Hemos jugado a Folklands, un aire fresco en el mundo de los videojuegos de gestión de recursos.
En el panorama de los videojuegos de gestión y construcción de asentamientos, donde suelen dominar títulos de ritmo frenético y grandes exigencias estratégicas (como es el caso de la legendaria franquicia Age of Empire, Frostpunk o Anno 1800 entre otros), Folklands llega como una alternativa discreta pero eficiente. Este juego, disponible en Steam, nos invita a explorar un mundo generado procedimentalmente donde deberemos construir desde cero nuestro hogar ideal. Folklands apuesta por ofrecer una experiencia relajante, donde la importancia radica tanto en la evolución de nuestro asentamiento como en las pequeñas historias de sus habitantes (esto último nos ha encantado).
Las narrativas nacen de la interacción
Uno de los aspectos más llamativos de Folklands es que carece de una narrativa tradicional. En lugar de ofrecernos una historia definida, el juego permite que el jugador cree su propio relato a través de las interacciones con el entorno y los habitantes del asentamiento. Cada ciudadano tiene necesidades, emociones y una rutina propia, lo que contribuye a una simulación viva y dinámica.
Estos elementos fomentan una sensación de conexión con la comunidad que estamos construyendo, como si fuesemos su gobernante. Por ejemplo, presenciar cómo un ciudadano supera un invierno particularmente duro o cómo un grupo colabora para hacer frente a un desastre natural genera momentos chulísimos que dotan al juego de una personalidad super particular para cada jugaror. Folklands no necesita un guion elaborado, ya que el mundo que construimos junto a sus habitantes es suficiente para crear historias únicas y significativas.
Minimalismo gráfico
El apartado visual de Folklands no busca deslumbrar con realismo o detalles complejos. En cambio, adopta un estilo minimalista y encantador que resalta por su simplicidad. Los paisajes, con colores suaves y una paleta que tiende hacia tonos pastel, invitan a la relajación y a disfrutar del entorno. Cada elemento gráfico, desde los edificios hasta los pequeños detalles del terreno, está diseñado con un claro propósito: ofrecer una atmósfera acogedora que facilite la inmersión y, al mismo tiempo, no distraiga al jugador de la gestión y planificación.
Cabe destacar que, aunque los gráficos no están al nivel de otros títulos más ambiciosos técnicamente, su diseño artístico logra transmitir una personalidad única y acorde con la propuesta del juego. Esta decisión estética también tiene implicaciones en el rendimiento del juego, haciéndolo accesible incluso para jugadores con equipos modestos.
Un buen equilibrio entre gestión y relajación
La jugabilidad es, sin duda, el núcleo de la experiencia que ofrece Folklands. En esencia, el juego combina mecánicas clásicas de gestión de recursos y construcción con un ritmo pausado que fomenta la reflexión y la planificación estratégica (os avisamos de que es un juego muy muy lento). Desde la recolección de materias primas hasta la construcción de infraestructuras, cada decisión tiene un impacto directo y diferente en la prosperidad de nuestro asentamiento.
El diseño de las cadenas de producción y el comercio con asentamientos vecinos están muy bien trabajados, lo que añade profundidad a la experiencia. Nos ha llamado la atención el hecho de que los jugadores podrán optar por jugar de una manera más relajada, centrada en la construcción y el diseño, o activar desafíos adicionales como desastres naturales y conflictos bélicos para poner a prueba las habilidades de gestión.
Es importante mencionar que, aunque Folklands aún se encuentra en acceso anticipado, el equipo de desarrollo ha sido constante en su compromiso por pulir la experiencia y solucionar los problemas de rendimiento reportados por la comunidad. Esto augura un futuro prometedor para el juego.
Comparativa con otros títulos del género
Dentro del género de construcción y gestión, es inevitable comparar Folklands con clásicos como Banished, Foundation o incluso Anno 1800. Mientras que estos títulos suelen enfocarse en el crecimiento económico, la expansión territorial o los desafíos estratégicos, Folklands se posiciona como una alternativa más introspectiva. Aquí, el énfasis está en la conexión emocional con el entorno y los habitantes, lo que lo convierte en una experiencia mucho más personal y cercana.
Por ejemplo, en comparación con Banished, Folklands ofrece un ritmo menos severo y una curva de aprendizaje más accesible. Del mismo modo, aunque comparte con Foundation el interés por la gestión de pequeñas comunidades, su enfoque artístico y su atmósfera tranquila lo hacen destacar como una propuesta diferente, especialmente para jugadores que buscan relajarse en lugar de enfrentarse a desafíos constantes.
¿Os recomendamos Folklands?
Folklandsno es solo otro juego de gestión; es un refugio para aquellos que desean desconectar del estrés cotidiano y perderse en la creación de un mundo propio pero mucho menos exigente que los pesos pesados del género. Todo lo que os hemos contado lo convierten en una opción más que aceptable y una sorpresa de juego que ha pasado algo desapercibido para la comunidad.
Aunque aún está en desarrollo, el potencial de Folklands es innegable. Con el tiempo y las actualizaciones prometidas, este título podría consolidarse como un imprescindible dentro de su categoría. Pero no os hagáis muchas ilusiones porque por desgracia, no sería el primer título que se queda en el tintero.

✔️ PROS:
- Es una muy buena alternativa para los amantes del género.
- El mecanismo de generar la narrativa mediante los ciudadanos de nuestro asentamiento es espectacular.
❌ CONTRAS:
- No es la mejor alternativa para iniciarse en el género.
- Los gráficos son un poco reguleros para los tiempos que corren.
🎮 PLATAFORMAS: PC.