El famosísimo WebToon llega a las librerías en un tomo recopilatorio.
Es posible que muchos de los lectores que estéis visitando esta reseña no conozcáis WebToon, pero esta plataforma de distribución de cómics gratuitos, pensados para leer en la pantalla de un smartphone, se ha convertido en la casa de muchos artistas que han publicado multitud de historias con miles de fans a sus espaldas.
Uno de los muchos artistas que han creado historias en WebToon es Alberto Ramírez, un autor catalán más conocido como A. Rasen y que es el autor detrás de Gremoryland, un slasher muy inspirado en juegos como Five Nights at Freddy’s y películas de serie B con protagonistas adolescentes, que se ha ido publicando de manera gratuita durante años en WebToon y que, ahora, Norma Editorial ha publicado en formato físico para llevar la historia a otro tipo de lectores. Veamos qué tiene que ofrecer este fenómeno que ha arrasado en internet.
¿De qué trata Gremoryland?
La historia de Gremoryland comienza con un grupo de amigos que han sido invitados a un nuevo parque temático de ambientación terrorífica, bajo la promesa de vivir una experiencia inolvidable que les cambiará la vida. Poco después de llegar, descubrirán que están atrapados en el parque y que la única forma de escapar será sobrevivir a todas las atracciones mientras buscan pistas que les indiquen cómo escapar.
Como podéis imaginar, cada una de las atracciones está repleta de trampas mortales que pondrán en peligro la vida de los protagonistas y las tensiones entre los miembros del grupo no tardan en aparecer, creando momentos de tensión que se acentúan con los episodios de terror que aparecen con frecuencia a lo largo de la historia.
¿Cómo le ha sentado a Gremoryland el formato físico?
Puesto que la historia se publicó originalmente de manera periódica en internet, el autor jugó constantemente con los cliffhangers al final de cada episodio para atraer a los lectores semana tras semana. El problema es que, al trasladar la historia a un tomo recopilatorio, hemos tenido la sensación de que la narración presenta saltos inconexos cada pocas páginas, que corresponden a los cambios de episodios de la versión online. Así, una viñeta puede mostrar una revelación fundamental para la historia y, sin explicación, en la siguiente viñeta los personajes están en una situación completamente diferente. Creemos que habría estado bien indicar los inicios y finales de los capítulos originales para entender mejor esos saltos en la trama que se observan constantemente.
Pese al problema comentado, lo cierto es que Gremoryland se ha adaptado muy bien al formato físico. Hay que tener en cuenta que, originalmente, las viñetas estaban pensadas para leerse de manera vertical, haciendo scroll en un smartphone, y la maquetación en la edición de Norma ha resuelto este problema a la perfección, jugando muy bien con la organización e inclinación de las viñetas. Es muy probable que los lectores que no conozcan el origen de esta historia nunca lleguen a darse cuenta del trabajo que hay detrás de la maquetación, y eso es algo más que destacable en un proyecto como este.
En lo que respecta al dibujo, desde el primer momento queda claro que A. Rasen y su equipo (Diana Mercolini, Dr. Closure, Alakotilia, Ichsan Ansori, Isabella Am, Ivan L. Negrell e Ivana Nedic) centraron todo su esfuerzo en dibujar a los personajes, dejando en un completo segundo plano los escenarios y los fondos de casi todas las viñetas para poder mantener el ritmo que exigía WebToon. En muchos casos, los fondos de las viñetas están completamente difuminados y no muestran ningún detalle y, en el mejor de los casos, vemos paredes o pequeñas zonas del parque que quedan relegadas a un segundo plano.
En lo que respecta al diseño de los personajes, el trabajo es mucho mejor. Destacamos, sobre todo, las expresiones faciales de cada uno de los protagonistas, que captan a la perfección las emociones de terror, miedo o tensión que irán sufriendo a lo largo de todo el tomo.
Gremoryland en la estantería
Otro de los grandes aciertos de este proyecto tiene que ver con su edición en formato físico. La obra ha llegado a las estanterías en un tomo de formato cartoné de 16 x 24 cm y 356 páginas a todo color.
Como viene siendo habitual en este tipo de proyectos, el tomo incluye varios extras en forma de ilustraciones y bocetos que aportan un valor añadido al volumen y que ya son uno de los sellos de calidad de la editorial.
Conclusiones de la reseña de Gremoryland
Si estás buscando una historia algo creepy, con elementos de terror que recuerden a las grandes obras virales de internet como Five Nights at Freddy’s, Gremoryland es, pese a sus fallos, justo lo que estás buscando.
