastre divertido. Con un editor de niveles prometedor y una comunidad activa, King of Meat tiene potencial para crecer y consolidarse como un referente del cooperativo indie.

✔️ PROS:

  • Cooperativo caótico y divertido.
  • El editor de niveles es muy bueno.

CONTRAS:

  • Una narrativa muy pobre.
  • El juego pierde todo su encanto sin el multijugador.

🎮 PLATAFORMAS: PS5, Xbox Series y PC.

Antonio Cabilla
Redactor, editor y director de la sección de videojuegos. También garabateo en la sección de cómic/manga.

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