
La bilogía Amor posesivo concluye con Ahora eres mía, la segunda parte de la historia de Calista y Hayden. El libro retoma los conflictos abiertos en la primera entrega y la relación entre los protagonistas vuelve a ser el centro. Está marcada por la obsesión, el control y la tensión emocional. La novela de Morgan Bridges ha sido publicada por el sello Sombras.
Calista sigue atrapada entre sus sentimientos y sus miedos. Quiere libertad, pero también duda de sí misma. Hayden, por su parte, es un hombre dominante. Su carácter posesivo choca con lo que siente por ella. A lo largo de la novela, ambos se enfrentan a decisiones difíciles. Hay escenas de enfrentamiento, de debilidad y de descubrimiento. La autora intenta mostrar que detrás de la dureza de Hayden también hay contradicciones.
La trama avanza con momentos intensos. Se plantean secretos que buscan dar más dramatismo. Aparecen revelaciones que afectan a la pareja. Sin embargo, no todo resulta novedoso. Muchas situaciones recuerdan a lo vivido en el primer libro. El juego de poder entre Calista y Hayden se repite una y otra vez. Esto hace que la lectura se vuelva lenta y en ocasiones pesada.
Personalmente, creo que la historia podría haberse contado en un solo tomo. La bilogía me parece innecesaria. La primera parte ya mostraba la esencia de la relación. Esta segunda parte alarga escenas y conflictos que no aportan demasiado. Si todo se hubiera concentrado en un único libro, el resultado habría sido más directo y más intenso. Por lo que me habría gustado más. Si bien es cierto que se revelan cosas nuevas, pero eso podría haberse hecho en el tomo anterior.
El estilo narrativo es sencillo y busca atrapar con emociones fuertes. Hay capítulos que enganchan por la tensión. Otros se hacen previsibles porque la dinámica ya está clara. La autora insiste en el mismo patrón: dominación, resistencia, reconciliación. Esto mantiene la tensión, pero también quita frescura.
En cuanto a los personajes, Calista tiene algunos momentos de fortaleza. Sin embargo, a veces queda reducida al papel de víctima. Hayden, por su parte, es el típico protagonista del dark romance: duro, obsesivo, posesivo. Aunque en esta parte se intenta mostrar más vulnerabilidad en él, no siempre resulta convincente.
En conclusión, Ahora eres mía cierra la bilogía Amor posesivo, pero a mí me ha dejado una sensación irregular. El libro es intenso y tiene escenas llamativas, pero se alarga más de lo necesario. La trama podría haberse resuelto de forma más clara y breve. Por eso, aunque tiene momentos interesantes, en conjunto no me ha terminado de convencer.
Si tuviera que poner una valoración a la bilogía en estrellas, para mí tiene tres estrellas, es perfecto para empezar a leer el género, pero si ya eres amante del género, probablemente te quedes insatisfecho.
























