Broken Arrow – Análisis

Este RTS de ambientación bélica moderna viene con muchas buenas ideas bajo el brazo.

Los fans de los RTS estamos viviendo una época bastante interesante. Hace solo unos años pudimos disfrutar de Age of Empires IV, varios ex trabajadores de Blizzard continúan actualizando y mejorando Stormgate y, ahora, Steel Balalaika nos ha sorprendido a todos con Broken Arrow, es un juego de ambientación bélica moderna que llegó a PC durante junio de 2025 y cuya comunidad no ha parado de crecer desde entonces. Según podemos leer en su ficha de Steam, el título se define a sí mismo como “un juego de estrategia militar a gran escala en tiempo real que combina la complejidad de los juegos de guerra de fuerzas combinadas con una jugabilidad estratégica en tiempo real cargada de acción”.

Nosotros ya hemos podido jugar un buen puñado de horas y, por eso, queremos contaros qué podéis esperar de Broken Arrow y por qué se convertirá en vuestra nueva obsesión en cuanto dominéis el uso de sus mecánicas y unidades.

¿Qué ofrece Broken Arrow al jugador?

Campaña individual

Como en todo buen RTS, la primera parada al empezar a jugar será disfrutar de una campaña que nos traslada hasta un conflicto ficticio entre Estados Unidos y Rusia en la actualidad. A lo largo de 16 misiones, el juego nos pone en la piel de ambos bandos – alternando entre la perspectiva estadounidense y la rusa – mientras luchan por el destino de la región del Báltico. Esta estructura nos ha recordado mucho a clásicos como World in Conflict gracias a su gran carga narrativa, pero esta campaña nos ha parecido mucho más profunda y variada.

Cada misión de la campaña está pensada para plantearnos un desafío diferente, como infiltrar a nuestras tropas en una base enemiga sin que las detecten, defender nuestra base durante un tiempo a la espera de refuerzos, sobrevivir a combates en calles de ciudades entre infantería y blindados, gestionar batallas enormes en las que tenemos que utilizar gran parte de las unidades el juego y mucho más. Por suerte, la campaña no se limita a ser un tutorial en el que conocer las mecánicas del juego antes de pasar a los modos competitivos y, en lugar de ello, nos ofrece experiencias mucho más variadas que, por momentos, nos han recordado a las campañas de StarCraft II.

Como podéis imaginar, el tono narrativo de Broken Arrow opta por un estilo serio pero que no renuncia a la espectacularidad que podemos ver en muchas de las grandes películas de guerra y, lo cierto, es que entre los diálogos y algunas cinemáticas, el juego demuestra que ha sabido captar esa esencia a la perfección.

Modos multijugador

Una vez que completemos la campaña será el momento de pasar al verdadero plato fuerte: los modos competitivos y multijugador. A diferencia de otros títulos similares, el juego apuesta por combates en equipo a gran escala: su modo competitivo principal enfrenta a dos equipos de 5 jugadores (5v5) en batallas de 45 minutos y situadas en mapas enormes basados en lugares reales (a fecha de lanzamiento cuenta con 19 mapas diferentes). Cada partida en este modo se divide en tres rondas de 15 minutos, y el objetivo es capturar la mayor cantidad de zonas o aniquilar el máximo de unidades enemigas para que, al finalizar el tiempo, se sumen los puntos obtenidos por cada equipo durante todas las rondas y decidir el ganador.

Esta estructura por rondas tiene un giro que nos ha gustado mucho: las rondas valen más puntos según avanzamos (los objetivos conquistados valen 1 punto en la ronda 1, 2 puntos en la ronda 2 y 3 puntos en la ronda final). De esta forma, incluso si un equipo comienza dominando, el rival siempre tiene la oportunidad de remontar en las últimas fases, y se mantiene la tensión hasta el final. Remontar una partida en el último momento después de empezar perdiendo es muy divertido y, si somos los que estamos viendo como se nos escapa una victoria que parecía clara, pondremos toda la carne en el asador para mantener la ventaja.

