La ciénaga es la primera obra en el mundo del cómic del aclamado director de cine de animación Antonio Zurera (Dragon Hill, Astérix y Obélix, a sorpresa del César). Norma editorial es la encargada de presentarnos su primera obra en un formato cartoné de grandes dimensiones compuesto por 240 páginas a todo color.

Sinópsis de La ciénaga

Esta obra está ambientada en el reino mágico de Palantía. La ciénaga es un lugar aislado donde habitan los desterrados, los proscritos, y ahora la princesa heredera de la Casa Real de Palantía. ¿Cómo ha llegado allí? Esta obra es una historia política, llena de ambiciones por el trono, de honor y traiciones, y de una lucha por el poder sin escrúpulos.

La conspiración en el Palacio Real se ha puesto en marcha, Y el rey ha sido asesinado. Por suerte, el héroe Ariston Bergère ha conseguido rescatar a la pequeña princesa Iseo y huye para protegerla. Su huida le conducirá a La ciénaga, un lugar lleno de desterrados y malhechores que han creado sus propias comunidades y leyes al margen del reino.

En paralelo, el lector conocerá a Sombra, un personaje femenino al más puro estilo Amazonas. Sombra cubre su rostro con una máscara, y en medio de un limbo moral se debate entre quien es ahora y quien fue en el pasado.

Por otro lado, el Duque Anselmo se encuentra guerreando en el Norte de Palantia contra el príncipe Oblonsky. Legítimamente, podría volver y reclamar su derecho al trono. Pero el duque se siente más general que rey, y cree que su sitio no está en la corte. Por ello, solicita a Próspero de la Hire que regrese a Palacio tras su retiro voluntario en un convento para averiguar que hay detrás de la muerte del rey.

Todas estas tramas se irán mezclando a lo largo de la obra, construyendo un tejido lleno de secretos, conspiraciones, y un ambiente geopolítico que recuerda en múltiples ocasiones a la aclamada saga de Juego de Tronos.

Antonio Zurera

El aclamado director de cine de Animación es reconocido por su gran trayectoria en el sector. Comenzó colaborando en series para Hanna-Barbera, estudio de animación de series tan reconocidas como Las Supernenas, Scooby-Doo o El Laboratorio de Dexter.

También participó en la realización de la serie de TVE Don Quijote de la Mancha, y posteriormente se trasladó a Francia, donde participó en múltiples proyectos internacionales, donde destacan varios proyectos relacionados con Asterix y Obelix.

Cabe destacar su labor como guionista y productor de dos largometrajes de animación: Dragón Hill, ganadora del Goya a mejor película de animación, y El cubo mágico.

Aunque La ciénaga es su primera intervención en el mundo del cómic, el autor ya posee una estrecha relación con la literatura. Durante varios años se dedicó a escribir e ilustrar cuentos infantiles.

El arte tras La ciénaga.

El ilustrador utiliza un estilo muy detallado y sucio, con trazos rápidos y difusos en muchas de las viñetas. Este estilo refleja una ambientación oscura, conspiranoica y llena de secretos, lo cual encaja a la perfección con la trama.

Los personajes son animales antropomórficos, y aunque no todos tienen un parecido rápido con el animal que representan (como si ocurre en Blacksad) Zurera si que sabe seleccionar al animal en función de la personalidad del personaje.

Cabe destacar el gran trabajo que hacer en las grandes viñetas llenas de detalles. Las más impactantes son aquellas que reflejan las crueles guerras que están teniendo lugar en el norte mientras los conspiradores juegan a la política en el Palacio. El estilo sucio del artista, a pesar de perder detalle en estas grandes escenas, ofrece una sensación de caos muy adecuada para estas escenas.

El dibujo en conjunto cumple a la perfección su objetivo. Pero hay que destacar dos factores importantes que potencian enormemente la ilustración de esta obra.

El primero de ellos es el gran tamaño del volumen. Como estamos acostumbrados en el género europeo, la edición de La ciénaga presenta un tomo en formato cartoné, tapa dura, con un tamaño de 23,5 x 31. Este tamaño permite exponer grandes viñetas, permitiendo que el artista se luzca.

El segundo factor es el increíble color de Hiroyuki Ooshima. El artista ha utilizado una paleta de colores pastel poco saturados que permiten al estilo de Zurera lucirse todavía más.

Conclusión.

Sacar una conclusión sobre La ciénaga me está pareciendo más complejo de lo que esperaba. Porque es una obra con múltiples virtudes y defectos.

Lo malo

Empecemos por lo malo. Las múltiples tramas se desarrollan muy en paralelo, sin llegar a entremezclarse entre ellas, o haciéndolo sutilmente. Zurera tiene muy buenas ideas en lo que narrativamente se refiere, pero no termina de llevarlas a puerto.

Tampoco consigue dar un cierre a la altura de este proyecto. Además, se quedan muchos cabos sueltos y parece que la historia no cierra. Sospecho (y espero) que el artista tendrá prevista una segunda parte. De ser así, esta crítica no es tanto para el autor como para la editorial. Cuando se publicaron el parte de novedades del mes en el que se estrenaría La ciénaga, se consideró la edición de esta obra como una Edición integral. Esto me hizo enfrentarme a esta historia como un volumen autoconclusivo.

Por otro lado, y al menos en el volumen que ocupa está reseña, la sinopsis no cumple su función. Ni la princesa heredera del reino de Palantia ni La ciénaga tienen un peso importante en esta historia. Nos encontramos ante una historia política llena de conspiraciones, traiciones y dudosa moral.

Lo bueno

Hablemos ahora de los puntos fuertes de La ciénaga. Por un lado, destacar esta trama política y conspiranoica de la que hablábamos. Con reminiscencias de Juego de Tronos, la historia teje una trama política y de aspiraciones de poder muy interesante y llena de sorpresas.

Como no destacar el increíble dibujo de Zurera. Toda la ambientación ocurrida en el lugar que da título al cómic parece pensada únicamente para que el artista pueda sacar a relucir sus increíbles trazos. Y es que a pesar de que no sea un estilo que me apasione, no puedo evitar reconocer la gran calidad artística de su ilustrador.

La ciénaga es una obra con sus luces y sus sombras. Al menos considerándola como este único volumen. Espero y deseo que Zurera continúe la obra y me obligue a modificar esta reseña. Porque potencial e ideas tiene de sobra para ello.

Creo que mi percepción de La ciénaga ha sido empañada por las expectativas. Pero si el lector es consciente de lo que tiene entre manos, creo que es un cómic muy disfrutable que puede gustar a todo tipo de lector. Especialmente a los amantes de las intrigas políticas medievales.

Por último, avisar de que La ciénaga es una obra para leer relajadamente y disfrutar de cada viñeta, no para leer de correprisas. No está pensada para ser una lectura de simple entretenimiento, sino para disfrutar lentamente e introducirse en los entresijos del reino de Palantia.

 

 

Miguel Ángel
Amante de todo tipo de historias en todo tipo de medios. Me decanto por las historias en formato cómic y libro. Los cómics tienen un yo que sé, que qué sé yo. Si tengo que relacionarme prefiero que sea alrededor de un juego de mesa. También chapurreo el teclado para Fantasymundo.

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