Oso polar
Oso polar (Pixabay).

Un nuevo estudio de la Universidad de Toronto está utilizando heces de oso polar para revelar cómo ciertos contaminantes químicos pueden quedar atrapados y acumularse dentro del cuerpo. El oso polar es propenso a almacenar ciertos contaminantes en su cuerpo porque se encuentra en la parte superior de la cadena alimentaria, tiene una dieta muy rica en grasas y ha evolucionado para absorber grandes cantidades de ella.

«Son como una trampa para estos productos químicos«, afirma Frank Wania, profesor del departamento de ciencias físicas y ambientales de la U of T Scarborough, uno de los autores del estudio. “Su ingesta de contaminantes es muy alta, pero su capacidad para expulsarlos es muy baja”.

El oso polar experimenta lo que se conoce como biomagnificación, donde mayores niveles de toxinas se acumulan más arriba en la cadena alimenticia

Para el estudio, publicado en la revista Environmental Science & Technology, Wania y el estudiante de doctorado Yuhao Chen desarrollaron un nuevo método para estudiar cómo ciertas sustancias químicas, llamadas bifenilos policlorados (PCB), se acumulan dentro de los osos polares a partir de alimentos contaminados. Analizaron la dieta y las muestras fecales de los osos polares del zoológico de Toronto para ver qué cantidad de PCB queda atrapada en comparación con la cantidad que se excreta.

El oso polar experimenta lo que se conoce como biomagnificación, donde mayores niveles de toxinas se acumulan más arriba en la cadena alimenticia. Dado que los osos polares están en la cima, han consumido el nivel más alto de contaminantes en su dieta. Un oso polar tiene niveles más altos de contaminantes que la foca que come, la foca tiene más que un bacalao, el bacalao más que un pez pequeño, etc.

Los investigadores también hallaron que los PCB tienden a biomagnificarse a un ritmo mayor en los osos polares debido a sus dietas ricas en grasas y la capacidad de su sistema digestivo para absorber esos lípidos.

Estos osos pueden extraer alrededor del 97% de la grasa que comen

Si bien los animales (entre ellos los humanos) generalmente son buenos para expulsar la mayoría de los químicos que no deberían estar en el cuerpo, algunos contaminantes son más difíciles de eliminar debido a sus propiedades. Los que son solubles en lípidos y persistentes, incluido el pesticida DDT y ciertos tipos de PCB, pueden acumularse en el tejido corporal porque no se pueden descomponer o excretar fácilmente en el sistema digestivo.

La licenciada en Ciencias biológicas Sarra Gourlie, supervisora de ciencias de la nutrición en el Zoológico de Toronto que proporcionó las muestras dietéticas y fecales para el estudio, comenta que los osos polares han evolucionado para absorber casi toda la grasa que comen, principalmente de la grasa de las focas. «Pueden extraer alrededor del 97% de la grasa de su dieta, por lo que excretan muy poco«.

Los osos polares del Zoológico de Toronto no son alimentados con grasa de foca salvaje, que puede contener altos niveles de PCB. Según Chen, los osos polares que viven en la naturaleza tienen niveles mucho más altos de contaminantes que los del zoológico, que tienen una dieta más limpia.

Niveles más bajos de testosterona

Chen comenta que es importante controlar estos niveles de contaminantes debido al daño que pueden causar. Los estudios han relacionado los niveles altos de PCB en los osos polares salvajes con niveles más bajos de testosterona, lo que puede afectar la reproducción. También se ha relacionado con alteraciones de los sistemas inmunitario y endocrino, lo que puede reducir las tasas de supervivencia.

«Se ha descubierto que los niveles de PCB superan los niveles de preocupación hasta el punto en que se espera que tengan un impacto negativo en los osos polares que viven en la naturaleza«, asegura Wania.

Los PCB son un grupo de sustancias químicas altamente tóxicas que han sido prohibidas a nivel mundial, pero que pueden durar mucho tiempo en el medio ambiente. Si bien los investigadores solo observaron los PCB en este estudio, aseguran que el enfoque también podría ayudar a controlar otros químicos atrapados a través de la biomagnificación.

Método no invasivo para depredadores en lo más alto de la cadena alimentaria y los humanos

La forma tradicional de estudiar la biomagnificación se basa en el análisis de tejidos, lo que solo se puede hacer en animales o humanos muertos. Como resultado, prácticamente no hay investigación sobre biomagnificación en humanos o depredadores en peligro de extinción. Los investigadores esperan que el método que han desarrollado pueda usarse en otros depredadores del vértice alimentario de la naturaleza, como leones o tigres.

También podría usarse en humanos. Chen comenta que actualmente está investigando el análisis de alimentos y muestras fecales de diferentes personas para ver cómo los contaminantes pueden biomagnificarse dentro del cuerpo y si existen diferencias entre individuos. «Sabemos que estos contaminantes están en los humanos y sabemos cómo el cuerpo absorbe estos contaminantes«, insiste.

«Lo que no sabemos es cuántos de estos contaminantes son almacenados o expulsados por nuestro cuerpo cuando comemos cierta cantidad de alimentos que están contaminados«, concluye Chen.

Fuente: Environmental Science & Technology.

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Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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