El motivo por el que nos decidido a probar Broken Arrow fue, precisamente, porque el enfoque de partidas 5 contra 5 a gran escala lo distingue de otros RTS actuales, ya que nos obliga a coordinarnos muy bien entre jugadores y especializarnos dentro de cada equipo. Durante las primeras semanas de vida, el juego no ofrecía opciones de partidas competitivas de menor escala (como 1v1 o 3v3) ni la posibilidad de jugar escaramuzas en solitario contra la IA. Para enfrentarse a la máquina era necesario crear partidas con al menos un aliado humano pero, por suerte, ya se han lanzado varios parches que solucionan casi todos estos problemas; de hecho, ahora se han añadido algunos escenarios cooperativos PvE para 1-3 jugadores.

Otro de los aspectos que nos ha gustado mucho es el editor de escenarios del juego. Esta herramienta (la misma que el equipo usó para diseñar la campaña) permite a cualquier jugador crear sus propias misiones y modos de juego personalizados con total libertad, ya que no requiere saber programar y ofrece opciones para establecer objetivos, condiciones de victoria, eventos con triggers e incluso escenas cinemáticas con diálogos. Podemos diseñar tanto escenarios cooperativos contra la IA como misiones competitivas asimétricas o campañas completas, usando los mapas existentes como base. Además, Broken Arrow cuenta con integración en Steam Workshop para compartir fácilmente estas creaciones con la comunidad.

¿Cómo funcionan las mecánicas y las unidades?

Como en todo buen RTS, el punto fuerte de Broken Arrow reside en sus mecánicas jugables y en la enorme variedad y profundidad de sus unidades militares. El juego incluye dos facciones – Estados Unidos y Rusia – cada una con un arsenal basado en sus fuerzas armadas reales (hay cerca de 300 unidades en el juego) y que incluyen infantería, vehículos blindados de todo tipo, artillería, sistemas antiaéreos, helicópteros, cazas, bombarderos, drones y mucho más. Cada unidad está recreada con sus capacidades y armamento real: tanques con blindaje reactivo o sistemas activos de protección, cazas furtivos, misiles de crucero, drones de reconocimiento, etc. Además, también se han incluido elementos tácticos que hay que tener en cuenta a la hora de controlar ciertas unidades: hay que lidiar con radares, contramedidas electrónicas, armamento de alta precisión y otras variables propias del siglo XXI.

Construcción de ejército y especializaciones

Estados Unidos cuenta con 5 especializaciones militares (cada una enfocada en un ámbito: infantería, blindados, marines, etc.) y Rusia dispone de otras 5 equivalentes. Al seleccionar dos de ellas, nuestra “baraja” de unidades se forma con las tropas y vehículos exclusivos de esas ramas, y la combinación define también cuántos puntos de despliegue podremos invertir en cada categoría de unidad: por ejemplo, elegir dos doctrinas de infantería ofrece más puntos para escuadras a pie, mientras que una especialización blindada permite desplegar más tanques pero quizá sacrifica el acceso a helicópteros.

Como imaginaréis, algunas especializaciones carecen por completo de ciertos tipos de unidades (una división aerotransportada no incluye vehículos pesados, una brigada de infantería móvil no dispone de helicópteros, etc.). No existe una combinación perfecta; todas tienen sus fortalezas y debilidades que tenemos que tener en cuenta (y que tendremos que compensar coordinándonos con el resto de jugadores).

Personalización de unidades

Una de las cosas que más suelen gustarnos en los RTS de ambientación militar moderna es la personalización de sus unidades y Broken Arrow no es una excepción. Por ejemplo, un transporte blindado Stryker puede equiparse con distintas armas en su estación de combate (cañón automático de 30 mm, ametralladora Browning M2 o lanzagranadas MK19), además de blindaje reactivo extra o sistemas anti-misiles APS. De forma similar, los helicópteros de ataque eligen qué misiles o cohetes cargar, los cazas configuran bombas y misiles según la misión, e incluso la infantería puede cambiar cierto armamento especializado (por ejemplo, intercambiar un lanzacohetes por otro tipo) dependiendo de lo que necesite.

Cada mejora incrementa el coste en puntos de la unidad, pero permite adaptarla exactamente a lo que necesitamos en cada momento. Gracias a este sistema, con unas 300 unidades base el juego alcanza más de 1.500 variantes de unidades posibles. Os podéis hacer una idea de la variedad de situaciones que se pueden ir dando a lo largo del tiempo.

