Tras el sobresaliente reinicio de la franquicia en el 2013 con Tomb Raider y su secuela posterior, Rise Of The Tomb Raider, Crystal Dynamics dejó la ardua tarea a Eidos Montreal de cerrar la trilogía sobre los origines de uno de los personajes más queridos y emblemáticos de la historia de los videojuegos; Lara Croft.
Y aunque en principio podían haber tirado por algo más sencillo y, a priori, puede parecer de manera superficial que se vuelve a repetir la fórmula de más y mejor que ya vimos en el estupendo Rise of the Tomb Raider, os podemos asegurar que Shadow of The Tomb Raider no solo mejora y pule al máximo la fórmula de los dos anteriores títulos de la trilogía, aparte, acerca esta trilogía de orígenes más que nunca a la esencia de los Tomb Raiders más clásicos.
Shadow Of the Tomb Raider desde el primer momento nos deja claro cuáles son sus intenciones y qué es lo que nos vamos a encontrar a lo largo de la aventura. En primer lugar destaca que se mantiene la fórmula de Rise Of The Tomb Raider al completo. Por lo que nuevamente tenemos eventos principales enfocados en la trama principal del juego, y son completamente guiados, nosotros decidimos si ir en el acto o ir a realizar tareas secundarias, de las que hablaremos más adelante, porque en lo que respecta a los eventos principales, es una auténtica pasada.
La trama nos pone nuevamente en la piel de nuestra joven Lara Croft, quien sigue enfrascada en la búsqueda de varios artefactos tras los que anda también la Trinidad. Y dónde se nos presentan nuevas facetas de la joven saqueadora de tumbas, que se encontrará en situaciones que, literalmente, se les han ido de las manos y en las que por primera vez se cuestiona su camino y debe dejar atrás aquellas excusas que justificaban su comportamiento en la primera entrega.
A Lara la acompañará nuevamente Jonah, su más leal compañero de aventuras y que sigue apoyando a la joven desde lo acontecido en Yamatai. En esta entrega veremos varias situaciones cómo se va mostrando abiertamente el tipo de relación que tienen ambos y cómo chocan en varios puntos de vista dependiendo de las situaciones. Un aspecto muy interesante, porque nos mostrará algo más de la personalidad de nuestra heroína.
Por otro lado, tenemos a Domínguez, el villano de turno, el cual, a diferencia de muchos otros, se cree personalmente que está haciendo lo correcto por el bien de la humanidad. Por el camino a lo largo de la aventura encontraremos a varios personajes que serán bastante influyentes en los acontecimientos de la historia principal, que nos ha parecido interesante, especialmente en el primer gran tramo de la aventura y la parte final de la misma. Por cierto, da igual en que tramo estemos de la misma, Jonah siempre estará ahí para darnos apoyo, aunque a veces choque con Lara en varios temas.
Dos apuntes en especial que se podían haber mejorado en esta última entrega de orígines de Lara, han sido sin lugar a dudas, lo poco que se han explotado ciertos detalles de la profecía que hace alarde la historia principal. Y por otro lado, creemos que a Lara le ha hecho falta un pequeño empujón en ciertos momentos de la misma, para que termine pareciéndose a la conocida por todos. Aunque todo parece evidenciar que esta Croft, se parece mucho más a la de Tomb Raider Legend, haciendo enlace a la primera trilogía desarrollada por Crystal Dynamics.
Argumento y eventos principales aparte, nos encontramos nuevamente en zonas completamente abiertas que explorar con total libertad. En unos amplios escenarios repletos de vida, con un apartado técnico y artístico sobresaliente, que consiguen dejar unas estampas que son dignas del modo foto, que también se incluye en el menú de opciones del juego.
Eidos Montreal ha conseguido embelesarnos totalmente con un trabajo de iluminación, reflejos y sombras que en pocos títulos se han podido ver a fecha de hoy. Y todo esto anima enormemente al jugador desde el minuto uno a explorar con asiduidad y con ganas todos los recovecos de los escenarios. Aquí es dónde entra la segunda parte importante del desarrollo jugable de Shadow Of The Tomb Raider, las tareas secundarias.
