Head Above Water no es para todo el mundo. La novela de CE Ricci desgarra, te ahoga, te abruma… y deja una marca profunda. Si estás atravesando un duelo reciente, te recomiendo que no empieces este libro sin antes leer cuidadosamente las advertencias del autor. Con la traducción de Xavier Beltrán Palomino, la obra ha sido publicada por RBA.
No es una lectura ligera ni reconfortante: es intensa, cruda, emocionalmente desgarradora. Además, contiene escenas íntimas explícitas, por lo que está dirigida exclusivamente a un público adulto.
La novela nos sumerge en la compleja relación entre Easton y Cannon, dos jóvenes que de un día para otro se convierten en hermanastros cuando sus respectivos padres, Rachel y Dave, deciden formar una familia juntos. Easton, más joven y abiertamente gay, siempre ha sentido una atracción indeseada por Cannon. Aunque intenta convencerse de que “no le gusta, solo se lo follaría” (como él mismo dice), la tensión entre ambos es innegable. Cannon, dos años mayor, parece no tener interés en formar parte de esa nueva familia, y su actitud distante e incluso hostil hacia Easton solo alimenta el conflicto.
Desde el principio, su relación está marcada por una mezcla de rechazo, deseo reprimido y resentimiento. Y cuando sus caminos se separan, parece que lo mejor es seguir adelante. Sin embargo, siete años después, el destino los vuelve a reunir en el peor de los escenarios: sus padres sufren un accidente grave y ellos deben tomar decisiones médicas difíciles. En medio de este reencuentro lleno de dolor y tensión no resuelta, Easton descubre que su atracción hacia Cannon sigue viva…, y para colmo, Cannon está a punto de casarse.
A partir de aquí, la historia se convierte en un torbellino emocional donde el duelo, la confusión, la pasión y los límites se entremezclan. La pregunta sobre lo correcto y lo incorrecto se difumina en una realidad donde nada es blanco o negro. El roce genera cariño, pero también deseo. La cercanía emocional se convierte en una bomba de relojería.
—Abandonarte sería el mayor error de mi vida.
—Y dejar que vuelvas a entrar en mi corazón es el mío.
Lo más destacable de Head Above Water es la profundidad con la que están construidos los personajes. No son perfectos ni pretenden serlo. Están rotos, llenos de contradicciones, y es precisamente eso lo que los hace reales. La obra explora de forma muy acertada las distintas formas de vivir el duelo, mostrando cómo cada persona reacciona de forma diferente ante la pérdida: con rabia, con silencio, con necesidad de control o con huidas emocionales.
Además, la salud mental ocupa un lugar central en la trama. La autora la representa con sensibilidad y realismo, visibilizando procesos como la negación, la ansiedad, el trauma y la búsqueda desesperada de algo —o alguien— a lo que aferrarse. Nada está romantizado; todo es visceral y honesto.
¿Habrá un final feliz? ¿Y qué significa realmente “feliz”? ¿Es el amor suficiente cuando todo parece en contra? Head Above Water no ofrece respuestas simples, pero sí plantea las preguntas correctas. Una lectura que remueve, incomoda y, a la vez, emociona.