Roles de unidad

Las unidades de Broken Arrow se clasifican en seis roles básicos: infantería, reconocimiento, vehículos blindados (tanques y IFV), apoyo (artillería, antiaéreos y logística), helicópteros y aviones. Cada tipo cumple una función específica: la infantería puede atrincherarse en edificios o bosques para capturar objetivos, los equipos de reconocimiento detectan al enemigo y guían el fuego aliado, los tanques y vehículos de combate ofrecen potencia de fuego y resistencia en primera línea, las unidades de apoyo (artillería y defensa aérea) suprimen al adversario a distancia y protegen al resto, los helicópteros aportan movilidad, y la aviación nos permite conquistar el cielo con cazas y bombarderos.

Al tratarse de un juego con tantas unidades y algunas tan específicas, es importante combinarlas y saber en qué momento hay que usar cada una de ellas. Por ejemplo, una formación de tanques sin cobertura antiaérea será presa fácil de helicópteros enemigos, mientras que infantería sin apoyo de blindados difícilmente resistirá un combate contra vehículos pesados.

Gestión de recursos, refuerzos y suministros

La gestión de la economía y los recursos es el otro gran pilar en muchos RTS y, en este sentido, Broken Arrow se aleja del esquema clásico de construir bases y recolectar recursos. En su lugar, cada bando dispone de un flujo de puntos de mando que se generan poco a poco (acelerados al destruir unidades enemigas) y se gastan para solicitar refuerzos. Cada unidad tiene un coste en puntos y tarda un tiempo en llegar desde el borde del mapa, simulando un despliegue realista como ocurre en otros juegos de la misma ambientación.

Además, el título cuenta con un sistema de mantenimiento: cuanto más grande es tu ejército desplegado, más se ralentiza la obtención de nuevos puntos. Esto representa el coste logístico de mantener muchas tropas en combate y, en la práctica, evita las clásicas las tácticas de generar unidades sin preocuparse por las bajas.

No solo tenemos que tener en cuenta qué unidades necesitamos en cada momento y cómo combinan estas entre sí, si no que, además, las unidades pueden agotar su munición o sufrir daños en módulos importantes de su estructura (por ejemplo, un tanque puede perder sus orugas o su sistema de puntería) que las dejan casi inútiles hasta que las reparemos. Para reabastecer o arreglar las unidades, tenemos que enviar vehículos de suministros (camiones o helicópteros) hasta donde estén y, cuando empezamos a jugar partidas de cierto nivel, proteger los convoyes logísticos y a la vez atacar los del enemigo puede decidir la partida, pues un ejército sin municiones ni repuestos no podrá seguir luchando.

Luchando en entornos reales

Dejando a un lado todo lo que tiene que ver con sus mecánicas y modos, a nivel técnico Broken Arrow también hace un buen trabajo. En lo que respecta a su ambientación, todos los mapas están basados en localizaciones reales del Báltico, incluyendo ciudades, puertos, bases aéreas o centrales nucleares recreadas muy cerca de su geografía real. Una de las cosas que más nos ha gustado es que las ciudades están diseñadas a escala con sus redes de carreteras y edificios casi calcadas de la realidad, lo que demuestra el gran trabajo hecho por el estudio. Por lo demás, el modelado de las unidades es variado, muy detallado y, en general, intentan representar con muchísimo realismo a las unidades originales que representan.

A nivel sonoro, el juego cuenta con una banda sonora repleta de temas bélicos que encajan a la perfección con la temática del juego y unos efectos de sonido extremadamente realistas que representan el sonido de los motores de los vehículos, las armas o el movimiento de cada una de las unidades del juego.

Conclusiones del análisis de Broken Arrow

Lo decimos claro: Broken Arrow nos ha parecido uno de los mejores RTS de temática bélica moderna que hemos jugado en muchos años. El mimo puesto en recrear el movimiento, ataque y defensa de cada unidad, las tácticas bélicas, los escenarios o la estrategia general de las batallas nos ha parecido magistral y, si el estudio continúa trabajando para ampliar y pulir el juego en esta línea, dentro de unos años podremos estar hablando de un auténtico indispensable del género.

Si os gustan los juegos de estrategia real, Broken Arrow es justo lo que estás buscando.