Hijas predilectas es el debut literario de la canadiense Morgan Dick. Esta primera novela está basada en su experiencia trabajando en el campo de la salud mental. Editada por Letras de plata cuenta con la magnífica traducción de Jaime Valero.
El padre de Mickey ha muerto. No es algo que le importe mucho. Él las abandonó a ella y a su madre cuando tenía siete años. Se llevó con él todos los ahorros de la familia, dejándolas en la ruina.
El padre de Arlo también ha muerto. De hecho, es el mismo que el de Mickey. Sin embargo la historia de Arlo es totalmente diferente. Ella sí amó a su padre y le cuidó durante los últimos días de su larga enfermedad.
Una de las últimas decisiones que tomó este señor fue cambiar su testamento. Decidió desheredar a Arlo para dejarle su fortuna a Mickey, pero con una condición. Mickey debe acudir a terapia para poder recibir la herencia.
De esta manera Mickey empezará a acudir a la consulta de Arlo sin saber ninguna de las dos que son medio hermanas.
Hijas predilectas ha sido una de mis mejores lecturas del año. La historia de Mickey y Arlo es divertida y desgarradora. Dos mujeres que no se conocen con algo muy grande en común. Algo que las define como personas y las une tanto como las separa.
Lo que tienen en común es un padre horrible, aunque cada una lo percibe de una manera propia. Para Mickey es el padre alcohólico que la abandonó, para Arlo es el padre alcohólico que siempre estuvo a su lado. En mi opinión, las dos situaciones son algo espantoso para crecer.
Siguiendo el punto de vista de cada una de las protagonistas vamos conociendo más en detalle la historia de cada una.
Hijas predilectas, aunque repleta de un humor muy ácido, toca temas muy serios sobre los que reflexionar: dinámicas familiares tensas y dramáticas, superación personal, lucha contra el alcoholismo, traumas infantiles, el duelo y el perdón.
Si bien Hijas predilectas podría ser la historia de dos hermanas peleando por una herencia millonaria, en realidad es algo mucho más profundo. Es la maravillosa historia de dos hermanas condenadas a entenderse y conocerse. Hasta volverse indispensables la una para la otra.
Son dos mujeres llenas de imperfecciones y defectos. Dos personas que una y otra vez tomas las peores decisiones que podrían tomar, algo que hace que sus situaciones sean cada vez peores.
No obstante Hijas predilectas está tan genialmente narrada que consigue que algo que debería tenernos llorando a lágrima viva sea entretenido e incluso gracioso.
Aunque el comportamiento de las dos es horrible, me he visto empatizando con ellas y apoyándolas en cada mala decisión.
La trama está llena de dilemas morales, la mayoría de los personajes son complejos y grises. Todos y cada uno están pasando por situaciones muy difíciles y sacan la cabeza del agua como pueden.
Para finalizar, debo hablar de uno de los personajes secundarios. Tom, el abogado del padre, el que se encarga de dar las noticias sobre el testamento a Mickey y Arlo. Un personaje que al principio creí que solo aparecería en las primeras páginas se vuelve indispensable para la trama.
Tom es un abogado honrado, un unicornio, buena persona, que hace más de lo que debe y podría haberlas dejado a su suerte después de hacer su trabajo. En cambio acaba siendo el padre que nunca tuvieron.
Hijas predilectas es una novela fascinante. Una historia con la que adentrarte en lo peor y lo mejor del ser humano. Un libro trascendental, emotivo y tierno. Repleto de situaciones incómodas con las que sentir mucha vergüenza ajena.
