El caso de la mujer del estanque es, al igual que el pueblo que la habita, reacia a los extraños. Pero si algo «positivo» tiene un asesinato, es que no pueden expulsar a forasteros como nosotros simplemente porque les parezcamos un incordio. La novela de misterio de Helena Tur ha sido publicada por Plaza & Janés y cuenta con una ilustración de portada de Miriam Bauer.
Lo que empieza como una situación personal turbulenta se transforma en un intrigante drama coral con un popurrí de personajes de lo más característico. Pese al batiburrillo de gente que vive en el pueblo y rodean el delito, acabas reconociendo cada uno de ellos con nitidez. Incluso si tienes una memoria de pez, como es mi caso.
Como mencionaba previamente, la historia no te da la bienvenida a las claras. Empieza sin ti, al igual que no puedes esperar que la vida de un pueblo comience cuando tú decides mudarte a él. Eres tú quien tiene que amoldarse a las costumbres del pueblo. Esto hace que cueste introducirse en la narrativa de la novela. Al menos, hasta que se entra en confianza y te abraza.
La novela es una obra costumbrista en la que casualmente sucede un asesinato. Aunque el secreto que esconde el crimen es interesante, no es más que una excusa para que tú, extraño y curioso turista, recorra las calles de Ochandiano, se empape del día a día de sus habitantes y disfrute del paisaje y los enredos provocados por los cotilleos locales. Por la velocidad a la que corren por ahí los rumores, menos mal que aún no tenían acceso a redes sociales.
Tur se apoya principalmente en dos figuras opuestas para narrar la historia: Marina Ordubi, una joven que ha pasado toda su vida en el pueblo, y Gabriel Juarbe, sargento de la Guardia Civil recién legado.
Marina nos presenta la cara interna del pueblo, una que solo puede conocer alguien que ha vivido allí toda la vida y ha interiorizado cada rutina como si se tratara de la naturaleza inherente de su entorno. Mientras tanto, Gabriel, al ser un extraño y encima responsable de investigar el crimen, es el que estudia a cada individuo en busca de patrones, bucles y trampas. El equilibrio entre ambos es lo que aporta una visión completa de los personajes y le da solidez a cada elemento.
Aparte, Tur regala una dinámica muy propia de Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy que es un verdadero regalo.
El caso de la mujer del estanque es una novela que te atrae por la intriga y te atrapa por su gente.
