En una época en la que la famosa saga Dark Souls desarrollada por From Software se ha consolidado más como su propio género que como una serie de videojuegos, se han desarrollado numerosos juegos con fuerte inspiración en la exitosa saga del estudio japonés. Entre los abundantes títulos que se apoyan en esta saga para definir sus mecánicas y jugabilidad encontramos Immortal: Unchained.

Antes de comenzar nuestras andanzas por este mundo yermo y árido tendremos que crear nuestro personaje. Tendremos que seleccionar una clase que decidirá nuestros atributos y equipo inicial y algunos aspectos estéticos comunes en este tipo de juegos como el pelo o los tatuajes.

Al inicio de Immortal: Unchained nuestro personaje es liberado por el Guardián. Despertamos en una especie de prisión y el Guardián nos dice que nuestras habilidades son necesarias para salvar el planeta. No recuerdas nada, pero a medida que avanza la historia vas desentrañando el misterio de lo que le ha ocurrido al planeta y lo que debes hacer para salvarlo.

Poco más vas a saber de la historia salvo por pequeños fragmentos de escenas dibujadas que explican pequeños pasajes de lo que ha ocurrido de forma bastante escueta y, en ocasiones, confusa.

El juego está ambientado en un universo futurista. Por ello las luces de neón y las armas de fuego y armas láser serán algo habitual en las zonas que visitaremos. Podremos equiparnos inicialmente dos armas; aunque podremos mejorar la capacidad para equipar hasta cuatro entre escopetas, subfusiles, rifles de asalto y pistolas.

Estas armas tienen diferentes elementos, como disparos congelantes que ralentiza al enemigo y hacen daño de frío entre otros. Además tendremos dos tipos de daño, el físico que corresponde a las armas de tipo normal y el daño de energía con las armas de energía. Estos dos tipos de daño funcionan de manera similar al daño físico y mágico de otros juegos parecidos.

Cada una de estas armas contará con un disparo especial que costará energía que tendremos que recargar usando objetos. Este disparo especial varía dependiendo del arma y nos permitirá desde congelar enemigos hasta lanzar una nube ácida que es más efectiva contra enemigos acorazados.

Como se advierte en los párrafos anteriores, el sistema de equipamientos así como de fortalezas y debilidades de los enemigos es bastante complejo y a veces resulta difícil saber si estás siendo eficaz contra un enemigo o si es más vulnerable a otros tipos de daño. Esto hace que la curva de aprendizaje sea elevada para aquellos jugadores que no estén familiarizados con el género y que los jugadores más conocedores del género encuentren un sistema bastante incómodo y enrevesado.

Por si esto fuera poco complejo, también podremos equiparnos aspectos. Estos aspectos aportan habilidades pasivas que nos permiten adaptar un poco la jugabilidad según nuestras preferencias. Habilidades tales como curarte cada vez que matas un enemigo o ser más resistente a un determinado tipo de daño. Estos aspectos los iremos encontrando a lo largo de las diferentes zonas.

En muchas de las zonas los enemigos que podremos encontrar serán similares. Al matar a cada enemigo conseguiremos bits y materiales de mejora de armas, además de equipamiento nuevo. Estos bits serán la moneda del juego que utilizaremos para mejorar las armas y a nuestro personaje. Cada vez que muramos perderemos todos los bits acumulados y tendremos que volver sin morir al lugar dónde quedo nuestro cadáver para recuperarlos.

Pasando al personaje que controlamos, podremos modificar su aspecto antes de iniciar la aventura. Las opciones de personalización visuales son las típicas de este tipo de juegos: pelo, tatuajes, complexión o color de piel; aunque el juego no nos ofrece demasiadas opciones al respecto. Además, podremos elegir la clase inicial. Esto decidirá tanto el equipamiento inicial como las estadísticas.

Durante el desarrollo de la aventura encontraremos obeliscos. Estos obeliscos son estructuras en las que aparecemos al morir y podremos cambiar el equipamiento de nuestro personaje y modificar sus estadísticas. Para ello utilizaremos los bits que obtendremos de los enemigos. Cada punto que subamos aumentaremos un nivel. A mayor nivel más bits son necesarios para mejorar las estadísticas.

Estas mejoras de estadísticas, salvo un par de atributos, no queda muy claro a qué armas afectan ni de qué manera afecta a las armas equipadas. Por ello el desarrollo del personaje y sus estadísticas es bastante confuso y está tan mal explicado que nunca queda claro si estas subiendo la estadística adecuada para las armas equipadas.

En el apartado visual y sonoro el juego es bastante mediocre. Algo que me resultó particularmente molesto es la total ausencia de cinemáticas en todo el juego. Creo que el aspecto dibujado lucha muy fuerte con la historia que quieren contar. Los jefes intermedios de una zona no tienen una presentación y su estética no los diferencia del resto de enemigos. Son enemigos normales de zona más grandes y con más vida. El apartado sonoro es genérico y la banda sonora y sonidos ambientales son casi inexistentes. La variedad de enemigos es escasa y se repiten en varias zonas.

Para concluir; Immortal: Unchained aspira a ser un Dark Souls futurista y no lo consigue. La historia es aburrida y está explicada de forma confusa. El apartado artístico es mediocre en todos sus aspectos. El desarrollo de personajes está muy mal explicado. La variedad de enemigos es más bien escasa. No recomendaría su compra.

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Carlos Rey
Informático amante de los videojuegos y la cultura japonesa desde lo mas hondo de mi corazón. Siempre estoy delante de una pantalla ya sea viendo series o jugando... Al menos cuando no estoy viajando o donde me lleve el viento... Aunque eso sea un antro de birras y rock.

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