Cuando inicié Table Manners pensé que me iba a enfrentar a un simulador de citas y por fin tendría éxito en el mundo de la seducción. Pero nada más lejos de la realidad, en verdad me encontraba ante un título de corte simulador de mano.

Ha sido mi primera experiencia en el género y me alegro muchísimo que haya sido con un título bastante amable con el jugador en cuanto a exigencia. Contaba con frustrarme y ponerme de los nervios, y en cierto sentido las dos primeras fases fueron un poco así, pero en cuando coges el tranquillo, algo que ocurre pronto, el juego se vuelve disfrutable y ameno.

Pide tu cita en Blundr

Antes de poder iniciar nuestra incursión en los modales de la mesa, se nos pide que seleccionemos una pareja a través de una app de citas. Esta será similar a las que conocemos en el mundo real, pasaremos caras hasta dar con la que nos interese y darle match. Es entonces cuando se nos abrirá una sala de chat para cada pretendiente, en donde podremos tener breves conversaciones con ellos en los que intentar por todos medios no cagarla y nos bloqueen por los siglos de los siglos.

Esta labor no es tan sencilla como parece puesto que no tendremos poder sobre las frases que usemos, sólo podremos seleccionar entre tres estilos para iniciar una conversación, y otras tres opciones a utilizar como respuestas. Esto acaba derivando en conversaciones sin sentido, en que muchas veces la réplica de la pareja es incluso más random que tu propia frase.

No lo niego, te ríes un rato a costa de algunas de las burradas que se llegan a decir, aunque estoy seguro que no son nada en comparación a lo que muchas personas aguantan ya no en app de citas sino en cualquier red social. Pero a nivel jugable pierdes pronto el interés y acabas entrando sólo para escoger con quién tener la cita.

Los modales hacen al hombre

Escogida pareja, el siguiente paso es seleccionar lugar para tener la cita. Nos encontraremos diversos restaurantes a lo largo del juego, un asiático, en un barco o con temática helada son alguno de los ejemplos, y cada uno constará de varias fases. Pero habrá que ir desbloqueándolos poco a poco, nosotros empezaremos en un restaurante corriente, sin muchos lujos ni complicaciones.

Nuestras primeras tareas serán sencillas, encender velas, rellenar los vasos con vino o echar condimentos. Estas labores debemos realizarlas dentro de un tiempo límite, ya que en caso de fallar nuestra cita se marchará enfadada dejándonos con cara de tonto y la cuenta por pagar.

Por supuesto según superemos fases las cosas se irán complicando, seguiremos rellenando vasos pero ahora lo haremos en un barco que se tambalea, o más complicado aún, en un avión con la gravedad dando guerra. Cocinaremos nuestra comida, prepararemos cócteles e incluso tendremos que descongelar botellas en la zona helada. Porque cada restaurante tiene su temática que viene de la mano con una nueva mecánica jugable para dar variedad a la jugabilidad del título, y de paso añadir dificultad.

La mano más cuqui del mundo

Al superar estas fases no sólo avanzaremos a la siguiente, sino que habremos subido nuestro nivel de relación con esa persona. Al llegar a cierto nivel se nos premiará con un objeto estético que desbloquearemos para poder adornar nuestra mano.

Hay decenas de accesorios a desbloquear, desde anillos hasta tatuajes e incluso diversos colores para tu piel, entre los cuales estará un precioso verde marciano. Todo para que puedas entretenerte con la personalización y añadir algo más de personalidad a la parte técnica del título.

La cita de los clones

A nivel gráfico el título me ha gustado bastante, es un estilo simple pero que cumple muy bien su función y que pega muchísimo con la temática y ligereza del juego. Los escenarios en particular, llenos de colores que les insuflan vida y carácter y nos permiten diferenciar perfectamente uno de otro pese a estar sentados en una silla.

No tan bien están los personajes, que aunque si mantienen ese estilo simple pero gracioso, pecan de excesiva repetición. Te vas a encontrar escogiendo tener una cita con una persona, o con su hermano gemelo que luce otro peinado y un bronceado del caribe. Es especialmente notable en las chicas, en los chicos al menos la variedad con o sin barba ayuda a que no sea tan evidente.

Conclusiones

Me he divertido superándolo. Es lo más básico que le puedes pedir a un videojuego, y no creo que haya detrás muchas más pretensiones por parte de sus desarrolladores. Es un título simple y sencillo que te llevará unas tres horas majas superar, a aumentar si quieres desbloquear todo.

Podría haber sido mejor, con un sistema de conversaciones con más relevancia, o la inclusión de un multijugador a dos, pero tal cual está cumple de sobra si buscamos un entretenimiento para un par de tardes.

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