Y es que tendremos unos escenarios que nos permitirán en todo momento explorarlos a fondo, ya sea a gran altura, en sus ríos, cuevas o en sus amplias selvas. Shadow Of The Tomb Raider nos ofrece una cantidad de contenido secundario que es para enmarcar, que en casi su totalidad tendremos desde el principio para explorar cuando lleguemos a cada una de sus áreas. En otras ocasiones tendremos que avanzar bastante en la historia para hacernos con el equipo necesario para llegar a determinadas zonas de los escenarios, por lo que la exploración y backtracking del juego están a la orden del día.
Tenemos hasta un total de 16 desafíos, nueve tumbas opcionales ocultas, 10 misiones secundarias, varias criptas y sarcófagos ocultos en los mapas separados por zona. Consiguiendo ofrecer al jugador una cantidad de contenido enorme, el cual es muy grato, divertido y bastante entretenido conseguir. Así que echad cuentas los más completistas de que aproximadamente vais a tener que sudar más de 25 horas —15 horas son de la campaña principal— si queréis haceros con todos los coleccionables y secretos para el trofeo de platino.
Pero es que para que os hagáis una idea de hasta cuánto ha mejorado la exploración en esta nueva entrega, apenas encontraremos enemigos humanos a lo largo del juego, la mayoría de las veces nos toparemos con ellos en los eventos principales, y aun así, la acción ha quedado totalmente superada por la exploración y el sigilo, tanto en estos eventos secundarios como en los principales.
Os lo hemos comentado al inicio del análisis, y lo volvemos a remarcar, Shadow Of The Tomb Raider es lo más cercanos a los juegos clásicos de la época en lo que llevamos de trilogía. Y es que uno de los motivos que más descontentos tenían a muchos seguidores de la serie, era el enorme enfoque de acción que hacía gala en la serie desde su reinicio en el 2013. Aquí tenemos todo lo contrario, seguimos teniendo enfrentamientos y tiroteos, pero quedan relegados a un segundo plano por completo; hasta tal punto que la opción de adquirir nuevas armas queda a elección del jugador, pues en su lugar lo que se ha potenciado de una manera acertadísima es el sigilo.
En esta entrega se le ha otorgado al jugador la posibilidad de enfocar los enfrentamientos de una manera más indirecta, hasta el punto de que en algunos tramos podemos pasar desapercibido por completo por algunas zonas. Haremos uso de nuevas habilidades —algunas adquiridas— enfocadas directamente en los enfrentamientos indirectos o ataques por sorpresa desde una zona alta, ataques desde el agua, embadurnada de barro a lo John Rambo y esperando el momento oportuno para atacar. Acertadísimo es quedarnos cortos de lo bien que les ha quedado a Eidos Montreal este aspecto, lo decimos muy en serio, nos ha sorprendido y lo mejor de todo es que funciona a la perfección.
Y no solo aquí termina la cosa, también se ha potenciado enormemente el buceo. Un clásico de la serie, donde podremos ir de un punto de interés a otro —alguno obligado a ello— bajo el agua. Aquí Eidos Montreal sí que ha ampliado bastante las posibilidades de Lara, desde habilidades especificas pensadas para el buceo, hasta la posibilidad de recoger coleccionables, respirar en bolsas de aire o realizar ciertos eventos especiales mediante la pulsación del botón cuadrado. Ya sea esto último para desbloquear un camino o pasar un trecho bastante asfixiante, o para eliminar una morena a cuchillo limpio en las profundidades. Sinceramente nos ha alegrado bastante lo bien que se ha mejorado e implantado lo relacionado con las posibilidades de buceo de Lara en el juego.
Pero si estas dos últimas incorporaciones nos han encantado hay una con la que literalmente se han coronado. Los nuevos niveles de dificultad con sus características independientes de cada una de ellas. Y es que acertadamente podemos elegir hasta cuatro niveles de dificultad, los cuales aparte podemos en cualquier momento modificar tres parámetros generales para cada una de ellas: Exploración, puzles y combates.
