Once Upon a Katamari
Once Upon a Katamari

Once Upon a Katamari es un juego que nos sacará una sonrisa tras otra, uno de esos juegos adictivos de jugar. Después de 14 años sin una entrada en la saga, quitando las remasterizaciones, volvemos a tener el mismo planteamiento alocado de siempre.

Qué es Katamari

Para imbuirnos y entender el humor absurdo japonés, el planteamiento de la historia es el mismo de siempre. La destrucción involuntaria del planeta ha llegado, y como príncipe del Cosmos nuestra tarea es arreglar el desaguisado destructivo. Para volver a reconstruirlo todo contamos con un katamari: una especie de pelota picuda que tiene el poder de atraer cosas y mantenerlas pegadas. Para conseguir aumentar su masa deberemos recolectar objetos pequeños mientras agrandamos sus dimensiones.

Una vez que el katamari coja densidad será capaz de ir absorbiendo objetos más grandes y pesados, mientras seguimos rodándolo por los escenarios. Comenzando por monedas, pequeños objetos, sillas y demás, acabaremos por absorber edificios, rascacielos y hasta dinosaurios. Once Upon a Katamari es una vez más esa adicción de seguir creciendo para absorber más y más.

Once Upon a Katamari 1

No es tan fácil como se plantea

Sería fácil decir que en Once Upon a Katamari solo tenemos que girar y girar para hacernos grande. También existen ciertas limitaciones, pequeñas pruebas que nos harán las cosas algo más difíciles. Por ejemplo, a veces tendremos que absorber únicamente cierto tipo de objetos, en otras ocasiones tendremos un cronómetro que nos ajustará las cosas, crecer lo más rápido posible en un tiempo determinado…

Además de esto, el encanto de esta entrega serán los viajes en el tiempo, ya que nos teletransportaremos a diferentes líneas temporales. Por mencionar algunas de ellas, tendremos acceso a la prehistoria, la Grecia clásica, el mitiquísimo Lejano Oeste o un Japón situado en la era Edo. Estos cambios de emplazamiento están muy bien estudiados, dejando todo en su lugar y relacionándose fielmente a lo que podemos esperar de cada época.

Sencillo de entender, sin ser exigente pero con rejugabilidad

Obviamente el planteamiento de Once Upon a Katamari no es algo complejo; haz rodar el katamari y consigue hacerte grande, en resumen. Con ciertas limitaciones y tareas, pero en esencia ese es el objetivo. Sin embargo si queremos completar todo lo que el juego tiene para ofrecernos tendremos que revisitar los niveles, ya que necesitamos desbloquear coronas para continuar con el ritmo natural de la historia. Ya no hablamos de completismo, sino que en cierta parte será esencial disponer de un número determinado de ellas.

Once Upon a Katamari 2

En cada nivel existe la posibilidad de encontrar a los primos del príncipe del Cosmos, haciendo que tengamos que explorar cada uno de los niveles a conciencia. También tendremos que encontrar regalos escondidos que desbloquean ciertos aspectos de apariencia, así que tendremos que revisitar cada zona de cada nivel en busca de lo que Once Upon a Katamari tiene para ofrecer.

Un apartado visual que encandila

Similar a lo que veíamos en las primeras entregas de la saga Katamari, se apuesta por una paleta de colores pastel muy llamativa e interesante. Los gráficos low-poly amenizan un viaje por la absurdez tanto en planteamiento como en mecánicas; a nadie le interesaría ver un dinosaurio con gráficos fotorrealistas siendo atrapado por una bola. En cuanto a los entornos, una vez más los escenarios se sienten muy interesantes, y aunque los elementos fluyan alrededor de nuestro katamari, interactúan poco con nosotros.

Cada una de las líneas temporales está bien marcada, sin detalles que desentonen en cuanto a su época. Con unas buenas diferencias, notamos que cambiamos de escenarios, y eso es de agradecer para evitar la monotonía. Desde coches a vacas, edificios o los propios dinosaurios, podremos atraer objetos gracias a los power-ups que se nos presentan como añadido nuevo.

Un sistema de control a elegir

Para los más duchos en esta saga, el control del katamari era algo difícil de masterizar, ya que se basaba en utilizar ambos sticks de control para girar y avanzar. No es que fuera demasiado difícil una vez le cogías el truco, pero era complejo a la hora de pensar en el espacio. Para Once Upon a Katamari se ha adaptado un modo de control nuevo en el que solo usaremos un stick, aunque también se ha mantenido el original para los más puristas. Esta opción de accesibilidad dará mucho juego a los novicios que quieran iniciarse con esta nueva entrega.

Once Upon a Katamari 3

En cuanto a la banda sonora, como siempre es una delicia las diferentes versiones sonoras que pueblan el listado; desde jazz hasta canciones electrónicas, pasando por grandes interpretaciones de la escena japonesa. Si esto nos pareciera poco, mediante DLC de pago podemos desbloquear un buen puñado de canciones del resto de videojuegos, aunque a un precio algo desorbitado.

Sacándole algo de punta

Como siempre, la inclusión de DLC abusivos es algo que no nos gusta a los consumidores, y cobrar tanto por ello cuando podían ser prácticamente contenido inicial siempre molesta. No digo que esté mal incluir contenido de pago, pero el precio excesivo es determinante a la hora de decidirnos, y que la versión completa también aumente considerablemente su precio es para pensárselo dos veces.

En cuanto a mecánicas, Once Upon a Katamari sigue siendo tan divertido como el primero, y eso es algo que puede que no nos llame demasiado la atención. No queremos innovaciones estrambóticas, pero que solo se añadan un par de power-ups hacen que parezca más una entrega de otras generaciones.

El modo katamaribol puede estar entretenido, ya que se trata de un multijugador competitivo que puedes jugar con amigos o contra CPU. Sin embargo, tampoco llega a despuntar del todo, siendo más algo anecdótico que una novedad interesante.

Once Upon a Katamari 4

Conclusión

Once Upon a Katamari es la vuelta a una saga que a más de uno nos encandiló en su momento. Una apuesta segura a la nostalgia, mientras giramos nuestro gigantesco katamari absorbiendo tanto lo bueno como lo malo de la industria. Si eres un fan de la saga seguro que le encuentras más atractivo, pero si quieres iniciarte quizás te enfrentes con el choque cultural de la escena japonesa.

✔️ PROS:

  • Ha vuelto Katamari y no en forma de remasterización, adaptando su movimiento.
  • Los niveles y las situaciones son escandalosamente absurdas, viajes en el tiempo incluidos.
  • Su rejugabilidad y la recolección de coleccionables alarga la vida, junto al modo katamaribol.

CONTRAS:

  • Su DLC como inclusión por separado tiene un precio abusivo.
  • Hay que entender el choque cultural de la franquicia.
  • El modo katamaribol podría haber dado mucho más de sí.

🎮 PLATAFORMAS: PS5, Xbox Series, Nintendo Switch y PC.

Gild
Mi primera Atari daba calambres cuando intentabas cambiar el juego; así es como juegas mejor. Devoro libros en transportes públicos o en mi cama de noche, y siempre estoy escuchando música.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.