ReSetna — Análisis

ReSetna es un juego que englobamos dentro de la categoría metroidvania, nos sumergiremos en un ambiente postapocalíptico. Con un combate algo confuso, centrado sobre todo en los contraataques, nuestro cometido será enfrentarnos a Signal.

Un mundo decadente y vacío de vida

Como podemos comprobar desde el comienzo, en ReSetna estamos en un ambiente devastado, poblado solo por máquinas y robots. El rastro de seres humanos hace bastante que desapareció, y nuestra actividad se remonta al despertar gracias a Apex AI. Con un enfoque bastante breve, nos enteramos que Signal está arrasando las ruinas de lo que todavía sigue en pie de este mundo.

Nos debemos a la exploración, como buen metroidvania que se precie, y la progresión es bastante lineal. Tendremos que volver a ciertas zonas ya visitadas para explorarlas por completo, pero la progresión natural no llega a ser demasiado compleja. Por el camino podremos recoger coleccionables, los cuales nos expanden la historia y nos cuentan más acerca de los secretos que se guardan. Es bastante recomendable ahondar en estos coleccionables, pues los hechos que nos cuentan en la historia principal solo rozan la superficie y apenas nos hacen interesarnos por la trama.

Las misiones no son demasiado enrevesadas

Por lo general, en ReSetna nos tocará hacer de recadero en bastantes ocasiones. Las misiones se basan en llegar a un lugar en concreto, realizar alguna acción o tomar algo, pudiendo llegar a luchar contra un jefe. A veces una mezcla de todo a la vez, otras veces solo una de estas opciones, pero por lo general bastante desalentador. Efectivo quizás, pero le quita interés a la exploración, al desconocimiento o a la sorpresa.

Las plataformas en ReSetna están bastante bien calculadas, aunque con ciertos matices que podrían mejorar su calidad. La imposibilidad de controlar a nuestro personaje una vez conectemos un salto de pared es una de ellas, algo frustrante a lo que tendremos que acostumbrarnos. El movimiento sin embargo es bastante fluido, además de satisfactorio cuando vamos desbloqueando las mejoras de movimiento.

Donde más flaquea

Es una pena decir esto, pero uno de los aspectos donde el juego flaquea en mayor medida es en los combates. El ritmo a veces es frustrante, cambiando por completo, llegando a confundirnos totalmente. Algunos ataques no sabes cuándo van a impactar, otras animaciones no pueden cancelarse, y el contraataque a veces no está bien definido. A todo esto le tenemos que sumar que cuando nos impactan nos quedaremos congelados, sin tiempo de invulnerabilidad; posiblemente sea la peor de las quejas, ya que en un suspiro podemos absorber tal cantidad de golpes que acabará con nuestra salud.

El área de ataque tampoco es que esté demasiado bien implementado, llegando a ser confuso e injusto. Parece que el sistema de hitboxes no está lo suficientemente refinado, y aunque puede molestarnos contra los enemigos de a pie, lo peor es cuando nos enfrentamos a un jefazo. Existen varios tipos de jefes, diferenciados entre sí y con ataques diferentes unos de otros. El comportamiento de los mismos es difícil de predecir, por lo que nunca estaremos seguros a la hora de enfrentarnos a ellos.

El diseño de niveles es su fuerte

En nuestro viaje podremos explorar una buena variedad de zonas, todas diferentes entre sí y claramente identificables. Confiando en las bases más puras de la ciencia ficción, las zonas se sienten originales y da gusto explorarlas. Es cierto que a veces se echan en falta algunos detalles gráficos, pero existe un encanto en el ambiente, que puede llegar a darnos información extra, que lo solventa de manera eficiente.

Al principio, la exploración es bastante lineal, hasta que comenzamos a desbloquear habilidades. Una vez desbloqueemos diferentes posibilidades de movernos, podremos empezar a atajar camino, llegando a ser más libre y rápido. Sin embargo, tendremos que tener cuidado con los peligros que pueblan las habitaciones. Tanto los enemigos, que pueden emboscarnos en cualquier momento, como zonas donde sufrimos daño pueden ser un problema.

La muerte en ReSetna es un fastidio, pero no perderemos el progreso. Esto no es que no penalice, pero sí que no es tan negativo como en otros videojuegos. Es cierto que los puntos de guardado se encuentran bastante alejados entre sí, llegando a ser algo frustrante. No llegan a estar tremendamente lejos, pero sí lo suficiente para resultar algo engorroso.

Conclusión

Con la cantidad de juegos metroidvania que llegan al mercado, ReSetna puede diferenciarse de una manera inteligente. Ese ambiente postapocalíptico, los vestigios de una civilización y sus ruinas lo hacen interesante. Tiene un interesante apartado audiovisual que a veces se siente algo confuso, con un buen desempeño gráfico sin ser deslumbrante. Lo peor que tiene es la presentación de la historia principal, teniendo que ahondar en coleccionables para expandir la misma. El cambio de velocidad y fluidez a la hora de afrontar combates es otro de sus puntos flacos, así como algunas mecánicas erróneas y un sistema de hitboxes que dista mucho de estar bien implementado.