Las guerras silenciosas cuenta de forma muy ingeniosa como fue la guerra de Ifni desde el punto de vista de aquellos que tuvieron que hacer el servicio militar obligatorio en el Norte de África. Y como se vieron envueltos en una guerra de la que nadie hablaba.

Norma editorial es la encargada de publicar una nueva edición de esta increíble historia escrita y dibujada por Jaime Martín.

Esta nueva edición ha sido publicada en formato cartoné de gran tamaño, compuesto por 180 páginas a todo color.

Sinopsis de Las guerras silenciosas

Esta obra presenta dos narraciones bien marcadas que cuentan una doble historia y la relación entre ambas. Por un lado, el lector se encuentra con un joven dibujante llamada Jaime que se encuentra en medio de una crisis creativa. Durante una comida familiar con sus padres y hermanos, su padre comienza a contar sus «batallitas» durante el servicio militar. De esta forma, Pepe narrará su paso por el servicio militar obligatorio en Ifni, una colonia española en el norte de África.

Gracias a estas «batallitas» de miseria y hambre, Jaime encuentra la inspiración necesaria para su próxima obra. Así comienza un relato en dos tiempos. El primero es las conversaciones de Jaime con su familia, buscando toda la información posible sobre como fue el servicio militar en Ifni durante la década de los 50 y 60.

Por otro lado, los recuerdos de Pepe se presentan al lector mediante largos flashbacks, en los que podemos descubrir como era la vida de un recluta. Como eran los planes de adiestramiento, las condiciones en las que vivían, los tipos de trabajo que se desarrollaban en el cuartel.

Las guerras silenciosas es un retrato fiel de la mili de aquella época, donde había maltrato, hambre, trabajos extenuantes y peligros tanto dentro como fuera del cuartel.

Jaime Martín, un veterano militar

Jaime Martín tiene experiencia desarrollando historias con temática militar. Desde Lo que el viento trae, hasta Jamás tendré 20 años, pasando por Las guerras silenciosas, a Jaime se le da muy bien escribir historias sobre la memoria histórica y familiar. Por desgracia, gran parte de esta memoria histórica está inundada de guerras y penurias.

En este cómic ha sabido jugar muy bien con el ritmo y la estructura de dos historias paralelas y complementarias. Por un lado, el bloqueo creativo del propio Jaime (metido como personaje en su propia obra) y, por otro, los años que dedicó su padre Pepe al servicio militar. Y en medio de ambas historias, la historia de su familia, de la relación que mantiene con sus padres y de como entender desde el presente una época pasada.

La verdad es que a nivel narrativo Jaime realiza un trabajo excepcional. No solo por la construcción de la historia, sino por el realismo que transmiten sus personajes. El autor ha sabido plasmar y transmitir el ánimo de los reclutas, las triquiñuelas que debían hacer para poder comer cuando la comida no llegaba desde la península, o los trapicheos que existían entre los militares y los locales, en medio de una creciente tensión.

El dibujo de la «mili».

El artista realiza una gran labor en el apartado gráfico. Con un estilo claro y simple, donde el color ayuda a dar profundidad a los trazos, Jaime narra visualmente una historia que salta entre tiempos y donde el color también ayuda al lector a ubicarse.

El dibujo no está pensado para lucirlo. Es un mero medio para acompañar y narrar la historia que realmente quiere contar. Y en esto hace su función perfectamente. Con el mérito añadido de dotar con pocos trazos de expresividad a los rostros. Y de facilitar el reconocimiento de los personajes, algo muy meritorio teniendo en cuenta que durante el servicio militar todo el mundo iba afeitado y con la cabeza rapada.

Cabe destacar también el trabajo de investigación que ha debido hacer el autor no solo para reflejar con la mayor verosimilitud posible esta historia, sino para dibujar los escenarios propios de la época como los planos del cuartel, o las herramientas y vehículos que utilizaban.

Conclusión de Las guerras silenciosas

La reedición de esta obra de Jaime Martín me parecen un gran acierto. Pone sobre la mesa temas que han sido acallados o no se les ha dado la importancia suficiente. Su lectura deja sensaciones similares a otros cómics sobre memoria histórica, como puede ser Fotógrafos de guerra o República. También aprovecha el contexto de la «mili» para dar voz a las mujeres durante los años del franquismo. Esto lo hace con suma elegancia cuando la madre del protagonista narra también como fue su vida durante el servicio militar de su marido. Como las mujeres eran controladas por las familias de sus «novios» para garantizar su lealtad.

Este giro en el punto de vista está muy bien desarrollado. Jaime (personaje) expone muy bien los problemas que surgen al desarrollar un cómic. Y como su madre le inspira para incluir en su relato un tema que, por desgracia, siempre ha pasado desapercibido.

También destaca lo bien que desarrolla los tipos de relaciones de camarería o rivalidad que se formaban durante el servicio militar. Como personas dispares, no solo de procedencia, sino de personalidad. Y como las penurias que se vivían los unían. Incluso dedica algunas escenas a aquellas personas que hacían el servicio militar aún cuando nadie entendía como habían permitido que pasará el reclutamiento y suponía un peligro para los compañeros.

En cuanto al dibujo, el autor busca con sus trazos narrar una historia. Y funciona a la perfección. Es un dibujo funcional, que permite seguir la historia perfectamente. Con pocos trazos consigue que el lector reconozca fácilmente a los personajes. Algo muy meritorio teniendo en cuenta que prácticamente todos los personajes iban rapados y afeitas durante el servicio militar.

Con esto no quiero decir que el dibujo sea malo o simple. Al contrario. Cumple su función: permite seguir la historia y te sumerge en el calor de Ifni. Pero no tiene grandes y detalladas ilustraciones, como algunas obras con splash page que buscan impactar a través del dibujo. Incluso hay lectores que buscan en las obras un arte especial y leen comics dando más valor al apartado gráfico que al narrativo. En Las guerras silenciosas lo que pesa es la historia, el recuerdo.

Es un cómic que puede gustar a todo el mundo y animo a leer a cualquier persona que le gusten «las historias de nuestros padres y nuestros abuelos». Sin duda una obra excelente.

Miguel Ángel
Amante de todo tipo de historias en todo tipo de medios. Me decanto por las historias en formato cómic y libro. Los cómics tienen un yo que sé, que qué sé yo. Si tengo que relacionarme prefiero que sea alrededor de un juego de mesa. También chapurreo el teclado para Fantasymundo.

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