La Periodista Netflix Crítica Noticia Reseña
Fotograma de "La Periodista". | Fuente: Netflix.

La llaman rebelde, la llaman grosera, desconsiderada, brusca e incluso salvaje. Aquella que siempre va por un camino distinto en los medios de comunicación. Pero a Anna Matsuda, periodista del periódico Toto, le importan muy poco los apodos, las malas miradas y las burlas por encima del hombro. Matsuda solo busca justicia y la única forma de conseguirlo es a través de la verdad. La periodista, una serie dramática de periodismo y política que pone el juego de la ética en otro nivel. La miniserie de seis capítulos está disponible en Netflix.

Nadie sabe por qué, nadie sabe cómo ni cuándo, lo único que está en boca de todos es que Anna Matsuda es una periodista obcecada y desquiciada que se salta todas las normas, que ataca de frente y no suelta la presa una vez la tiene agarrada. Señalada como rebelde y con las burlas clavadas en su espalda, Matsuda solo busca señalar la verdad que tanto se empeñan todos en ocultar, la enfermedad que invade el sistema nervioso del país sin nadie que la pare.

No es una novedad que una historia de periodistas me llame la atención e incluso me toque la fibra. Algo tenía que tener en común con los Oscars. Así que en cuanto me encontré con la promo, estuve esperando su lanzamiento con muchas ganas. La periodista, basada en la novela de Isoko Mochizuki, pone en una perspectiva diferente el equilibrio ético de la sociedad japonesa actual, las estrategias políticas y el juego de títeres que yergue el sistema. Bajo la dirección de Michihito Fujii, quién también dirigió la película homónima en 2019, acabamos inmersos en una partida de ajedrez manipuladora, mentirosa, violenta y desesperada.

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Fotograma de «La Periodista». | Fuente: Netflix.

La serie es un rompecabezas, un puzle con multitud de piezas extrañas, fuera de lugar, totalmente inconexas. Es Matsuda la que se esfuerza por brindarnos un marco, los puntos claves por aquí y por allá, pero por sí sola es incapaz de encajar todo. Nos encontramos con las escenas de los otros personajes que de entrada no siguen una linealidad lógica y no terminan de entrar bien en la trama, pero según Matsuda le da sentido al puzle, esas partes extrañas e inconexas empiezan a cobrar sentido.

Yonekura Ryoko, intérprete de Anna Matsuda, desarrolla un trabajo muy limpio y lleva el debate ético a un nivel totalmente distinto. Pero no es la única. La periodista cuenta el trabajo de Shinobu Terajima, Gou Ayano y Hidetaka Yoshioka, un elenco que lleva el entumecimiento social, la depresión, la ansiedad, la pérdida total de esperanza y el quiebre emocional adelante con una sensibilidad muy cuidada y natural.

El mayor problema de la serie se encuentra en los tiempos. Que sea lenta en sí mismo no sería un problema si los tiempos fueran los adecuados, pero el guion divaga constantemente, estirando escenas para reforzar un contexto que ya está generado y que no necesita más piezas comodín para respaldar el mensaje. Ese esfuerzo constante de realimentar cada elemento, cada subtrama y cada trama hasta el punto del empacho es una de las principales debilidades de la producción. La razón por la que puede pecar de aburrida, huyendo constantemente de cualquier posibilidad de frenesí o de adrenalina con el objetivo de mostrar una realidad fría y objetiva.

La Periodista Netflix Crítica Noticia Reseña
Fotograma de «La Periodista». | Fuente: Netflix.

Como pieza de debate, La periodista es una apuesta, cuanto mínimo, interesante. Parte de la base de la existencia de un sistema corrupto desde la cúspide de la pirámide, suponiendo un veneno hasta la base. Recalibra la brújula moral y la ética, marcando una dirección fija sin importar en qué punto del mapa se encuentre. Pero ahí está lo interesante. Ver cómo cada personaje, perdido en su propio mundo y dirección, observan la brújula e interactúan con ella. Además, su revalorización de la población joven japonesa, aprovechando el contexto de los recién graduados que empiezan su búsqueda de trabajo y el impacto del COVID, supone una de las subtramas más interesantes de observar puesto que es la más ajena al juego político y, a la vez, la más vulnerable a sus consecuencias por su estatus social en el entramado político y social.

La periodista es una guerra fría entre el poder de las élites y el poder del pueblo, entre la justicia de la información y la traición de las clases sociales pudientes. Una brújula ética en un mundo sin mapas ni constelaciones que sirvan de guía.

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Carolina de León
Periodista, camarógrafa y escritora. Con muchas historias que ver, relatos que escribir y memorias que vivir.

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