Out of Sight – Análisis

Hay juegos que te atrapan por su historia, otros por su jugabilidad, y luego están los que te dejan con una sensación rara, como si te hubieran contado algo importante pero sin terminar de explicártelo. Out of Sight es uno de esos. Un título que mezcla terror psicológico, puzles y una narrativa que intenta tocar la fibra… aunque no siempre lo consigue.

Trauma en clave de cuento oscuro

En Out of Sight encarnamos a Sophie, una niña secuestrada que ha quedado ciega tras sufrir una serie de torturas. Pero no está sola: su osito de peluche, Osito, le sirve de guía visual. Sí, has leído bien. Sophie puede “ver” a través de los ojos del peluche, lo que da pie a una mecánica bastante original.

La historia se desarrolla en una mansión lúgubre, con tintes góticos y una atmósfera que recuerda a Among the Sleep o Fran Bow. El problema es que, aunque la premisa es potente, el desarrollo se queda algo corto. No hay giros de guion memorables ni personajes que realmente evolucionen. Sophie y Osito son entrañables, pero les falta profundidad. La narrativa se siente más como un pretexto para los puzles que como un motor emocional.

Puzles sencillos y mecánicas curiosas

Aquí es donde el juego brilla un poco más. Out of Sight es básicamente un walking simulator con puzles. Lo interesante es cómo alterna entre primera y segunda persona: cuando controlamos a Osito, vemos el mundo desde su perspectiva; cuando volvemos a Sophie, usamos esa visión para resolver acertijos.

Los puzles no son especialmente complejos: mover cajas, accionar palancas, abrir cerraduras… lo típico. Pero el uso del telar morado para cambiar la visión entre personajes añade un toque de estrategia y exploración que se agradece. Además, hay coleccionables escondidos que solo se ven desde ciertos ángulos, lo que invita a curiosear cada rincón.

Eso sí, tras unas horas, la fórmula empieza a repetirse. Osito gana habilidades como romper cadenas, pero no cambian demasiado la dinámica. La sensación de monotonía se instala y cuesta sacudírsela.

Sombras que hablan

Gráficamente, el juego cumple. No es un portento técnico, pero la ambientación está bien lograda. La mansión tiene ese aire de pesadilla infantil que te pone los pelos de punta sin necesidad de sustos baratos. El diseño de los escenarios es funcional, aunque algo limitado.

El sonido, por su parte, es uno de los puntos fuertes. La música ambiental y los efectos sonoros contribuyen a crear tensión. No hay voces, pero los susurros, crujidos y melodías inquietantes hacen el trabajo.

Conclusiones de Out of Sight

Out of Sight es un juego con una propuesta original y una atmósfera cuidada. La mecánica de ver a través de Osito es genial y da pie a momentos muy interesantes. Pero la falta de profundidad narrativa y la repetición de mecánicas hacen que la experiencia pierda fuerza con el tiempo.

Si os gustan los juegos introspectivos, con un toque de terror psicológico y puzles ligeros, puede que te enganche. Pero si buscas una historia potente o desafíos complejos, quizá se te quede corto.