Cada uno de estos parámetros, como su propio nombre indica, variará dependiendo de la dificultad independiente que le queramos dar a cada uno de ellos. Si eres un jugador que tiene dificultades para los puzles, puedes bajar la dificultad de los mismos, sin que afecte a la base que hayas seleccionado para los otros dos parámetros. Este método de dificultad lo hemos podido ver en apenas unos pocos juegos, siendo el más recordado de todos ellos sin lugar a dudas el mítico Silent Hill 3.
Antes de ir al apartado técnico y artístico, recalcar que el superar todos los puzles, misiones secundarias, explorar todos los escenarios al máximo posible y el saquear las tumbas, criptas o sarcófagos, es la única manera de ir mejorando nuestras habilidades y equipo, pues iremos obteniendo recursos y experiencia necesaria para el crafteo, con el que no solo podremos crear nuevos objetos, tales como botiquines de salud o munición de diversa índole, sino también podremos crear atuendos especiales, para los que previamente tendremos que tener los recursos básicos para su creación y el haberlos desbloqueado al superar al completo una cripta o sarcófago. En el caso de las tumbas al ser superadas obtendremos un desbloqueo especial para el árbol de habilidades, el cual incorpora nuevas, pero básicamente es el mismo sistema visto en las anteriores entregas.
Entrando en lo que respecta a su apartado artístico y técnico, este sobresaliente en ambos aspectos en líneas generales, consiguiendo un acabado bestial en lo que respecta a los escenarios, los cuales ya dijimos en pocas palabras lo que nos ha parecido y no queremos revelar más detalles, porque simplemente merece la pena perderse en ellos. Por otro lado, tenemos unos personajes principales más vivos que nunca, con un buen nivel de detalle, aunque claro está, Lara es la que se lleva la mejor parte en todos los sentidos. Y es que hay momentos en los que parece una persona de carne y hueso. Simplemente brutal el nivel de algunas expresiones faciales o el detalle de ciertos aspectos en el atuendo o físicas en su cuerpo debido a la naturalidad del terreno por el que estamos.
En lo que respecta a resolución tenemos dos tipos distintos para las plataformas de Sony, que es donde hemos podido comprobar de primera mano que tal va de resolución.
Por un lado tenemos el modo FPS y resolución de PS4 Pro, en el primero se prioriza la tasa de imágenes por segundo, reduciendo la resolución y efectos cuando es necesario. Por otro lado, el modo resolución, que es el único disponible en la PS4 Fat, prioriza ante todo la potencia visual. En ambos caso es cuestión de prioridades o comodidad de cada usuario. Aun así, os aseguramos que la calidad técnica es estupenda, la cual también incluye una estable tasa de frames por segundo durante todo el juego en ambas plataformas. Siendo claro está, más alta, en PS4 Pro.
Si podemos achacarle algo respecto al aspecto técnico, es que en ocasiones nos encontramos con tramos del mapeado —normalmente guionizado y breves— bastantes dejados, vacíos y alguna que otra carga de texturas a baja calidad. Por otro lado, seguimos muriendo en ciertas situaciones (sobre todo saltos) que parecen provocadas por decisiones artísticas o por colocaciones técnicas de la cámara.
Para ir cerrando, recalcar el estupendo doblaje al castellano y la sobresaliente localización que han realizado para Shadow Of The Tomb Raider en nuestro país. Como también resaltar el espectacular apartado sonoro ambiental y los efectos de sonido. Eso sí, con algún que otro desequilibrio entre el volumen de las voces y los efectos o música de fondo en alguna que otra escena de video a tiempo real, pero que seguramente solventarán en breve con un parche. De fondo tenemos una buena banda sonora, pero en esta ocasión sin lugar a dudas el sonido ambiental y los efectos de sonido se ganan por goleada toda la atención del jugador.
Sinceramente, Shadow Of The Tomb Raider es un juego que debes ver y probar por ti mismo, porque al igual que esos otros grandes títulos, solo serás consciente de lo bueno que es cuando lo pruebes. No lo dudes hazte con él.
