Bendy: Lone Wolf es un juego que a más de uno ya le sonará, ya que estamos ante una revisión de un título anterior. Originalmente bajo el nombre de Boris and the Dark Survival, esta aventura se lanzó originalmente en 2020, encandilando a los que se atrevieron a probarlo. Bajo este relanzamiento, se aloja dentro de la familia Bendy, adaptándose a las nuevas tecnologías y mejorando ciertas mecánicas.
Justo como los dibujos antiguos
Bajo la premisa de rendir homenaje a los dibujos animados más primigenios, estamos en un lugar donde viejas glorias y otros personajes no tan agraciados comparten su pasado. En una zona que abruma al jugador con un ambiente opresivo, tendremos que mantenernos en tensión en un mundo repleto de tinta que no para de acorralarnos.
Para el planteamiento de este juego se utiliza una generación procedural de los niveles, para garantizar un buen entorno cambiante al más puro estilo rogue. Partiendo de un espacio seguro donde comenzar sin preocuparnos demasiado, podremos ir aumentando el nivel de nuestra base conforme avancemos en nuestros recorridos.

A través de un ascensor, nuestra misión será explorar los diferentes pisos del estudio en cuestión. Con un mapa que cambia en cada ocasión, debemos encontrar seis suministros entre decenas de enemigos, trampas y peligros en cada recorrido. Además de los encontronazos, tenemos tiempo para pausar el ritmo, en base a ciertos puzles que debemos hacer frente. No estamos ante puzles de aventura gráfica, por lo que no serán un problema mayor a la hora de superarlos; simplemente añaden algo de pausa al ritmo del juego.
El combate es un punto clave
No es que Bendy: Lone Wolf se centre en combatir, pero será uno de los puntos clave en el juego. Si bien es verdad que nuestras acciones son bastante limitadas, serán lo suficientemente eficaces para evadir la mayoría de los encuentros. Un martillo, un simple bate de béisbol o la típica sartén harán su función, aunque el control sea algo ortopédico y errático. Sin embargo, a pesar de esta tosquedad, la finalidad está más que servida.
No podemos decir lo mismo del ente maligno que nos perseguirá sin descanso, ese demonio de tinta que nos sigue sin cesar durante nuestro recorrido. Aquí es donde entra en juego el sigilo y el arte de escondernos para evitar que nos de caza. Debido a la invencibilidad del ente, nuestro cometido será esquivarlo a toda costa, ya sea dándole esquinazo o escondiéndonos de él en taquillas y otros lugares seguros. La paciencia será la gran virtud para que no nos capture, arruinando nuestra partida.

Uno de los problemas más caóticos, su naturaleza procedural
Uno de los aspectos que podría tener más atractivo Bendy: Lone Wolf es la creación de entornos de manera procedural, añadiendo una capa extra a la rejugabilidad. Sin embargo, también es uno de los problemas más importantes en su jugabilidad. Algunas veces, los escenarios que se crean carecen de sentido, son muy enrevesados o se encuentran plagados de trampas en los lugares más inoportunos.
Por otro lado, en algunas ocasiones los escenarios son extremadamente simples o sencillos, sin ofrecer un reto al jugador que acaba por perder la concentración. Sin duda habría que haberle dado una vuelta de tuerca a esta mecánica, ya que es una pena que debido a una mala implementación el desempeño del escenario sufra estas pegas.
Gráficamente mejora a su antecesor
Aunque cinco años no parezcan demasiado, los avances tecnológicos se hacen ver, y para Bendy: Lone Wolf sí que se ha notado un buen cambio. Con una definición mayor, mejores gráficos y un cuidado aspecto lumínico, las sombras se hacen una con el escenario que nos rodea. El diseño sigue siendo tan llamativo como el original, que se nos hace tan reconocible a los personajes de la época antigua de dibujos animados.

Además del aspecto gráfico, el ámbito sonoro también acompaña de maravilla al juego. El crujir de las tablas cuando pasamos por encima, los pasos en entornos vacíos que retumban como si pesáramos varias toneladas, y el cambiante ritmo de nuestro corazón acelerándose crean una atmósfera bastante buena. La banda sonora también está a la altura de lo que tiene que ofrecer, mezclando una música de ambiente que nos mantiene en alerta con ciertos tonos de jazz que crean una mezcla muy interesante.
Recapitulando las diferencias con el original
En Bendy: Lone Wolf vemos más cosas que en su entrega original, además del más que evidente salto gráfico. La cámara es mucho más intuitiva y útil, tenemos la posibilidad de mejorar nuestro refugio y además existen más puzles y armas para manejar. Los diferentes personajes desbloqueables, así como la posibilidad de mejorar las armas, hacen que sea algo más rejugable.
Como dato interesante, si ya teníamos en nuestra biblioteca la entrega original, esta revisión se hará un hueco entre tus juegos de manera automática. Es un detalle a tener en cuenta, ya que en otras ocasiones solo optábamos a un descuento por «fidelización», y eso es algo que les honra.

Conclusión
Bendy: Lone Wolf deja un sabor agridulce en muchos aspectos, y es una lástima. Al ser una revisión del original, sigue teniendo graves defectos que la primera entrega ya poseía y que no se han solventado. La inclusión de demasiadas mecánicas en un mismo juego hace que se sientan inconexas (como mezclar los puzles, el sigilo, el combate y todo el aspecto rogue), evidenciando una vez más que, a veces, menos es mejor. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que tiene un precio algo elevado para lo que tiene que ofrecer, y puede echar para atrás a los nuevos jugadores; quizás quienes conozcan la franquicia se sientan más atraídos por él.

✔️ PROS:
- Su revisión en el aspecto gráfico.
- La inclusión de diferentes personajes y la posibilidad de mejorar ciertos aspectos.
- Posee traducción al español.
❌ CONTRAS:
- No posee suficientes mejoras sustanciales para resultar interesante.
- Su aspecto procedural tiende a fallar.
- Su precio no se siente nada competitivo.
🎮 PLATAFORMAS: PS4, PS5, Switch, Xbox One, Xbox Series y PC.
























